🏀 NBA

Joel Embiid, el proceso del MVP de la perseverancia

Joel Embiid ha sido galardonado con el Most Valuable Player de la NBA. Tras siete temporadas en la liga, el proceso se cumplió de una vez por todas y el camerunés se ha consagrado en la élite. De no tocar un balón hasta los 16 años a convertirse en el mejor jugador del planeta. Un viaje largo, lleno de dudas en el inicio por las lesiones, cargado de críticas por el rendimiento de su equipo… que con perseverancia terminó por recibir el reconocimiento que merece.

Joel Embiid aumentó en la campaña 2022/2023 unos números que parecían inmejorables. Su afán por obtener su merecido premio se tradujo en una constante evolución en su juego. A la par, las indicaciones de Doc Rivers y la compañía de James Harden han convertido a Philadelphia 76ers en uno de los equipos más fiables y sólidos en la carrera por el anillo de campeón.

🏀  Basketball player por casualidad

Joel Embiid nació y creció en Yaundé (Camerún): su pasión era el fútbol, a la par que entrenaba para ser profesional en voleibol. Con 16 años tenía decidido marcharse a Francia para jugar al vóley, pero las casualidades de la vida hicieron que conociera el balón naranja. Su compatriota Luc Mbah a Moute, que por aquel entonces militaba en los Milwaukee Bucks, realizó un campus en su país para ayudar a los jóvenes y obligaron a Joel para participar.

Embiid nunca había tocado un balón de baloncesto y fue invitado solo por su altura. De hecho, faltó al primer día de entrenamientos y estuvo a punto de perdérselo todo. Sorprendentemente, apareció por el campus y Mbah a Moute le convenció de, con su ayuda, viajar a Estados Unidos para cursar sus años en el instituto y formarse como jugador de baloncesto. Pasó por dos institutos de Florida y, en su último año, con The Rock School, una academia cristiana de Gainesville, lideró a su equipo hasta el campeonato estatal.

Embiid

Sus promedios de 13 puntos, 10 rebotes y 2 tapones por partido le hicieron merecedor de una beca en uno de los programas universitarios más prestigiosos del país: los Jayhawks de la Universidad de Kansas. Allí formó un equipo temible junto a Andrew Wiggins, actualmente en Golden State Warriors. Sin embargo, una grave lesión en la espalda no le permitió disputar el March Madness y le hizo perderse muchos partidos. Terminó su año universitario con 11 puntos y 8 rebotes tras lo que decidió presentarse al draft de la NBA.

🩼 Inicio en la NBA marcado por las lesiones

Los Cleveland Cavaliers poseían la primera selección del draft de 2014 y se debatían entre los dos jugadores de Kansas. Pese a que Wiggins había sido más regular, el tamaño y las características de Embiid le convirtieron en favorito. A pesar de ello, la mala suerte seguía de su lado. En un entrenamiento con los ‘Cavs’, previo a la elección, Embiid sufrió una fractura por estrés en su pie derecho.

Embiid tuvo que ser operado y se estimó un periodo de baja de ocho meses, por lo que los Cavaliers se decantaron por Wiggins. Los Philadelphia 76ers se arriesgaron y le eligieron en la tercera posición, a sabiendas de que no podrían contar con él de forma inmediata. Estuvo en el dique seco durante todo el curso 2014/2015. Para colmo, sufrió una recaída y tuvo que ser operado de nuevo. En consecuencia, se perdió de forma íntegra la temporada 2015/2016.

⏳ ‘Trust the Process

Las prensa y la opinión pública convirtieron a Joel Embiid en un juguete roto antes incluso de debutar. Ese ruido nunca influyó en el camerunés, que, consciente del esfuerzo y el camino recorrido, solo pensó en recuperarse para poder jugar en la NBA. Joel confiaba en el proceso y no iba a dejar que nada ni nadie le parara.

Embiid se aisló y luchó hasta que logró debutar con Philadelphia el 26 de octubre de 2016, más de dos años después de su selección. En 25 minutos de juego consiguió 20 puntos, 7 rebotes y 2 tapones contra Oklahoma City Thunder. La primera parte del proceso estaba completada. De hecho, el 1 de noviembre de 2016, día en el que consiguió su primer doble-doble (18 puntos y 10 rebotes), fue presentado antes del partido como Joel ‘The Process‘ Embiid.

 

Como reza su apodo, su carrera es un proceso hacia la grandeza. Ese primer año en la NBA, Embiid solo pudo disputar 31 partidos, ya que tuvo que parar para reparar su menisco dañado. Otra piedra más en el camino y otro peldaño más hacia la cima.

🥇 Embiid deja atrás el proceso

Desde aquel primer contacto con el baloncesto profesional, Joel Embiid solo ha ido hacia adelante. O hacia arriba, como se quiera ver. El caso es que sus estadísticas, así como su influencia en el juego de los 76ers, no han hecho más que crecer. Salvo en la 2019/2020, el camerunés ha presentado cada año números más altos que los del anterior.

The Process‘ dejó de tener sentido como apodo de un jugador descomunal que rompió su techo en tantas ocasiones para crearse uno propio, casi inalcanzable. Sin embargo, dentro de la liga nunca se le consideró como candidato a destronar a las superestrellas que han acaparado los premios del MVP en los últimos años.

Joel mejoraba, pero no era reconocido y tampoco lograba acercarse a ganar el campeonato. La llegada de Doc Rivers, uno de los técnicos más reputados de la NBA, al banquillo de los ‘Sixers‘ cambió su destino. Embiid ha sido más eficiente y certero y se instaló entre las estrellas. Rivers le exigió más en todos los aspectos y le ayudó a mejorar su ataque hasta niveles estratosféricos.

El aterrizaje de James Harden le elevó más si cabe y Embiid terminó la 2022/2023 como máximo anotador de la NBA por segundo curso consecutivo (33,1). Aumentó en tres puntos su marca del año anterior, hecho definitivo para proclamarse, por fin, como Most Valuable Player y finalizar con el dominio de Nikola Jokic, su mayor rival en la posición de pívot en la NBA.

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