Morocco v Portugal: Quarter Final - FIFA World Cup Qatar 2022
⚽ Mundial Catar 2022

En-Nesyri y Bono escriben la historia de Marruecos y el fútbol africano

El Mundial es un torneo que inventó un francés, Jules Rimet, en el que Croacia siempre gana en penaltis y donde Marruecos parece que jamás recibirá un gol. Contra todo pronóstico, tal y como Croacia sorprendió ayer a Brasil, la selección dirigida desde septiembre por Walid Regragui truncó el último gran objetivo en la carrera de Cristiano Ronaldo, que abandonó el Al-Thumama Stadium llorando desconsoladamente tras entrar de nuevo desde el banquillo. Con esta victoria (1-0), los norteafricanos rompen el techo de las selecciones africanas en la historia de los Mundiales y alcanzan, por primera vez para el continente, las semifinales de la máxima competición del fútbol de selecciones.

En-Nesyri y Bono, protagonistas en ambas áreas

Marruecos lo hizo en un partido más abierto que el de octavos de final frente a España. Se adelantó al filo del descanso, gracias a un gol de cabeza del delantero del Sevilla, el segundo en lo que va de Mundial, aprovechando un error en la salida de Diogo Costa y un centro medido de Attiyat Allah, hoy lateral izquierdo titular por la baja de Noussair Mazraoui. En su propio área, Yassine Bono se consagró como uno de los mejores porteros del torneo, con solo tres paradas, pero en momentos clave.

João Félix, principal amenaza de Portugal

Nada más comenzar, la primera del partido se la sacó al atacante del Atlético de Madrid. En el 82´ le paró la segunda también ‘El Menino de ouro’, que buscó la escuadra con un disparo cruzado de zurda. Esa fue la más clara, junto a un centro-chut de Bruno Fernandes que se estrelló en el larguero. La tercera, ya en el descuento, después de un ataque vertical que finalizó Cristiano Ronaldo tras un buen desmarque en profundidad. Pepe perdonó la última con un cabezazo a la desesperada que se terminó marchando fuera. Marruecos pudo sentenciar a la contra, antes del agregado, de no ser por la finalización que marraron dos revulsivos como Aboukhlal y un Cheddira que se marchó expulsado tras ver dos amarillas en apenas un minuto.

Portugal arriesgó más que España…

A diferencia de lo que mostró La Roja, el combinado luso fue más vertical y quiso que pasasen más cosas desde el principio. Buscó bastantes balones en largo para sorprender a la espalda de una zaga marroquí que, si bien defendía con todo el bloque en campo propio, también lo hacía con la línea adelantada, para comprimir a todos los jugadores en pocos metros, sin dejar de ser lo suficientemente ancha. Así garantizaron un sistema de ayudas que fue importante frente a una selección que, en sintonía con lo que venía mostrando en Catar, atacó con muchas permutas y libertad posicional para Bruno Fernandes, Bernardo Silva, Otávio y João Félix. Pero fueron ataques bastante precipitados por momentos.

… y Marruecos también pudo atacar más

Por ello, Marruecos encontró la forma de salir al contragolpe con mayor facilidad y frecuencia que en su duelo de octavos de final. Lo hizo, de nuevo, desde la asociación entre Hakimi, Ounahi y Ziyech para poder sortear la presión tras pérdida de Portugal desde el sector derecho, y después girar el juego a la izquierda, donde aguardaba Boufal. Especialmente, consiguió escabullirse gracias a un partido memorable del mencionado centrocampista del Angers. «El ‘8’ de Marruecos, tal y como diría Luis Enrique, giró al cuadro luso a través de sus conducciones, fintas y una muy buena gestión de cada transición, sin dejar de pensar en avanzar.

El central del Valladolid, que acabó acalambrado, se creció en el tramo final, cuando Marruecos ya defendía por acumulación la oleada de centros laterales de Portugal. Lideró la resistencia, con un total de diez despejes y dos disparos bloqueados, de una retaguardia que terminó conformada por tres centrales pese a la ausencia hoy de Nayef Aguerd por lesión y de que, su habitual socio, Romain Saïss, también tuvo que ser sustituido a la hora de encuentro por problemas físicos.


Fernando Santos, en la última traición a su libro de estilo clásico, se jugó sus últimos cambios con la entrada de Rafael Leão y Vitinha, que contribuyeron desde la conducción y el pase, respectivamente, a aumentar el ritmo de sus ataques.


Esa fue la peor noticia para ellos, ver cómo se llena su enfermería, ante lo que es una oportunidad única para seguir haciendo historia. Hoy ya han escrito dos nuevos capítulos para la posteridad de los Mundiales. El primero, por mantener su puerta a cero a lo largo de todo el torneo. El único encajado es en propia puerta, contra Canadá. El segundo, por romper el techo de cristal para el continente africano, uno que ya rozó hasta en tres ocasiones las ansiadas semifinales, pero que en todas vio como la crueldad se interponía sobre la ilusión de una CAF (Confederación Africana de Fútbol) que hoy está de celebración.

 

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