Real Madrid, Barcelona, Clásico
Primera división

Real Madrid vs. Barcelona: los clásicos más calientes del siglo XXI

La rivalidad entre Real Madrid y Barcelona no está en su punto cumbre, aunque sí se vislumbra un cierto aroma a los clásicos de antaño ahora que se han vuelto a disputar todos los títulos nacionales entre sí. En cualquier caso, nada comparable al punto cumbre, en la era de Guardiola y Mourinho, en la que se traspasaron ciertas líneas rojas como algunos de los propios protagonistas han reconocido años después. En total, han sido 69 clásicos oficiales en lo que va de siglo XXI: el Barcelona domina el balance con 27 victorias, 17 empates y 25 derrotas, además haber provocado varios traumas a sus rivales, con Leo Messi como enemigo público número 1. Los blancos han ganado más finales, eso sí.

Los derbis más calientes del siglo XXI entre Real Madrid y Atlético

👆 Unas semis de Champions con vaselina

O, vaselinas, mejor dicho. Porque el Real Madrid conquistó el Camp Nou en la ida (0-2) con dos golazos de Zinedine Zidane y Steve McManaman en la primavera de 20o2, que allanaron el camino hasta la final en la que ‘Zizou’ vacunaría de volea al Bayer Leverkusen. El Barça de Carles Rexach, plagado de neerlandeses en el once (Cocu, De Boer, Reiziger, Overmars y Kluivert), quedó muy tocado de aquella derrota frente al Real Madrid de Del Bosque, en los tiempos de los «Zidanes y Pavones«.

🐷 ‘El clásico del cochinillo’

Con el precedente de Raúl González silenciando la Ciudad Condal en 1999, las semifinales de la temporada anterior y la traición de Figo al Barça, las aguas estaban muy caldeadas a principios de siglo en Can Barça. Y el rendimiento del club no ayudaba a apaciguarlas. Ese fue el caldo de cultivo de uno de los capítulos más bochornosos acontecidos en un estadio de fútbol español, cuando dos aficionados le lanzaron a Figo una cabeza de gorrino cortada y una botella de whisky. El clásico estuvo parado durante unos minutos, incluso, a riesgo de no reanudarse, pero finalmente se pudo terminar, con un 0-0 del que nadie se acuerda por lo que pasó en torno al balón.

1️⃣0️⃣ La irrupción de Leo Messi

El Barça esperó su momento y, poco a poco, hizo suyos los clásicos de finales de los 2.000. Ronaldinho abrió la veda en 2005, en el que fue el primer partido del astro argentino en el Santiago Bernabéu, pero que se recuerda, especialmente, por el recital del brasileño. Hasta el punto de que parte de la hinchada local acabó rendido, con aplausos hacia el autor del 0-2 y del 0-3 definitivo.

Y lo peor aún estaría por llegar. O, lo mejor, según desde qué perspectiva se mire. Porque Lionel Messi, melena al viento, no estaba dispuesto a quedarse en la sombra de nadie y en 2007 completó su primer partido monstruoso en el Bernabéu. El primero de muchos. Imagínate marcar el primer hat-trick de tu carrera, en casa del acérrimo rival. Leo lo convirtió en realidad, en 2007, en un clásico que terminó 3-3. La nota positiva aquel año fue que, entre otros sucesos, ‘El Tamudazo’ le dio la liga a los de Fabio Capello. Lo que no sabían, aunque sí lo intuían, es que aquello fue comida para hoy y hambre para mañana.

🖐️ Del 2-6 en 2009 a la manita en 2010

Concretamente, hambre para lo que vendría dos años después, en 2009, ya con Pep Guardiola en el banquillo azulgrana. La primera de las dos goleadas más dolorosas del siglo vino en forma de 2-6, en un partido decisivo para el título liguero, ya que restaban cinco jornadas y les separaba una distancia de cuatro puntos. De hecho, el Real Madrid se puso provisionalmente a uno, tras el gol inicial de Gonzalo Higuaín, pero aquello despertó a la bestia. Leo Messi y Thierry Henry, con sendos dobletes, se encargaron de remontar; aunque también hubo tiempo para que Carles Puyol anotase su gol. El colmo llegó cuando Gerard Piqué marcó el de la puntilla, en el minuto 83. Un partido clave para la consecución del primer triplete, con posterior sextete, en la historia del fútbol español.

