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Opinión

Reinildo Mandava, el mejor fichaje de 2022

Erling-Braut Haaland, Luis Díaz, Lewandowski, Casemiro, Khvicha Kvaratskhelia… Hay muchos jugadores que han fichado este 2022 por un nuevo equipo y le han cambiado la cara. Eso es tan evidente como que los delanteros siempre nos han entrado, entran y entrarán más por los ojos que los defensas. Sin embargo, para dirimir cuál ha sido el mejor fichaje del año, debemos tener muchos más factores en cuenta que los goles marcados, por mucho que estos sean la salsa del balompié.

Para mí, es imprescindible la relación calidad-precio, sin olvidar la edad o la plusvalía que puedan generar. Trascendental también la necesidad del equipo al que llega y el upgrade que provoca en su nueva entidad. Si metemos todo esto en la coctelera, ninguno mandava, manda y, quien sabe si tampoco mandará, como Reinildo en el Atlético de Madrid. El mozambiqueño nació predestinado a ser uno de los soldados favoritos de Simeone.

💰 Precio

Evidentemente, esta es la base de todo, donde Reinildo es la mayor ganga en términos económicos del 2022. Cuatro de los cinco gallos anteriormente mencionados sobrepasan la barrera de los 50 millones y, el noruego, la de los 100. Reinildo, sin embargo, no aparece en las listas de fichajes de relumbrón, es un nombre en la sombra para todo. El Atlético lo fichó por una cantidad que ronda los 3 millones, en una operación que sí irá directa al ranking de ventas más difíciles de entender por parte del Lille OSC. Su gran competidor aquí es Khvicha Kvaratskhelia, por el que el Napoli pagó unos 10 millones.

💡Calidad

En este apartado desde luego que Reinildo no saldrá ganador. Ahora bien, cuando hablamos de calidad, pocas veces ponderamos lo que no sean regates, goles, asistencias, velocidad… Y, en términos defensivos, Reinildo Mandava en un titán, especialmente a la hora de asediar a su par y meter el pie, pura élite a pesar de su exceso de ímpetu en ocasiones.

Pegajoso como él solo, porque si ya es complicado irte de él, te encuentras con que, además, se rehace bien. Debe pulir su contemporización para evitar imágenes como el gol de Elanga en los octavos de final de Champions, eso sí. En el juego aéreo, sin ser una de sus grandes virtudes, también compite bien. Porque, ante todo, Reinildo es eso, un competidor nato.

🔧 Rendimiento, necesidad y polivalencia

El rendimiento ha sido mayúsculo, hasta el punto de poder decir, sin tapujos, que llegó como un lateral con bastante recorrido a las órdenes de Galtier y, a día de hoy, es el mejor central de la plantilla. Algo que no es muy complicado visto el nivel de los Felipe, Giménez, Savić o Hermoso. Si acaso, el único que le hizo sombra fue Witsel, que no deja de ser otro mediocentro reconvertido. Tiene delito, sí, pero eso ya es otro tema.

Aquí el que nos concierne es que el Metropolitano adolecía de un líder y lo encontró. Contagia su energía. Lo que no ha podido contagiar es su concentración inquebrantable. Y a esto, le tenemos que sumar lo que potencia al Carrasco carrilero. Porque Reinildo es un central un poco falso algunos días a la hora de atacar, que gana altura en la asimetría del Atlético de Madrid con línea de tres zagueros y lanza al belga al último tercio del campo. Esta 2022/2023 está luciendo menos, pero que el curso pasado fuese, junto a Correa, la mayor certeza en el ataque de Simeone, también es culpa del mozambiqueño. Y si no está Yannick o si hay que cambiar a línea de cuatro, va al lateral o carril sin rechistar y sin dejar de lucir.

Hasta ahora, no hay nadie que haya provocado tal lavado de cara como Reinildo en el Metropolitano. Tal vez se vuelva a acercar aquí Kvaratskhelia, que, a medio plazo, está llamado a ser el mejor fichaje del 2022. El tiempo lo dirá. Su nivel hasta ahora ha sido superlativo y la venta que el Napoli hará con él, lo más tarde posible por su propio bien, apunta a una de las mejores operaciones económicas en la historia del fútbol contemporáneo. Contra los 21 años del georgiano, Reinildo, a sus casi 29, no puede competir. Recemos, mientras tanto, para que el destino decida enfrentarlos.

 

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