Michael Jordan, Muhammad Ali, Tiger Woods, Michael Phelps, Usain Bolt, Diego Armando Maradona… ¿qué tienen en común estos deportistas? Todos, durante su trayectoria profesional, dominaron su disciplina como nadie. Marcaron una época que ha logrado trascender el tiempo y les ha erigido como los mejores de la historia a nivel global. En esa terna, guste más o menos, no puede faltar Novak Djokovic. El serbio es, sin discusión, el mejor hombre que ha empuñado una raqueta. Sin embargo, mientras da sus últimos coletazos, el público le brinda más abucheos que aplausos. Es el villano por antonomasia. Un papel que parecía haber asumido, pero que ahora rechaza enormemente.
🔢 Djokovic, por números, ¿el GOAT del deporte?
Nunca habrá unanimidad. Si el debate específico en torno a un solo deporte es complejo, trasladarlo a todos los ámbitos lo hace demasiado subjetivo. No obstante, Djokovic se ha ganado a pulso, al menos, que le tengan en cuenta. Principalmente porque más allá de lo que ha logrado, el valor añadido está en el cómo: lo ha hecho conviviendo con Roger Federer y Rafael Nadal, las otras leyendas del tenis. En su currículum yacen (casi) todos los récords posibles.
— 24 Grand Slam. El serbio, con el US Open en 2023, se convirtió en solitario como el tenista con más majors en la historia, tras superar a Margaret Court, que mantenía vigente esa condición desde 1973. También es el tenista que más finales ha disputado en estos eventos (36), por delante de Federer (31) y Nadal (30).
— 7 Copas de Maestros. El curso pasado, Djokovic, inherente al transcurso del tiempo, sumó su séptimo ATP Finals, después de haberlo logrado también en 2008, 20212, 2013, 2014, 2015 y 2022.
— 8 temporadas como número uno del mundo. Poco le importó al de Belgrado la irrupción de Sinner o Alcaraz. Por octava temporada en su carrera (2011, 2012, 2014, 2015, 2018, 2020, 2021 y 2023), Djokovic concluyó en lo más alto del ranking ATP. Nadie ha hecho algo similar.
— 10 Abierto de Australia. Melbourne siempre ha sido su hogar, pese a las desavenencias que vivió durante la Covid-19. Su hazaña no se asemeja a la de Rafa en Roland Garros, pero su decena de títulos (2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020, 2021 y 2023) es difícilmente repetible
— 40 títulos en Masters 1000. Con el título en París en noviembre de 2023, Djokovic mantiene el récord en esta categoría. Es, además, el único que ha sido capaz de ganar todos estos torneos, y lo ha hecho en más de una ocasión.
— Más de 400 semanas como número uno del mundo. La competencia que ha tenido que afrontar no ha impedido a Djokovic liderar un registro demoledor. Para poner en contexto este registro hay que compararlo con Nadal, que solo ha estado en esta posición 209 semanas.
Y, presente en la final de Wimbledon, todavía pugna por elevar sus cifras. De momento, como principales retos, tiene la posibilidad de convertirse en el tenista que más veces ha ganado Wimbledon y el US Open. También la compleja hazaña de ganar los cuatro Grand Slam en una misma temporada o, por qué no, el del oro olímpico.
😞 Djokovic se ha cansado del papel de villano
Convivir con Roger Federer y Rafael Nadal no solo ha sido complicado para Djokovic a nivel tenístico, también en lo extradeportivo. El suizo, elegante; el español, luchador. Con dos contendientes que han alardeado de amistad y buen rollo, en la película hacía falta alguien que elevara la rivalidad, que diera ese plus de batalla que tradujese los envites en una guerra. Y ese siempre ha sido Djokovic.
¿Por qué? Principalmente por su actitud. La celebración de los puntos en según que momentos muchas veces no ha gustado. Pero más allá, casi todo son falacias. Al serbio se le achaca haber fingido lesiones, como si él no pudiese obrar milagros siendo víctima del físico. Tampoco le ha ayudado ser uno de esos deportistas sin pelos en la lengua. La pandemia fue una buena muestra. Siempre le ha perjudicado ser claro, cuando eso es más virtud que defecto.
Con el paso del tiempo, a muchos ‘aficionados’ no les ha sentado demasiado bien que Djokovic haya cerrado el debate. Federer cambió el tenis, Nadal, probablemente, ha arriesgado hasta los límites su cuerpo por erigirse como el mejor, pero, realmente, es Djokovic quien será, para siempre, considerado el GOAT. De hecho, son sus rivales los que ya le reconocen esa condición. En esta última etapa, con la irrupción de otros jóvenes, esto le ha costado improperios y abucheos.
🗣️ Wimbledon, el último episodio
Hasta la fecha, Djokovic parecía crecerse con los pitos del público. Y todavía lo hace. «He jugado en ambientes más hostiles que este», aseveró tras su envite de octavos de final. Sin embargo, la herida está abierta. Con 37 años, el serbio se ha cansado de ese papel de villano. Solo eso puede explicar que se atreviera a encararse con el público en el considerado templo del tenis, abucheando él mismo, con sarcasmo, a los aficionados que se habían dado cita.
El vídeo recorrió el mundo, ahora que las redes sociales lo permiten. La gente no daba crédito, y aprovechó de nuevo para arremeter contra él. La verdad, en cambio, es que lleva soportando una condición que no merece durante demasiado tiempo. Ahora que afronta la recta final de su carrera merece ese reconocimiento que el público sí le ha entregado a sus dos grandes rivales. Porque Djokovic, más allá del tenis, es historia del deporte. Y alguien de su condición no merece ser el malo de la película.
