Hoy empieza el Máster Final.
El torneo de los mejores del año.
La fiesta final de World Pádel Tour.
De despedida.
Termina la temporada y algo más.
El circuito desaparece y llega Premier.
Muchos cambios y muchas incertidumbres.
La internacionalización definitiva del pádel.
Global.
Habrá menos torneos en España y más por todo el mundo.
Aunque aún no han firmado el contrato los jugadores.
Una última vuelta de tuerca en las negociaciones.
Porque la cosa está clara.
Se necesitan. Mutuamente.
Mientras, todo indica que hay otro final histórico.
Las noticias son que Galán y Lebrón se separan.
Han sido los mejores durante cinco temporadas.
Este año aparecieron piedras en sus zapatos.
La segunda primero.
Los “Superpibes” Stupa y Di Nenno.
Volvieron a jugar juntos más de seis años después.
Habían sido promesas del pádel mundial cuando el accidente.
Martín Di Nenno tardó meses en volver a andar.
Una recuperación heroica.
Un drama.
La mayor historia de superación en la historia del pádel.
Este año volvió con el que entonces era su compañero.
Están como dos adolescentes y pelean a lo Nadal.
Han hecho una temporada espléndida.
¿Y la primera?
Dos jóvenes promesas que se unieron.
El pucelano Coello y el argentino Tapia.
Venían de ser apadrinados por leyendas.
Belasteguín y Sanyo Gutiérrez.
Respectivamente.
Nada menos.
Pero nadie daba un duro por su solidez.
Táctica y psicológicamente.
Cerraron muchas bocas.
Vaya si lo fueron.
Arrasaron.
Ahora son ellos los que miran hacia abajo.
Y eso que la temporada se les ha hecho larga.
En el final Lebrón y Galán han vuelto a dominar.
En un año que ha sido durísimo para ellos.
A la competencia del zapato se unieron las lesiones.
Llegaron las prisas, la ansiedad y la incertidumbre.
Y su entrenador de siempre se bajó del barco.
Marejada.
Si se confirma que no siguen juntos será una pena.
Por separado parece difícil pelear por el número uno.
El pádel es un deporte de pareja en todos los sentidos.
Viajar, desayunar, comer, entrenar, vivir y convivir.
Pasar más tiempo juntos que con sus familias.
El desgaste psicológico es enorme.
Bueno.
De momento queda un torneo más.
De jueves a domingo desde Barcelona.
Solo juegan los y las dieciséis mejores.
Todo partidazos.
Disfrutemos de los últimos días de pádel.
Quizá el último baile de Alejando y Juan.
Y los últimos días de World Pádel Tour.
Solo queda decirles una cosa:
Gracias por tanto.
