Corría un 14 de marzo de 1976 cuando el guardameta bilbaíno entró en la historia de la liga al convertirse en el primer portero en marcar un gol en la competición doméstica. Al escuchar esta frase, automáticamente el cerebro de quienes no conozcan lo sucedido imagina una situación agónica, en la que el cancerbero sube a rematar la última acción del choque a la desesperada y marca. Sin embargo, esta vez no fue así. Esta es la historia de Juan José Santamaría, el protagonista al que emularon años después Andrés Palop, Toni Prats, Dani Aranzubia, Yassine Bono o Marko Dmitrović.
😲 El histórico gol de Juan José Santamaría
Si a la primera frase mencionada en este artículo le añadimos que el encuentro entre Racing de Santander y Atlético de Madrid acabó con victoria por 4-3 para los locales, asumiríamos que Juan José Santamaría marcó el tanto decisivo. Pero nada más lejos de la realidad. El ex del Athletic Club, Cádiz o Barakaldo, además del cuadro cántabro, anotó a los 16 minutos de juego el primer gol del partido disputado en El Sardinero, correspondiente a la vigesimosexta jornada de liga.
El Racing de Santander atisba el fin a una década en el infierno
Realmente, fue un accidente lo que provocó esta situación, dado que el lanzador habitual de los penaltis era Armando Ufarte, jugador lesionado en el Racing para ese encuentro. Lo sorprendente es que la alternativa fuese nada más y nada menos que el portero, aunque no es ni el primer ni el último guardameta que ha lanzado una pena máxima durante el transcurso de los partidos. René Higuita, José Luis Chilavert, Hans-Jorg Butt o Rogério Ceni son ejemplos que rompen esta ley no escrita. Curiosamente, se le marcó a Miguel Reina, el padre del veterano arquero del Villarreal.
Algunos de forma puntual y otros reincidentes, eso sí. Y en su caso fue lo primero, ya que Juan José Santamaría no volvió a anotar una pena máxima en partido oficial en sus diez años de carrera profesional. Más allá de lo anecdótico en torno a la figura de Juanjo, su penalti sentó un precedente en 1976. Ese año, Carlos Fenoy, portero del Celta de Vigo, siguió sus pasos y se convirtió en el portero goleador del momento, con cinco tantos en su cuenta particular.
🧤 Un portero adelantado (a su tiempo)
Juan José Santamaría fue delantero centro hasta los 15 años, cuando en el Indautxu cambió los goles por las paradas. «Puedo decir que me ha ido bien en el fútbol gracias a aquella decisión», reflexiona en una entrevista para el Diario AS. De casta le viene al galgo, aquel penalti no era el único de su carrera, por mucho que el resto los transformase en categorías inferiores. «No pasé nervios y lo metí, aunque tuve la presión de que el partido estaba igualado y fue un lanzamiento en frío. Yo había tirado penaltis muchas veces, pero siempre en las tandas de los torneos de verano. Se me viene a la cabeza especialmente uno que lancé en el campeonato Principado de Asturias contra el Sporting, que también fue gol» recuerda Juanjo.
«Yo era un guardameta más de estos tiempos, que jugaba fuera del área y pegaba bien a la pelota con las dos piernas. Me llamaban ‘loco’ por estar tan adelantado. El fútbol ha cambiado para los porteros, pero también entonces jugaba gente con otras ideas, como Fenoy o yo mismo», cuenta uno de los cancerberos más famosos en la historia de la liga española gracias a aquel suceso. Actualmente, Juan José Santamaría tiene 76 años y está jubilado a todos los efectos, después de su retirada del fútbol en 1981, cinco años después de la acción más recordada de su carrera.