No contentos con semejante goleada, que es la más abultada en la historia de los clásicos para el Barcelona como visitante, los de Pep aún tenían guardado otro baño para su archirrival. El debut de Mourinho en un clásico no pudo ser más traumático y, tal vez, eso explique lo que vendría después. Un 5-0, con tantos de Xavi, Pedro, Villa por partida doble y hasta Jeffren. Seguramente, el clásico del que peor recuerdo guardan los madridistas, que fueron sometidos de principio a fin y asistieron a una humillación en la que el resultado pudo ser, incluso, peor. La trascendencia a corto plazo de aquel suceso fue mucho menor a la del 2-6, eso sí, ya que apenas era la jornada 13 de la 2010/2011. Pero les tocó aguantar a Piqué sacando su manita a pasear.

🏆 La Copa más celebrada en la historia blanca

Un oasis en mitad del desierto. Eso fue para el Real Madrid la final de Copa del Rey disputada en Mestalla el 20 de abril de 2011, a sabiendas de que una semana después se volverían a ver las caras en Champions. En total, cuatro clásicos en 18 días, con una tensión desmesurada de por medio ya que el precedente más reciente fue el propio 5-0. Eran los dos rivales más temidos a nivel Mundial, además. Y de ego iban bien servidos. El primer round fue el más tranquilo, en liga, porque pese a tratarse de la jornada 32, la distancia a favor de los culés era de ocho puntos y un gol average casi imposible de revertir. El Bernabéu asistió a un 1-1, en el que Messi y Ronaldo abrieron boca, de penalti, para lo que vendría después.

La Copa del Rey fue a parar a las vitrinas de la Castellana. En dudoso estado, eso sí, ya que Sergio Ramos se le cayó desde lo alto del autobús en mitad de una celebración por todo lo alto en Cibeles. La ocasión lo merecía y, de hecho, esa final de 2011 supo mejor que varias de Champions, por el contexto y por el momento. El Barcelona dominó muchos tramos del tiempo reglamentario y llegó a marcar el 1-0, aunque no subió al marcador por un fuera de juego milimétrico de Pedro. El palo también impidió que Pepe fuese el héroe, que estaba reservado para Cristiano Ronaldo y su decisivo gol en el minuto 113 de la prórroga, tras una pared de Marcelo y Di María, sacando fuerzas de flaqueza.

🌄 El punto cumbre de la rivalidad

A la semana siguiente, el Barça se tomaría la revancha no solo de la final de Copa del Rey, sino también de las semifinales de 2002. El destino quiso que se reencontraran nuevamente en la penúltima ronda de Champions y, esta vez, en una eliminatoria plagada de polémica por la expulsión de Pepe tras la entrada a Dani Alves en la ida o por el gol anulado a Higuaín en la vuelta. Desde la previa, el cruce de declaraciones entre Mou y Pep ya fue frenético. «Guardiola critica los aciertos del árbitro, yo esto nunca había visto» se arrancó el portugués. A lo que el de Santpedor contestó con un tajante «Mourinho en esta sala es el puto jefe, el puto amo, es el que más sabe del mundo y yo no quiero competir aquí ni un instante».

Ya sin Pepe y el famoso trivote en el campo, Messi marcó un doblete que enmudeció al Bernabéu, pero no a Mourinho, que también vio la roja en la ida: «¿Por qué expulsan a Pepe? ¿Por qué no marcan cuatro penaltis contra Chelsea? ¿Por qué expulsan a Thiago Motta? ¿Por qué expulsan a Robin van Persie? Yo me pregunto por qué…». El Real Madrid juntó toda esa rabia para intentar tomar el Camp Nou con una de sus míticas remontadas, que, por un momento, se vio posible. Casillas mantuvo a los suyos con vida y, tras el gol anulado al ‘Pipita’, Pedro puso el 3-0. Ni así tiró la toalla el equipo dirigido ese día por Aitor Karanka. Marcelo descontó a falta de media hora y unos minutos de asedio generaron el run-run en la grada, aunque no hubo más goles y, finalmente, los azulgrana se clasificaron para la final. El doblete estaba al caer.

