Volvió LaLiga y, con ello, ha vuelto a rodar el balón de ‘La Xavineta’. Lo que no regresará, al menos, hasta pasados tres partidos, serán los goles de Robert Lewandowski, sancionado definitivamente por su expulsión ante CA Osasuna en el duelo inmediatamente anterior al parón. La cautelar del Tribunal Central Contencioso de Madrid le permitió jugar en Nochevieja ante el Espanyol, pero el castigo se mantendrá. Momento valle, por tanto, en la temporada del polaco, que tuvo un Mundial muy sacrificado como punta de lanza de un plantel extremadamente defensivo, que no le abastecía, que falló el penalti frente al Almería cuatro días antes de ver la mencionada cartulina roja y que frente al Espanyol también lució la pólvora mojada. Llegados a este punto, Xavi tendrá que elegir a su reemplazo. Opciones no le faltan, cada una con sus pros y sus contras.
🦁 Memphis Depay
Esta es la opción más probable, tras completar un Mundial positivo y ser titular en punta frente al Intercity. Llegó lesionado a Catar y le costó entrar en dinámica con Louis van Gaal, pero cuando estuvo listo para afrontar el reto, Memphis rugió en el Mundial como el león que lleva tatuado en la espalda, a tamaño real. Contra Estados Unidos, en octavos de final, levantó del asiento a propios y extraños con su libertad para mediapuntear y tirar apoyos o reversos propios del baloncesto.
Eso lo hace con una naturalidad y elegancia asombrosa dentro y fuera del área. Pero demanda licencias. Por ejemplo, para acercarse al balón y no tanto para ocupar espacios vacíos, para recibir al pie y no tanto al espacio. En un equipo lento, que carece de movimientos profundos, un Memphis apático puede ser como darle morfina a una plantilla sedada. Eso sí, en sus días lúcidos, donde sale con el cuchillo entre los dientes y siente el equipo suyo, es un desatascador de partidos nato.
🐱 Ferrán Torres
Puede ser la apuesta de Xavi, en el sentido literal de la palabra. Si bien le dio muchos galones hace un año, cuando llegó procedente del Manchester City, el overbooking en la delantera, con Lewandowski como intocable, le ha relegado a un rol secundario. Causa o consecuencia, o más bien ambas, como una pescadilla que se muerde la cola, el atacante español vive un profundo bache de confianza que no le permite mostrar su mejor versión. No desentona más allá de su preocupante falta de puntería, salvo en aquellos días donde no se atreve a encarar ni una sola vez como extremo. La teoría de que los goles, al igual que el ketchup, a veces no salen y otras caen caen a borbotones, se hace de rogar demasiado con el canterano del Valencia CF.
Si no desentona es porque a la hora de combinar, de desmarcarse o presionar, es un activo muy valioso. De los que suelen retroalimentar bien a sus compañeros. Por tanto, un recurso útil; aunque, tal vez, con esta sequía no sea la opción idónea para suplir al pichichi de LaLiga. O, quizá, sea todo lo contrario: una oportunidad perfecta para ver el vaso medio lleno y pensar que, ya que falta el ex del Bayern, lo mejor será darle la confianza a un delantero que necesita quitarse ansiedad. Cuantos más minutos tenga, más probable será que marque.
🐍 Ansu Fati
Por las sensaciones corporales que transmite, es la carta menos probable, al menos de inicio. Como revulsivo ha lucido más recientemente. Pero, si físicamente está bien, que no parece, es el jugador más capacitado para no echar de menos al ‘9’. Sin duda, el más instintivo en el área de toda la plantilla tras el polaco. El que menos suele perdonar, como demostró ante el Intercity en la trampa copera de Alicante. El que tiene un desmarque de ruptura más demoledor para dar profundidad por dentro al equipo. Y el que, junto al neerlandés, mayor facilidad tiene para improvisar driblando. Aunque con quien ha tejido realmente una sociedad de máximo poder intimidatorio es con Robert. Muy sorprendente para el poco tiempo que llevan juntos en Can Barça.
