La nueva era del baloncesto femenino acaba de comenzar en Estados Unidos y, por suerte, parece que su explosión es irremediable. El aterrizaje en la élite de Caitlin Clark, seleccionada por Indiana Fever, como no podía ser de otro modo, con el número uno de draft de la WNBA 2024 promete cambiar las reglas para siempre. La base de Des Moines (Iowa) parece la piedra definitiva que terminará de construir los cimientos de la profesionalización del baloncesto jugado por mujeres.
Caitlin, a sus 22 años, se ha convertido en una de las deportistas más famosas del planeta con la llegada del 2024. Sus últimos meses han acaecido con un ritmo frenético que la han elevado hasta el estrellato. Desde romper todos los récords existentes en la NCAA para coronarse como la mejor universitaria de la historia, hasta aprovechar el fenómeno creado a su alrededor para que el March Madness femenino fuese más popular que el masculino por primera vez.
Este estallido de fama le ha reportado, antes siquiera de debutar en la WNBA, múltiples contratos muy lucrativos como el que ha firmado con Nike y que alcanza los 28 millones de dólares por ocho temporadas. No así en su contrato de novata en la mejor liga de baloncesto femenino del mundo, que por convenio es una cifra irrisoria. Caitlin Clark ha llegado para impulsar de forma definitiva al baloncesto femenino que puede convertirse en una realidad completamente diferente en los próximos años.
👟 Caitlin Clark tendrá su propia zapatilla de Nike
Caitlin Clark ha sido una de las atletas universitarias con el NIL —contrato universitario que permite a los deportistas explotar su nombre, imagen y semejanza— más alto de la temporada 2023/2024. Uno de esos acuerdos lo firmó con Nike en octubre de 2022 durante su tercer año de elegibilidad universitaria en las Hawkeyes de Iowa. Antes del verano de 2022 la NCAA no permitía que sus atletas cobrasen por explotar sus derechos.
De hecho, el Informe de asociaciones de marketing NIL 2023/2024 de SponsorUnited reveló que la distribución de acuerdos NIL entre los 100 atletas más respaldados fue superior para las mujeres con el 52 %, mientras que los hombres firmaron el 48 % de las asociaciones.
Si bien Clark solo ejecutó nueve acuerdos de marca NIL, tuvo un impacto masivo con estos contratos a través de su mayor seguimiento en las redes sociales. Durante el año pasado, el informe encontró que Clark experimentó un aumento del 515% en sus seguidores en Instagram. El informe también reveló que las atletas de baloncesto femenino, impulsadas por estrellas como Caitlin Clark, Angel Reese, Cameron Brink, Flau’jae Johnson, Paige Bueckers y ‘JuJu’ Watkins, representaron el 35% de los acuerdos NIL ejecutados el año pasado.
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La de Des Moines no ha parado de alcanzar hitos en su estancia universitaria como convertirse en la máxima anotadora de la NCAA, así como del March Madness, tanto masculino como femenino, o superar a Stephen Curry como la máxima triplista universitaria de la historia. Esto lo ha conseguido enfundada en algunos de los modelos más míticos de Nike. Caitlin ha portado, principalmente, unas Kobe 5 personalizadas con los colores de Iowa, aunque en ocasiones también ha utilizado las Sabrina 1 de Sabrina Ionescu.
Ahora que Sabrina y Caitlin serán rivales en la WNBA, Clark rivalizará también con la de New York Liberty con su nuevo modelo de zapatillas. Una competencia que será sana, puesto que ambas se han mostrado siempre muy amigables y de hecho Sabrina, como embajadora de la marca, podría haber tenido un papel clave en la firma definitiva de Caitlin por Nike. Otras marcas como Adidas o Under Armour, en la que el mismísimo Stephen Curry estuvo a cargo de las negociaciones, intentaron conseguir su contrato.
Sabrina Ionescu y Nike transforman las reglas del patrocinio en la NBA
El acuerdo de Nike con Caitlin Clark supera el de la propia Sabrina Ionescu. La base de origen rumano firmó en su momento por 24 millones de dólares por 10 campañas, mientras que Caitlin alcanzará los 28 kilos. De este modo, Nike eleva a la rookie a la categoría de las mayores estrellas de la liga. Breanna Stewart, también de las Liberty, tiene un vínculo con PUMA y juntas lanzaron las Stewie en 2022. Elenna Delle Donne, jugadora de las Washington Mystics, está asociada con Nike con sus Nike Air Deldon.
💵 La WNBA pide un cambio
Esos acuerdos económicos, con Nike como guinda final han alcanzado un nuevo nivel después de los números de audiencia que el baloncesto femenino ha obtenido gracias a Caitlin Clark. Sus tres últimos partidos en Iowa fueron los más vistos en la historia del baloncesto femenino, con la final frente a South Carolina que alcanzó una media de 18,3 millones y un pico máximo de 24 millones de espectadores.
Tras perder la final de la NCAA, Caitlin fue la protagonista del mítico programa, emitido en prime time, Saturday Night Live. Dos días más tarde fue elegida por Indiana Fever con la primera posición del draft de la WNBA, que automáticamente y con 2,4 millones de espectadores se convirtió en el más seguido de todos los tiempos. La audiencia de su elección dobló a la media que alcanzaron las propias finales de la WNBA 2023, que fueron las más seguidas de siempre (600.000 espectadores).
Números que contrastan, y de qué manera, con el salario que Caitlin Clark recibirá por jugar las próximas cuatro temporadas con Indiana Fever. El total de su contrato será de apenas 338.056 dólares, cifra establecida en el último convenio que firmaron las jugadoras de la WNBA. Poco importa que Indiana haya conseguido que 39 de sus 40 partidos sean televisados a nivel nacional cuando en 2023 solo tuvo uno o que prácticamente hayan vendido todas las entradas para llenar el Gainbridge Fieldhouse. Por si fuera poco, la camiseta, con el 22 de Caitlin, se agotó en Fanatics en tan solo una hora como la más vendida de un atleta novato tras ser elegido en el draft.
Estas cifras se deben a que la WNBA no ha destacado ni en audiencia ni en contratos en los últimos años, pese a que sus ganancias fueron de 200 millones la campaña pasada. La jugadoras acordaron recibir un 50% de las ganancias, pero solo en caso de cumplir ciertos objetivos, lo que actualmente las deja en apenas un 9% del total. La NBA, dueña del 50% de la liga femenina, se ha comprometido a cambiar la situación y Caitlin Clark puede ser el empuje definitivo para firmar un nuevo contrato televisivo en 2025, siempre y cuando sus números destaquen durante 2024.
El convenio colectivo estará vigente hasta 2027 y se espera que gracias al impulso de Clark pueda cambiar para el futuro. Sin embargo, algunas estrellas de la WNBA como Diana Taurasi, mito de la competición, o A’ja Wilson, incluida en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista TIME, no se han mostrado contentas con el según ellas «exceso» de cariño que ha recibido la de Des Moines. Declaraciones que calientan como nunca una WNBA en la que Clark junto a Aliyah Boston, su compañera y número uno del draft de 2023, prometen hacer historia con Indiana Fever.