Las frases edulcoradas o ambiguas suelen dejar al receptor algo descolocado. Y en el fútbol esa práctica está de moda. Los jugadores no suelen mojarse, evitan opinar claramente, no se quieren cerrar puertas y ese juego les conduce irremediablemente al famoso: «donde dije digo, digo Diego». Rodrygo ha sido el protagonista del Real Madrid en los últimos días con mensajes contradictorios sobre su futuro. En unos abraza la felicidad que siente en Valdebebas, mientras que en otros deja su horizonte abierto y deja entrever que su continuidad dependerá del protagonismo que pueda tener en el equipo. Ganador en Wembley de su segunda Champions League con el Madrid, el brasileño se mostró molesto por un montaje de un medio español en el que su intervención parecía una despedida. Sin embargo, en portugués, su idioma natal, también sembró dudas.
Con solo 23 años es una de las tres piezas que dirige el ataque del Madrid, junto a las cabalgadas de Vinícius y a la clase insultante de Bellingham. Se podría decir que el ‘11’ madridista reúne varias cualidades: definición, regates y visión de juego. Algo que le hace imprescindible. No obstante, el atacante brasileño suele ser uno de los cambios más repetidos de Ancelotti durante los partidos para oxigenar al equipo. Eso, sumado a que el curso que viene el Madrid contará con Endrick, y Mbappé, hace que el rol de Rodrygo pueda cambiar y devaluarse el próximo curso. ¿Tiene motivos el brasileño para estar preocupado por su futuro?
🔄️ Fijo en la lista de cambios de Ancelotti
Los números de Rodrygo esta temporada, según Fbref, son de 17 goles y 8 asistencias. En total ha colaborado en 25 dianas este curso. Solo Vinícius (33) y Bellingham (36) están por encima del de Osasco en este aspecto. El año pasado fueron 19 dianas y 11 regalos de gol, pero su rol ha sido más importante este año con la salida de Benzema. Esa posición de delantero centro ha recaído en Rodrygo la mayor parte del tiempo, aunque también se le ha visto ocupando posiciones de ataque en ambas bandas e incluso por detrás de un delantero como Joselu. Cuando llegó al Santiago Bernabéu en 2019 tuvo que adaptarse al costado derecho, ya que en el izquierdo estaba Vinícius. No obstante, él siempre ha dicho que el zurdo es su lado bueno. Su capacidad de adaptación, junto a su calidad para dominar el juego con las dos piernas, desborde y su fútbol de asociación, han hecho de Rodrygo un jugador importante en cualquier parte del campo.
Nadie duda de las capacidades de ‘Rodry’, pero siempre hay algo extraño en su figura. Pese a ser un referente en ataque, no acaba de tener esa aureola de decisivo que sí tienen Vinícius y Bellingham. Eso le convierte en la pata débil del tridente. Pese a ser su temporada con más titularidades (43), no es en la que más minutos ha jugado (3,706 por 3,851 la campaña anterior). Es cierto que el curso pasado el Madrid disputó y ganó la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, competiciones en las que no ha participado el equipo esta temporada. Pero de esos 43 choques, solo ha terminado 11, una estadística que llama sumamente la atención. El brasileño tiene por delante a 14 futbolistas en la plantilla blanca con más partidos completos, incluso a un Toni Kroos (13) al que Ancelotti ha ido administrando.
La media de minutos jugados por choque del extremo es de 72. Un cálculo alejado al de hombres como Bellingham (86), Rüdiger (85), Carvajal (82), Valverde (79), Vinícius (79), Mendy (76) o Tchouaméni (74). El técnico italiano prefiere ‘tocar’ al ‘11’ madridista que a otras piezas del equipo. Pese a esto, pocas veces se le ha visto poner malas caras al brasileño. Todo lo contrario. Lo primero que ha hecho es agradecer la confianza de todos, incluyendo a Ancelotti, cuando se ha atascado. Que también ha habido tramos en los que ha estado negado de cara a portería. En cuanto a otras aportaciones, Rodrygo ha sido más insistente, aunque se ha quedado atrás respecto al curso pasado en cuento a acciones para la creación de tiros por 90 minutos (4,09 por 4,64 el año pasado) o para la creación de goles (0,53 por 0,82). También ha sido menos efecto en los remates entre los tres palos que han acabado en gol (0,28 por 0,33).
😥 Rodrygo no quiere volver a su rol de 2022
Rodrygo ya dio un paso al frente la campaña pasada. Los problemas físicos de Benzema facilitaron su presencia en el once. Sin embargo, antes de eso, su importancia en el equipo no estaba nada clara. Se llevó un mazazo cuando Ancelotti le dejó fuera de la final de la Champions League de 2022 para poner a Valverde, capital en el gol definitivo de Vinícius. Sus decisivas actuaciones en las remontadas ante el Manchester City o el Chelsea no le valieron un puesto en París. Es más, en esa temporada jugó 49 partidos, pero solo 25 de titular, con una media de 49 minutos por encuentro.
Ahora, asentado en el once y sintiéndose un futbolista con peso en el panorama internacional, está viendo las orejas al lobo. Las llegadas de Mbappé y Endrick podrían hacerle perder su papel protagonista en el Madrid. Sobre todo la inclusión del francés, ya que Endrick apenas cumplirá 18 años el próximo 21 de julio. La incógnita está en saber el papel de Rodrygo. Vinícius por la izquierda y Mbappé en la punta de ataque tendrían un papel fijo, mientras que Bellingham podría retrasar su posición y ocupar el hueco que deja Toni Kroos. Quedaría el sector derecho de la lanza ofensiva que estaría reservado para Rodrygo o para que se incorpore Fede Valverde, aprovechando su portentoso físico y su trabajo ofensivo y defensivo.
Lo que queda claro es que el brasileño, con contrato hasta 2028, quiere seguir siendo importante como hasta ahora y su idea es seguir vestido de blanco. El próximo curso será significativo para tantear el terreno. Por si las moscas, él ya ha dejado caer que se siente uno de los líderes del vestuario y que no quiere que se devalúe esa condición. En la directiva del Real Madrid le tienen mucho aprecio, como indica el gesto de Florentino Pérez pidiéndole la camiseta al ‘11’ en el amistoso entre España y Brasil en el Bernabéu, en vez de a Vinícius o Endrick, que también estaban al lado. Es cierto que venderlo sería un negocio bastante beneficioso para el club madridista por ser un futbolista que, ahora mismo, según Transfermarkt, está tasado en 100 millones de euros. De momento, hay una Copa América para Rodrygo con Brasil y unas vacaciones merecidas antes de afrontar la pretemporada 2024/2025 con el Madrid y ver cómo encajan las piezas de la próxima plantilla blanca.