A pesar de haber tenido una temporada complicada, repleta de problemas de potencia, accidentes, errores estratégicos del equipo, sanciones y un largo etcétera, Fernando Alonso llega al último Gran Premio de la temporada con posibilidades de cumplir su objetivo: ganar a Esteban Ocon, su compañero en Alpine.
Fernando tiene 81 puntos, cinco menos que Ocon (86). Sin duda, esa diferencia de puntos no es un fiel reflejo de la temporada. Fernando ha estado mucho más lastrado por la fiabilidad que el piloto francés y, además, Esteban ha realizado algunas acciones más que cuestionables contra su compañero de escudería a lo largo del año. Actos que han ido corrompiendo poco a poco su relación y han provocado que el propio Alonso explotase en el pasado Gran Premio de São Paulo, tanto por la radio llamando «nuestro amigo» de forma sarcástica a Ocon, como en las ruedas de prensa, enumerando todas esas acciones poco deportivas que ha sufrido por parte de su compañero de equipo.
Al igual que ocurre en muchos otros equipos, la situación llega muy tensa y la rivalidad ha ido subiendo más y más de temperatura. Sobre todo, desde el lado de Esteban Ocon que, debido a su juventud, manifiesta esa tensión en mayor medida que Fernando Alonso. Ambos quieren ganar este duelo sea como sea: en el caso de Esteban, por el caché que te da ganar a un bicampeón del mundo que, a pesar de tener 41 años, sigue en plena forma; en el de Fernando, para seguir aumentado su gran estadística de superar a sus compañeros de equipo. A lo largo de sus más de 20 años en el deporte, solamente Button, en 2015, fue capaz de vencer al asturiano y, en 2007, Hamilton logró igualarle a puntos.
En Abu Dhabi se decide todo… y la pregunta es: ¿pensar que Fernando puede superar a Ocon es realista? La respuesta: «sí, pero será complicado».
En primer lugar, hay que estimar que, salvo que estemos ante un GP caótico, los Red Bull, los Ferrari y los Mercedes están muy por delante. Por lo tanto, teniendo esto en cuenta, la mejor posición a la que se puede aspirar es al séptimo puesto.
Además, a ‘El Nano’ no le sirve el empate —salvo que consiga acabar en cuarta posición la carrera— ante su compañero de equipo y necesita conseguir 6 puntos más que el galo en la última cita del Mundial. La situación más lógica y sencilla sería que Alonso acabase séptimo, el mejor del resto, y Ocon, fuera de los puntos.
¿El problema? Que la competencia en la zona media es muy alta. Además de McLaren —fundamentalmente, Norris—, equipos como Aston Martin o Alfa Romeo han recuperado terreno y han logrado acercarse, sobre todo, en ritmo de carrera, al rendimiento de Alpine. Teniendo esta perspectiva en consideración, conseguir esa ansiada séptima plaza es complicado. Otro factor a tener en cuenta es la fiabilidad —baja en los motores Renault que monta Alpine— y la escasez de motores sanos que tiene Fernando. Cualquier problema de motor que pueda tener el fin de semana significaría la necesidad de cambiarlo y la correspondiente penalización… reduciéndose enormemente las posibilidades en su duelo contra su compañero de equipo.
También habrá que tener muy en cuenta cómo actuará Alpine durante el Gran Premio. Es muy probable que ambos pilotos se encuentren en pista y que el equipo tenga que tomar una decisión para impedirles luchar. Ahí saltarán chispas y tal vez viviremos un nuevo episodio en el que un piloto hace caso omiso a las órdenes de su equipo. Y si hay algo que ha quedado claro en Alpine a lo largo de este año es que todavía falta experiencia y presteza para resolver este tipo de situaciones. Carreras como Arabia Saudí, Hungría (en 2 ocasiones) o el propio GP de Brasil son algunos ejemplos.
Sin embargo, otros duelos que todavía llegan abiertos a esta última cita del calendario pueden ayudar a conseguir un mayor puñado de puntos. El principal y más goloso es la lucha por el subcampeonato: Leclerc y Pérez llegan empatados a puntos (290) y el británico Russell también tiene posibilidades, aunque, siendo realistas, son muy dispares.
Los tres quieren ser subcampeones. Charles Leclerc y Sergio Pérez ya lo han demostrado por activa y por pasiva: en el pasado GP tuvimos varios episodios tensos, a raíz de esa necesidad imperiosa de ganar puntos para facilitarse el trabajo por ser el segundo mejor del año. Leclerc y Pérez se la juegan al todo o nada, quien quede por delante en Abu Dabi, gana. Y eso va a provocar que ambos arriesguen mucho, jugándose la posibilidad de cometer un error o de tener un accidente, permitiendo que otros pilotos —en nuestro caso, Fernando— puedan pescar en río revuelto.
Aun así, a pesar de la importancia que tendría ganar este duelo, la ilusión de Fernando Alonso está puesta en su próximo reto con el equipo Aston Martin, que empezará a rodar este próximo lunes en los tests de post-temporada que se celebran en el trazado de Yas Marina.