⚽ Atlético de Madrid

Simeone y su pos-Mundial merecen un año más en el Atlético

La historia del Atlético de Madrid y Diego Pablo Simeone es la de una lucha constante. Contra todo y contra todos, siempre juntos de la mano. A esta receta que ha definido los mejores años de los colchoneros se le ha sumado un ruido de fondo cuya procedencia ha ido variando de emisor, pero no de contenido. Siempre que las cosas se han torcido mínimamente se abría el incómodo debate sobre si en el Metropolitano deberían prescindir del argentino. Entonces, en el punto crítico de desgaste entre club y entrenador, el Atlético del ‘Cholo’ ha renacido de sus cenizas: de equipo desahuciado a segundo en liga por delante del Real Madrid.

 🦢  ¿Canto de cisne de Simeone?

Tachado de entrenador defensivo por sus detractores, el Atlético de Madrid pedía a gritos un cambio después del Mundial. El equipo no carburaba y veía como se quedaba sin opciones de tocar metal demasiado pronto, adolecía de los problemas que arrastraba en las últimas temporadas. La gota que colmó el vaso fue el quedar cuarto en su grupo de Champions League, pese a ser el favorito para pasar como primero, que tuvo la guinda en una pena máxima fallada por Carrasco en el último segundo. «El penalti es un reflejo de nuestra temporada», dijo Simeone en rueda de prensa. Aunque sonó a excusa en el momento, lo cierto es que los resultados estaban por debajo del nivel mostrado por el Atlético. Merecían más de lo que tenían.

Por suerte para ellos, el Mundial llegó en el momento idóneo. Los jugadores y Simeone necesitaban respirar, dejar el pasado más reciente atrás para construir el futuro. Si bien existían los primeros rumores sobre una cláusula para no renovar al argentino si no quedaba entre los cuatro primeros, el equipo comenzó a trabajar desde cero. El ‘Cholo’ ya no era el ‘Cholo’, sino una versión distinta de sí mismo. Oscilando entre el sistema de tres centrales que le dio la liga a los rojiblancos hace un par de temporadas y un canónico 1-4-4-2, demostró que lo importante no era el dibujo, sino la actitud del equipo. Los puntos conseguidos en 2023 no engañan y les sitúan como el tercer mejor equipo del año en competiciones ligueras.

🌪️  Griezmann, el epicentro del tornado

La clave de esta mejora está en cómo se ha rodeado a Antoine Griezmann. Ya venía cuajando una muy buena temporada, al mezclar trabajo sin balón con su incuestionable talento, y si no es por ese pequeño gran milagro del 'Dibu' Martínez hubiese sido nombrado mejor jugador del Mundial de Qatar. El problema estaba en lo solo que se encontraba, pero esta filosofía más ofensiva de Simeone ha hecho que su impacto se multiplique.

"Creo que estoy en mi versión más competa con respecto a asistencias y goles, antes el juego del Atlético era más vertical y ahora nos asociamos más, tengo que adaptarme a eso e intento buscar mi sitio. Estoy muy feliz con mi rendimiento, pero todavía no he llegado a mi techo. Ojalá pueda alcanzarlo pronto", comentó el propio Griezmann.

El francés, así como sucede con Dybala en la Roma, ha encontrado un hábitat ideal en el que desarrollar su fútbol. Sus compañeros juegan a lo que dicte el trequartista, esa figura que ha renacido con el mencionado jugador argentino y el del Atlético de Madrid. Eso sí, Griezmann es mucho más intenso en el aspecto defensivo que su contraparte giallorossa (nunca Simeone dejó de ser Simeone). No hay más que ver como supera la media del equipo en parámetros clave como entradas por partido o pases, demostrándose que es la extensión de su entrenador en el campo. Porque, si antes fueron Koke y Gabi sus mariscales de campo, el trasvase hacia Griezmann ya se ha completado.

🏆  Poner los cimientos para volver a ganar

"Aprendo todos los años, la vida es aprender todos los días, hasta que uno se muere. El crecimiento se ve claramente después del Mundial, hubo mucha gente que no confiaba en nosotros, y es muy lindo seguir creyendo en lo que uno hace y que se vea como después del Mundial", comentó Simeone tras el Atlético de Madrid-Cádiz (5-1).  Falta por ver si acaban decretando esa segunda posición por delante del Real Madrid, pero es evidente que este equipo vuelve a confiar en lo que hace. Y, si hay algo que definió al último equipo rojiblanco que ganó la liga, era la convicción absoluta en su estilo.

Simeone, junto a Griezmann y Koke, tras un partido.

Simeone, siendo realistas, es una rara avis en el fútbol. Su historia es más propia de uno de esos entrenadores legendarios del siglo pasado, aquellos que se pasaron casi una vida en el mismo banquillo para que su equipo pasase de la nada al todo. Puede llegar a ser entendible que, cuando vengan mal dadas, existan dudas y se pierda el crédito; así como que se saldría de la lógica no darle un año más al argentino.

Es evidente que la relación cada vez está más viciada y que el final de su etapa en el Metropolitano acabará, pero su cambio tras el Mundial merece confianza. Un par de fichajes acertados les pondrían, una vez más, tras la senda que marcó Luis Aragonés, el mito al que ya superó en número de partidos. Incluso ya se puede afirmar que están en ella, pues desde el Mundial no han parado de ganar y ganar para volver a ganar. No le queda otra al cholismo para seguir dando cátedra.

Ir al contenido