El Mallorca venció (1-0) a los blancos en una calurosa mañana de domingo en Palma, para romper su racha de cuatro derrotas consecutivas ante el Real Madrid y sumar la cuarta victoria seguida en casa. Nacho Fernández, en uno de los mil duelos que tuvo que batallar contra un excelso Muriqi, introdujo el balón en su propia portería a los 13 minutos de encuentro. Le tocó remar al Madrid sin los lesionados Militão, Benzema y Courtois, este último en el calentamiento (aductor), y con numerosas rotaciones. La ocasión más clara, y prácticamente la única, fue para Asensio, de penalti, pero no se cumplió la ley del ex, porque Rajković detuvo su lanzamiento. Los de Aguirre, tras un ejercicio defensivo sobresaliente, se sitúan a un solo punto de Europa, con 28 unidades.
🧱 Trinchera, piedras, palos… y Muriqi
El plan del Mallorca fue claro, coherente y funcional: adelantarse en su única llegada con peligro y, a partir de entonces, gestionar la ventaja. Lo consiguió con un bloque medio compacto, en el que las distancias entre jugadores fueron cortas para garantizar un buen sistema de coberturas. Los parones, constantes; en situaciones que no comprometieron su defensa a balón parado. Y la línea defensiva no solo no se hundió con facilidad, sino que también gestionó bien la profundidad, salvo en la jugada del penalti. Tuvo solo el 26% de la posesión y sus ataques fueron escasos y rudimentarios, pero eso no impidió que estuviese cómodo y que su delantero se coronase como el MVP del choque. Con Muriqi, la vida puede ser maravillosa.
☠️ La del pirata cojo
Con cara de malo, aunque cojo, bajo ningún concepto. En todo caso, desgarbado. Pero eficaz como él solo. El kosovar se levantó hoy con la idea firme de torturar a los centrales del Real Madrid, que, ya de por sí, sufrieron por jugar expuestos En cualquier caso, no estuvieron demasiado aplicados en algunas vigilancias, algo trascendental ante los pupilos del ‘Vasco’ Aguirre.
¿El resultado? Que Vedat Muriqi se impuso en los duelos. Las estadísticas señalan que perdió 9 de 15, aunque, realmente, fue una vía de escape permanente: suya fue la prolongación y la disputa con Nacho en la jugada que desembocó en el 1-0, él provocó segundas jugadas con las que llevar el partido al barro en el tramo central de la contienda y, no contento con eso, también oxigenó al final, con su enorme clase para retener esféricos y poner a correr a sus compañeros en los minutos finales con sus descargas. Una actuación de esas que hace levantar a propios de sus asientos y que desespera a ajenos.
😩 Un Real Madrid abatido
Ante este contexto, el conjunto blanco se aferró a sus vías de ataque alternativas: los disparos de media o larga distancia en el primer periodo, ineficaces, y los centros laterales en los 20 minutos finales, tras la entrada de Kroos, Alaba y Modrić para colgar balones, así como de un Mariano que remató un par, en sus primeros minutos oficiales desde principios de noviembre. Reaccionó Ancelotti más pronto que de costumbre, con sustituciones tempraneras, pero eso no impidió que se viese un equipo muy plano, sin ideas, sin disparar a puerta más allá del penalti y con un Vinicius especialmente bien defendido.
🟣 Nacho Fernández:
🗣️ "Creo que se está creando un ambiente con el tema de Vinicius que no beneficia a nadie. Ni a él, ni al fútbol, ni al público que, al final, sin saber, se mete con el chaval. Tenemos que disfrutar y dejar las tonterías a un lado".
— Iñaki María Avial ⚽ (@mariaavial) February 5, 2023
Aguirre se encargó de que el brasileño no pudiera encarar en situaciones de uno para uno, a campo abierto o con distancia para arrancar. Maffeo volvió a demostrar que es un lateral férreo para afrontar este tipo de retos y, por si fuera poco, tuvo permanentes ayudas de Dani Rodríguez, Iddrisu Baba, Ruiz de Galarreta o de un Giovanni González que fue central derecho en el 1-5-4-1, sin el sancionado Copete y sin Martin Valjent, con fiebre. ‘Vini’ se reveló en la jugada del penalti, aunque eso tampoco fue suficiente para evitar la tercera derrota liguera del Real Madrid, que se queda a cinco puntos del Barça, con un partido más.