El departamento de Integridad de la RFEF iniciará el desarrollo del contenido en el proyecto de Integridad de la Youth League para el periodo comprendido entre 2024 y 2027. Entre todas las federaciones europeas de fútbol que cuentan con este área, UEFA ha escogido la de España «por su método innovador, los conceptos en los que trabaja y la implicación que ha logrado entre jugadores, cuerpos técnicos y protagonistas del fútbol nacional», apunta en su comunicado.
¿De que se encarga el departamento de Integridad de la RFEF?
Está enfocado en velar por el juego limpio, tanto en términos de amaño, como en el derivado de apuestas ilegales, cada vez más frecuentes por la expansión de las nuevas tecnologías. La Real Federación Española de Fútbol aboga por mantener la naturaleza del deporte y combate esta lacra a través de su Programa Global de Formación y Concienciación para la Protección de la Integridad, un plan elaborado desde Las Rozas.
Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sede de la RFEF.
La RFEF imparte sesiones a vestuarios, desde el fútbol profesional, hasta el de categorías inferiores, cuerpos técnicos, empleados o el colectivo arbitral. Cuenta, además, con la figura del Punto de Integridad que existe en cada federación territorial. En esta labor de concienciación, la Real Federación Española de Fútbol ha visualizado como elemento clave el uso responsable de las nuevas tecnologías y trata de prevenir que los protagonistas abusen de las redes sociales, separando qué es necesario y qué resulta prescindible. Por ese motivo, trabaja con la primera unidad hospitalaria de tratamiento de adicción a las nuevas tecnologías y con el Servicio de atención en adicciones tecnológicas (SAAT).
¿Qué hace especial su método?
«En todas las charlas buscamos un punto de reflexión de en qué nivel está cada uno y cómo le afecta a su rendimiento en el campo. Detectamos casos en los que no hay ninguna conversación entre un futbolista y su fisioterapeuta durante una sesión de casi una hora. ¿Cómo puede ser posible? Porque el jugador estaba con su teléfono. El profesional que le trata pierde información porque este no está concentrado en su tratamiento», declara Felipe Sánchez-Pedreño, responsable del área de Integridad de la RFEF.
Felipe añade que le dan mucha importancia al caso de los menores de edad: «Si una organización delictiva percibe en una red social de un futbolista que le gustan, por ejemplo, las motos y viajar, el cebo para tratar de seducirle ya lo tienen: ‘¿Te gustaría tener una moto y este viaje? Pues escucha lo que simplemente tendrías que hacer para ganártelo…’. Al conocer sus gustos, es más fácil que el deportista caiga en la trampa». Este es el trato que se da a dicha problemática desde la RFEF, muy interactivo. Sánchez-Pedreño apunta que su método invita más a la reflexión y es más atractivo para el destinatario del mensaje.
