El Atlético de Madrid sufrió el primer traspié de la temporada en Valencia. Bueno, siendo sinceros, fue un resbalón, y de los gordos. No por el significado de los tres puntos, sino por la imagen del equipo del ‘Cholo’. Los rojiblancos no estuvieron ni medio cerca del equipo que goleó al Rayo Vallecano hace 19 días en su último partido oficial. Sobre el césped se vio a un equipo sin ideas, poco contundente y que llegó siempre tarde a los duelos. Ni las cinco bajas que tenían los madrileños justifican el desempeño de los que sí estuvieron.
Todo lo contrario para un Valencia que estuvo de 10. El ser la plantilla más joven de la categoría no ha afectado a los che, que han sumado 9 puntos de los 15 disputados y que acabaron de un plumazo con la maldición ante el Atleti, al que no ganaban desde 2014. Los goles de Hugo Duro, por partida doble, y Javi Guerra resolvieron el choque. Canós, Thierry Correia, Diakhaby y Mamardashvili, que tuvo dos buenas intervenciones, estuvieron gigantes. Tocan días de festejo en Valencia y de reflexión en el Metropolitano. El Atlético, con un partido menos, podría quedar a 15 puntos del Madrid si los blancos ganan a la Real Sociedad.
😎 Canós, Guerra y la flor de juventud del Valencia
Sergi Canós fue titular por primera vez desde su vuelta a España y tuvo claro lo que hacer: encarar y centrar. Desde el sector izquierdo desafió una y otra vez a Azpilicueta. Aprovechó su velocidad para darle vértigo a las acciones del Valencia y encontró a Hugo Duro en una de sus primeras jugadas. Puso un centro ante Azpilicueta y Savić, que pecaron de timidez, y Witsel se durmió en el despeje ante Hugo Duro.
Minutos después, Oblak tuvo que poner las manos firmes para desviar un remate de Canós tras bailar a Azpilicueta dentro del área. Puro desparpajo. Como el que tiene Javi Guerra. El centrocampista ya es capital en este Valencia de Rubén Baraja. Desde su aparición en la parte final de la temporada pasada, el peso del medio ha ido aumentando exponencialmente. Tiene la virtud de estar siempre bien posicionado, hace de pegamento en el centro del campo y tiene un gran golpeo desde fuera del área. Volvió a desenfundar su fusil en Mestalla. Gol que recordó al trascendental que convirtió contra el Valladolid la temporada pasada en el mismo escenario.
En el estadio del murciélago ya están acostumbrados a los jóvenes. Unos jóvenes que ya tienen alguna cana fruto del máster exprés de estrés que tuvieron que soportar el curso pasado luchando contra el descenso. Eso les hizo crecer y se nota reflejado esta campaña. Todos parecen mejores futbolistas.
💣 Hugo Duro, el azote del Atlético
Partido grande del delantero del Valencia. El madrileño ha empezado a incorporar cifras de goles a sus estadísticas. Algo que se le resistía hasta ahora. Duro ha marcado tres tantos en este inicio liguero, tantos como en sus 49 encuentros anteriores en la competición y más que en toda la temporada pasada (dos). Batió a Oblak con dos dianas de pura fe. La primera, adelantándose a toda la defensa del Atlético y, la segunda, fue una carrera lanzada por Pepelu y Fran Pérez y que definió el atacante ante Savić, Witsel y Oblak.
Según Opta, Duro ha marcado cuatro goles ante el Atlético de Madrid en liga con apenas cuatro remates a puerta en cinco partidos. Es el jugador que más veces le ha marcado al conjunto rojiblanco en la competición con pleno de acierto desde la temporada 2003/2004. Se fue Cavani y entró Yaremchuk en el equipo, pero en el Valencia manda Hugo Duro en el puesto de ‘9’.
😓 El parón deja al Atlético tocado y sin ideas
Partido horrible del Atlético. Es verdad que viajó con las bajas de Memphis, Koke, Rodrigo De Paul, Söyüncü y Reinildo y que solo tenía seis hombres de campo en el banquillo, pero los madrileños no tuvieron nada que ver al equipo que goleó al Rayo Vallecano hace dos jornadas. El conjunto rojiblanco estuvo apático, descafeinado, desdibujado y desconectado. Todo lo contrario que el Valencia. Si sumas uno más uno te da dos… matemática pura. Como la motivación de valencianos y colchoneros en Mestalla. Azpilicueta se vio superado por Canós, Savić y Witsel llegaron siempre tarde, Hermoso no midió bien en ningún corte, mientras que Lemar, Morata, Llorente y Griezmann no conectaron con el balón.
Cuestión aparte merece el tema del carril izquierdo y del centro del campo. La salida de Carrasco rumbo a Arabia Saudí ha dejado cojo el sector zurdo del Atlético. El ‘Cholo’ apostó por Rodrigo Riquelme, pero el joven madrileño no estuvo cómodo en ningún momento y, por supuesto, no se pareció a su predecesor. A Carrasco le llevó tiempo adaptarse a esa banda izquierda y ahora hay que invertir tiempo o esperar a que Reinildo reaparezca lo más pronto posible. Simeone aprovechó la lesión de Lemar para hacer debutar a Javi Galán y reubicar a Riquelme al centro del campo… pero no era el día.
Otro problema del Atlético es el centro del campo. Con Witsel de central y con Kondogbia vendido al Marsella, al cuadro colchonero le falta un todocampista. Durante el mercado de fichajes sonó Højbjerg, pero no llegó nadie. La apuesta de Simeone ha sido Pablo Barrios. Un futbolista de la casa. A él le ha dejado la manija, pero al canterano se le nota acomplejado cuando tiene que bajarse al barro pese a llevar el sello de Simeone grabado en la piel.
El próximo partido del Atlético será en la Champions League ante la Lazio. Jugando así pocas opciones tendrán los rojiblancos en el Olímpico de Roma.