Alemania venció a Serbia (83-77) en la final y se coronó como campeona del mundo de baloncesto por primera vez en su historia. La selección germana ya tumbó a Estados Unidos en las semifinales y certificó su tremendo torneo tras superar a los balcánicos. Los germanos no perdieron ni un solo partido en todo el Mundial. Dennis Schröder se adjudicó el MVP de la competición de manera unánime, ya que brilló durante todo el Mundial.
Serbia cayó con honores tras haber sido una de las sorpresas. Pese a que Serbia siempre debe estar entre las favoritas, las bajas, especialmente la de Nikola Jokic, hicieron que esta vez nadie constase con ellos. La magnífica dirección de Svetislav Pesic desde el banquillo con recitales tácticos como en la semifinal frente a Canadá o el pundonor de Bogdan Bogdanovic les han llevado hasta una plata inesperada por el público.
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🇩🇪 Alemania campeona del mundo
La selección alemana confirmó su sorprendente torneo y se llevó un oro histórico para sus vitrinas. Alemania nunca había jugado la final y tan solo había disputado las semifinales en el año 2002 cuando bajo la dirección de Dirk Nowitzki conquistaron el bronce en el Mundial de Estados Unidos. Los germanos se catapultan ahora hasta el octavo puesto del medallero planetario al convertirse en la octava nación en conseguir el título.
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Durante el campeonato los pupilos del canadiense Gordon Herbert estuvieron sublimes y dieron su mejor nivel. La emoción y el ver el título como una posibilidad real llevó a ciertos jugadores a dar su máximo e incluso superar sus expectativas para dar una cota de juego nunca antes vista en ellos. Dennis Schröder fue el líder indiscutible del combinado germano que basó su juego en el base que acaba de firmar por los Toronto Raptors.
Franz Wagner fue clave en las semifinales y la final al descargar a Schröder de responsabilidad anotadora y ayudó a que las defensas tuvieran que diversificar sus recursos para defenderlos a ambos. Por su parte los veteranos Andreas Obst y Johannes Voigtmann rayaron un nivel excelso que nunca antes se les había visto, lo que les convirtió en leyendas del baloncesto de su país.
Celebración de la selección alemana tras ganar el Mundial.
La mejor generación alemana de la historia tumbó a una Serbia muy guerrillera. Frente a la baja de Jokic, Pesic buscó potenciar a Bogdanovic como su hombre clave y lo consiguió. El alero de los Atlanta Hawks asumió la responsabilidad, sin embargo, en la final estuvo muy bien defendido por Alemania que apenas le permitió entrar en contacto con la bola, por lo que Serbia mostró que más allá de su figura tenía carencias.