😬 El fin del mejor Barça de la historia

La siguiente temporada se abrió con un Barça supercampeón de España, de la forma más emocionante posible. 2-2 en el partido de ida en el Santiago Bernabéu y 2-2 en la vuelta en el Camp Nou hasta el minuto 88. Vamos, hasta que a Messi le apeteció cambiar las cosas y marcar el 3-2 de la victoria, que desató la tangana del dedo en el ojo de Mourinho a Tito Villanova. Pero el Real Madrid, fiel a su historia, le daría la vuelta a la tortilla en un momento crítico.

Fue con la liga de los 100 puntos, cuyo clásico de la segunda vuelta, el último de la era Guardiola, cayó del lado madridista. Otra vez les separaban cuatro unidades y se cruzaban en la jornada 35, esta vez con los merengues vestidos de líderes. Y el Camp Nou presenció su victoria en el encuentro y en el campeonato, después de que los de la capital saliesen vencedores, con una renta de siete puntos de distancia a falta de nueve en juego. Los goles (1-2), de Sami Khedira y Cristiano Ronaldo, al que le dio por pedir calma en mitad del follón que había montado.

La posterior Supercopa nacional también se quedó en Madrid, al igual que los merengues eliminaron en las semifinales de Copa del Rey de 2013 al Barça, con un 1-3 en la vuelta disputada en el Camp Nou. La eliminatoria que vio nacer a Varane en la super élite, con su carrera fugaz de 40 metros para hacer que Fábregas pareciese un alevín a su lado. La antesala al mirandazo del Atlético de Madrid.

🏃‍♂️💨 La Copa en la que Bale traumatizó a Bartra

La última final en la que se enfrentaron, sin contar Supercopas, fue la de 2014. De nuevo, en Mestalla como sede de la última instancia de la Copa del Rey, la última que ha levantado el Real Madrid. Muchos lo recuerdan el cómo, con la que probablemente sea la jugada más icónica en la carrera de Gareth Bale, el señor de las finales. Esa en la que, sin mediar palabra, porque no era un tipo de muchas palabras en español, le quitó las pegatinas a Bartra. Y a Pinto, que le limpió con un caño. 1-2 en el minuto 84 y a otra cosa, mariposa. De lo que prácticamente nadie se acuerda es de que, el 1-1… lo marcó el propio Marc Bartra, en un partido que, paradójicamente, jamás querrá recordar.

⌛ Últimos años de títulos blancos y clásicos azulgranas

Desde entonces, el clásico ha perdido fuerza, aunque hay fotos para la posteridad. El 0-4 del Barça en 2015 contra el Madrid de Benítez o cuando Leo Messi le recordó al Bernabéu quién era el rey, por mucho que esa liga fuese para el Real. A Leo no se le ocurrió nada mejor que marcar el 2-3 en el descuento. La verdad es que al ’10’ siempre se le dio bien incendiar al Bernabéu. Y no precisamente a base de encararse con la grada, aunque un pelotazo sí se le escapó. Ese día, no contento con el gol de la victoria, se quitó la camiseta y la alzó al cielo de Madrid, para que en Concha Espina leyesen bien el apellido de la mayor pesadilla de su historia. El mismo Messi que también participaría en la goleada por 0-3 de 2017, el 5-1 en 2018 y el 0-3 de semifinales de Copa del Rey en 2019.

El que se perdió Leo, ya en París, fue el 0-4 poco trascendente de 2022, que no empañó un año de ensueño para un Real Madrid que también venció a su archirrival en las semifinales de la Supercopa de España, con el decisivo gol de Valverde en la prórroga. En el primer clásico de 2023, Xavi se vengaría (1-3) con uno de los mejores partidos en su etapa como entrenador del Barça y un nuevo título. A lo que el Real Madrid contestó con otro 0-4, en este caso en las semifinales de Copa del Rey 2022/2023, para remontar el 0-1 adverso de la ida y proclamarse a la postre campeón ante Osasuna. Barcelona tuvo que presenciar la última noche memorable de Karim Benzema como jugador merengue, con el penúltimo de sus 11 hat-tricks con la casaca blanca.

La curiosidad en estos tiempos reside en que, por paradójico que parezca, el Real Madrid le tiene tomada la medida al Barça en el Camp Nou, y viceversa en el Santiago Bernabéu. Y así se corrobora en la 2023/2024, tras el doblete de Jude Bellingham en su primer clásico en Barcelona, para darle la victoria a los de la capital, antes de que los de Ancelotti arrasasen (4-1) a los de Xavi en la final de la Supercopa de España, el precedente más reciente de esta rivalidad.

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