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⚽ Atlético de Madrid⚽ Primera división

El Atlético de Madrid pierde la segunda plaza en el centenario del Elche

Hay días en los que no salen las cosas por mucho que lo intentes, y otros en los que no salen porque no lo intentas. El Atlético de Madrid, ante el Elche, se movió entre esas dos aguas, algo raro en medio de su fantástica racha. Los de Simeone, en un partido gris, cayeron en el Martínez Valero (0-1) en la que es la segunda victoria de los ilicitanos con Sebastián Beccacece. Así, los rojiblancos pierden la segunda plaza en favor del Real Madrid, ajustando la zona noble de la tabla a cuatro jornadas del final.

 ✨  Lautaro Blanco, protagonista en fútbol… y en polémica

El Elche comenzó el partido espoleado por su afición en el día de su centenario. Al grito de ‘Volveremos otra vez’ tras certificarse su descenso a Segunda en la pasada jornada, los ilicitanos mostraron que el método de Beccacece puede dar muy buenos resultados en el futuro. Su intensidad se comió por completo al Atlético de Madrid, estando perdido entre el quiero y no puedo. Firmando una primera parte para el olvido, Simeone estaba desesperado por la apatía de su equipo. La prueba del algodón en este tipo de situaciones no engañaba: los rojiblancos no hicieron ni una falta en los primeros 45 minutos.

La falta de ganas de los visitantes era diametralmente opuesta al partido de Lautaro Blanco. Desde el carril izquierdo del Elche, el argentino era un martillo pilón. Él solo se bastaba para cubrir toda la banda, tanto para defender como para centrar cerca del área. Era un torbellino que no paraba, y se estaba rondando el gol ilicitano con él como protagonista. Dicho y hecho: en un saque de banda de Lautaro Blanco, Grbic midió mal y dejó el balón a Fidel para que marcase a placer el único gol del partido. Solo había un problema, pues la falta de saque del argentino era clamorosa. Para darle potencia a su lanzamiento, cogió carrerilla y terminó lanzando desde dentro del área. Los jugadores del Atlético de Madrid no se lo podían creer. El VAR no tuvo a bien revisar la acción, sumando otra acción que pide a gritos revisar el protocolo de la herramienta antes de la próxima temporada.

Fidel celebra su tanto ante el Atlético de Madrid.

🧤  Edgar Badía fastidia la remontada del Atlético

No hubo micrófonos ni cámaras en el vestuario visitante del Martínez Valero, pero no es difícil imaginar cuál fue la reacción de Simeone al estar cara a cara con sus jugadores en el descanso. Por primera vez en el partido, el Atlético de Madrid había dejado de ser el invitado en el centenario del Elche para tomar un papel más activo en la segunda parte. El equipo ya era ese conjunto reconocible de las últimas jornadas, el que había conseguido hacerle un sorpasso al Real Madrid. Los ilicitanos ya veían como se estaba empezando a nublar el día del centenario, pues se avecinaba ese vendaval ofensivo del que Griezmann siempre es su epicentro. Le habían tenido maniatado, pero no se le pueden poner puertas al campo. O, al menos, no se puede hacer eternamente.

Agitando el partido desde el banquillo y espoleados porque los carrileros del Elche no podían más tras su exhibición, Edgar Badía era el único muro que quedaba en pie en la estructura defensiva de Beccacece. Como todo buen portero de grandes días, el español comenzó su exhibición. Si al resto le temblaban las piernas, él se ajustaba los guantes. No se iba a inmutar por mucho torbellino del Atlético de Madrid hubiese enfrente. La afición del Elche, después de sufrir tanto en una temporada que debería haber sido feliz, no se merecía que empañasen su día grande. Desde su resistencia bajo palos fue creciendo el equipo, igualando en esfuerzo a sus contrincantes liderados por un gran Gumbau en la media cancha. El partido abrazó ese ritmo tan peculiar de los correcalles que tanto entusiasman al público y desesperan los entrenadores, dejando unos últimos minutos de infarto. Tanto era así que Simeone, quien ha vivido mil y una situaciones así con el Atlético de Madrid, se quitó la corbata de un tirón tras un fallo de Morata. Si el Elche quería su premio, iba a tener que pasarlo mal hasta en su cumpleaños.

Entre ‘olés’ en los últimos minutos, la afición ilicitana comenzó a saborear su primera victoria ante el Atlético de Madrid desde la temporada 1984/1985. Después de unos últimos intentos de los rojiblancos que iban más con el corazón que con la cabeza, el partido murió en los guantes de Badía. Ya podían cantar el cumpleaños feliz en paz, evitando que los visitantes les aguasen su fiesta. Esta vez, el Elche iba a ser quién fastidiase a su rival, haciéndole perder su segunda plaza en el día que el Barça puede ser campeón. Poco a poco, y antes de una temporada en la que volverán al pozo de Segunda, van saliendo brotes verdes en el Martínez Valero. Solo queda esperar para que, el año que viene, el 101 cumpleaños del Elche tenga como regalo el ascenso a Primera.

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