Morata
⚽ Mundial Catar 2022

Morata, el comodín de Luis Enrique

La selección española, contra todo pronóstico, ha llegado a Catar con más pólvora que nunca. Tanto, que su hombre gol, Álvaro Morata, por ahora es más un recurso para los segundos tiempos que un discurso. Situación derivada de problemas físicos en el arranque del Mundial, cabe recalcar, en ningún caso por un déficit de rendimiento o, ni mucho menos, por pérdida de fe de Luis Enrique.

Las características de Morata son radicalmente diferentes a las de los otros compañeros que pueden actuar, con matices, en su lugar, como Ferrán Torres, Marco Asensio, Dani Olmo o Ansu Fati. Los rasgos específicos y las demandas concretas de cada rival son otros puntos clave para entender las decisiones del seleccionador. Pero… ¿qué le va mejor a cada uno?

🇪🇸 En clave España… ¿Morata de inicio o revulsivo?

Una de las frases más inteligentes de Zinedine Zidane como entrenador del Real Madrid fue sobre los jugadores que salían desde el banquillo. El francés dijo que entrar en los minutos finales está infravalorado y partir de inicio, sobrevalorado. Básicamente, porque la mayoría de los partidos se resuelven en el tramo final. Tiene todo el sentido del mundo. Y, además, lo dijo un extraordinario gestor de vestuario, capaz de tener enchufada a casi todas sus plantillas. En un Mundial, con hipotéticas prórrogas a la vista y descuentos eternos, esto cobra, incluso, mayor relevancia.


Morata es el delantero más completo de España. Conviene optimizarle. Y conviene, también, seguir teniendo a punto al resto. Olmo, Ferrán, Asensio y el propio Morata ya han visto puerta en el Mundial. Un notición para Luis Enrique.


La convocatoria de Luis Enrique, más allá de trincheras sobre cuántos van de cada equipo, tiene la particularidad de que solo lleva un ‘9’ puro. Se podría decir que solo tiene un rematador de área, más allá de que Ansu Fati cuente con un instinto para estudiar en Harvard, por poca confianza física y mental que tenga o por falto de explosividad que esté. Entonces, lo más lógico sería despejar la ecuación de la escasez en forma de un… ¿qué es lo mejor para que brille Morata?

Lo que sí resulta impepinable en una España de mucha posesión, intención de asentarse en campo rival y de 1-4-3-3 como teología, es que necesita al rematador en los contextos más unidireccionales. Ya de por sí estos serán la mayoría, dado que en el fútbol actual de selecciones se presiona menos que en competiciones de clubes y se especula más. El propio Luis Enrique así lo apuntaba esta semana en una de sus tardes por Twitch.

Por tanto, al contar con extremos y laterales que vayan a dar profundidad y puedan abastecer el área a base de centros, Morata tiene que ser, incuestionablemente, el jugador para rematarlos. Prácticamente, el único al que se le debe exigir esa faceta. Lo más coherente, entonces, sería decir que el delantero del Atlético de Madrid es más útil para terminar los partidos que para empezarlos, por si el resultado obligase a bombardear el área ante un repliegue.

Además, Álvaro no solo es un buen rematador, también, un excepcional futbolista para aguantar la pelota de espaldas y no meramente para tirar apoyos ahí, donde también sobresale. Lo último es algo más fácilmente replicable por Dani Olmo o Ferrán Torres; lo primero, no. Morata es también un gestor de transiciones diferencial, algo que puede resultar un recurso útil para cerrar partidos. Especialmente, aquellos en los que España vaya en ventaja frente a una selección de entidad, que apriete en el tramo final como sucedió ante Alemania. Se perdería, eso sí, su habilidad y energía para presionar de inicio, otra de sus fortalezas.

9️⃣ En clave Morata… ¿titular o desde el banquillo?

Con Morata el análisis es mucho más sencillo. Álvaro necesita estar enchufado. Las sensaciones son la base de su fútbol y, entre otras claves, de su acierto goleador. Por tanto, si bien puede ser muy coherente no contar con él como titular, debe sentir que eso no es por falta de confianza hacia su figura, sino por los argumentos expuestos anteriormente.


Con el propio Zinedine Zidane, para cerrar el círculo, Morata fue trascendental como recambio de Benzema en los minutos finales, porque contaba con la determinación de un jugador que se sentía parte del discurso, pese a comenzar los partidos en chándal. Ahí llegó su mejor promedio goleador, marcando cada 72 minutos, hasta alcanzar un total de ocho goles cuando jugaba, de media, menos de 30 por encuentro. Cuando ingresa desde la banca, es uno de los delanteros del panorama internacional con mejor ratio para ver portería. El veredicto final es que ‘Lucho’ debe optimizarlo, bien jugando 120 minutos o jugando seis. Un buen Morata, como ya se vio en la Eurocopa, hará a España más poliédrica, un equipo de más espíritu y más resolutivo, que es lo que marca la diferencia entre ser o no ser.

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