Javier Tebas - La Liga
Opinión

Ataque de nervios en la Liga

En los últimos días, cuando una lee los artículos que están publicando los periodistas normalmente próximos y afines a los postulados de la Liga —y especialmente de su Presidente— o cuando analiza los tweets de las últimas semanas del propio Sr. Tebas, puede percibir de manera fácil un muy alto e indisimulado nivel de nerviosismo, nunca visto hasta ahora en ese entorno, que evidencia que algo está pasando en él y, sobre todo, que se prevé que algo muy importante puede pasar en él en las próximas semanas o meses.

Personas próximas al Presidente de la Liga afirman que este nerviosismo se debe a que ha entrado en pánico por los diferentes reveses judiciales que puede sufrir su estrategia. No está acostumbrado a perder, y la sola probabilidad de que esto se produzca, con la información privilegiada de la que dispone, le causa pavor.

Es conocido que el fondo CVC ha paralizado desde hace semanas la entrega de las cantidades a las que se había comprometido en estas fechas porque no parece que tenga claro cuál va a ser el escenario judicial en las próximas semanas.

Ya existen periodistas de cabecera que están empezando a poner encima de la mesa esta hipótesis y a nadie se le escapa que esto no es porque sí. ¿Se estará preparando el terreno informativo con periodistas afines explicando un Plan B?

El público deja de ir a los estadios

Entre el personal de la Liga, también preocupa enormemente el importantísimo descenso de los espectadores en los estadios; y, sobre todo, el descenso, nunca conocido hasta ahora, de los espectadores en los partidos de fútbol de la Primera División, que deja casi a nivel residual los espectadores de la Segunda. Son varios cientos de miles los que se han desvinculado del fútbol por la televisión.

Más pánico aún causa en la Liga el denominado por Tebas como “circo” —la Kings League—, que está dando cifras constantes de telespectadores muy superiores a una buena parte de los partidos de la liga profesional. Más concretamente, son superiores a algunos de los partidos de la Primera División y a la mayoría de los de Segunda. Y, encima, la parte más voluminosa de esos espectadores son los jóvenes que Tebas se había fijado como objetivo de crecimiento.

Si a esto se suman las dificultades económicas de algunos de los emisores televisivos, que pueden crear un extraordinario crack económico en la Liga, y la inviabilidad de tesorería de más del 70% de los clubes, es lógico que se esté empezando a generar una enorme tensión entre un número importante de estos clubes, que habían confiado con fe ciega en Tebas y que ahora comienzan a darse cuenta de que había mucho humo y mucho power point sin consistencia real en sus planteamientos.

Por primera vez, le están preguntando a Tebas que cómo es posible que se gaste más de 30 millones de euros de los clubes en gastos colaterales o ajenos a la competición por la que debería velar, como son los que este dedica a otros deportes, a medios de comunicación, a eventos académicos que nada aportan a los equipos (y sí mucho a él, como personaje público, para proyectarse en caso de que necesite encontrar una salida profesional fuera de España).

Ya se cuestionan los gastos desorbitados de las denominadas “embajadas de la Liga” en diversos países del mundo, con precios de alquiler de las sedes por importes prohibitivos y salarios desmesurados para los ejecutivos que desarrollan estas labores fuera de España. Y ya le han planteado que se estaría produciendo una duplicidad de gastos para unas mismas funciones. Por ejemplo, se está pagando, por un lado, una cantidad enorme de dinero al agente comercial encargado de buscar y supervisar los emisores de la Liga en el extranjero; y, por otro, se paga también a empleados de la Liga para que hagan funciones similares, cuando no iguales.

Se prevén malos tiempos para la Liga —y especialmente para Tebas— en los próximos meses.

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