Quinto partido. Palau Blaugrana. Olympiacos. Win or go home. Es el día más importante del curso baloncestístico 2023/2024 para el Barcelona. No hay espacio para la discusión. El conjunto que dirige Roger Grimau se juega toda la temporada a una sola carta, derrotar a los pupilos de Georgios Bartzokas o muerte. No hay más. Son afirmaciones que suenan un poco fuertes, que a muchos le sonarán a exageradas, pero que son un fiel reflejo de la realidad.
Hace un año, la situación era completamente distinta en Barcelona. Sarunas Jasikevicius y sus jugadores fueron el único equipo que barrió a su rival en el playoff —3-0 a Zalgiris Kaunas—, el resto tuvo que vérselas en un quinto partido emocionante a la vez que agobiante. De hecho, el Real Madrid ocupaba, entonces, esa posición de desesperación, mientras que ahora observa, desde la tranquilidad que da estar en Berlín, como el resto de la Euroliga arde.
Los blancos tumbaron al Barça, favoritísimo, y acabaron con el proyecto liderado por el técnico lituano y por su estrella Nikola Mirotic. Desde los despachos se amenazó con dar carpetazo a la inversión de los últimos años en los que ese título de la máxima competición continental se escapó una y otra vez. Pese a ello, los blaugranas apostaron por cambiar algunas piezas, pero mantuvieron el desembolso. Lo más sorprendente fue el riesgo en la selección del nuevo entrenador, con Roger Grimau, capitán de antaño y sin experiencia en la élite, como el elegido.
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La campaña del Barcelona ha estado llena de altibajos. Por momentos, los azulgranas han competido de tú a tú ante los mejores de Europa y han conseguido ser cabezas de serie en playoff. Al mismo tiempo, han tenido partidos y rachas nefastas, donde no podían ganar a rivales de menor entidad ni plantar cara a sus, en teoría iguales. Justo eso le ha ocurrido en la misma eliminatoria frente a Olympiakos, con derrota en el primer partido en el Palau y una tremenda paliza en el cuarto choque cuando podrían haber sellado la clasificación.
Precisamente, de ese cuarto duelo se pueden sacar muchas conclusiones. Era Olympiacos y jugaba en su casa, el ‘Palacio de las dos mentiras’, puesto que allí encontrarás de todo menos paz y amistad, más bien lo contrario, por lo que la derrota cabía dentro de las posibilidades. El problema es la impresión que dejó el equipo, que no salió a competir en ningún momento y decidió jugarse el pase en el Palau. El Barça dio la sensación de que fue a Grecia con el único objetivo de volver a Barcelona, nunca de ir a ganar para acceder a la Final Four.
No hay que dejar de lado que el Barcelona cuenta con una plantilla impresionante, junto a la del Real Madrid la mejor de Europa. Willy Hernangómez, Tomas Satoransky, Alex Abrines, Ricky Rubio, Jan Vesely, Jabari Parker y muchos más jugadores de la más pura élite Europea. Por lo tanto, un conjunto así, construido para ganar, debe ir a arrollar con personalidad cada noche europea. Con ese roster no cabe lugar a las dudas.
Roger Grimau ha tenido una temporada de muchos altibajos en su debut en el banquillo del Barcelona.
🫡 Ganar o ganar para el Barcelona
El quinto será un choque a cara de perro, durísimo y, aunque el Barcelona se ha sentido muy arropado en el Palau esta temporada, es mucha osadía jugárselo todo a un intento. En caso de salir derrotado, el inicio del proyecto Grimau puede comenzar muy tocado y alimentar las dudas sobre su figura. No será definitivo, pero sí un punto de inflexión importante. De hecho, la derrota ante el Real Madrid el año pasado dinamitó todo y ni siquiera el título liguero, en el que barrieron a los merengues en la final, cambió el desenlace.
Por lo tanto, el Barcelona se juega la temporada al completo frente a Olympiacos. No después, ya que la situación es muy diferente y en esa hipotética semifinal frente al Real Madrid en Berlín, los favoritos son los pupilos de Chus Mateo. El Barcelona tiene que tumbar a Olympiacos como sea y llegar a la Final Four para, una vez allí, competir y sentar las bases del nuevo proyecto con Grimau al frente. De lo contrario, una nueva derrota y, por si fuera poco, en casa ante dos viejos conocidos como Bartzokas y Papanikolaou haría mucho daño a sabiendas de como el cuadro azulgrana se ha orquestado la eliminatoria para lucharlo únicamente en ese quinto choque en el Palau Blaugrana.
