Ibon Navarro - Unicaja Copa del Rey 2023
🏀 Baloncesto

El viaje de Unicaja e Ibon Navarro hasta el título de Copa

Unicaja de Málaga es campeón de la Copa del Rey 2023. Una gesta épica, una competición que los malagueños recordarán para siempre y una historia que recuperó la esencia del torneo de las sorpresas. La segunda Copa ACB de Unicaja se recordará como uno de los hitos más gloriosos del club, con Ibon Navarro como protagonista. El técnico vitoriano desplegó sus mejores cartas hasta conseguir lo imposible.

Sin embargo, ese viaje hasta la gloria comenzó mucho antes, cuando la situación era diametralmente opuesta y tanto club como entrenador tocaron fondo. Esta es la historia de un renacimiento.

🔙 Febrero… pero de 2022

Hace una temporada, tanto Unicaja de Málaga como Ibon Navarro veían la final —otro Clásico más— de la Copa del Rey de Granada a través de la televisión. El entrenador gasteiztarra fue destituido el 23 de enero de 2022 después de dirigir a MoraBanc Andorra durante tres cursos y medio. Los andorranos agonizaban en puestos de descenso y muy lejos quedaban los días de gloria, precisamente, vividos durante los primeros años de mandato de Navarro. Había que separar caminos. Ibon se quedaba sin equipo.

A la par que Navarro vivía su momento más amargo en la élite, Unicaja también pasaba por una de sus peores etapas. Desde su ascenso a ACB, allá por 1988, el equipo cajista fue uno de los que más guerra dio a los gigantes del baloncesto español. Conquistó varios títulos europeos, jugó Euroliga y luchó por finales de Copa y liga. Durante el mandato de Sergio Scariolo entre 2004 y 2007, Unicaja vivió su época dorada. Con una generación liderada por Jorge Garbajosa y Berni Rodríguez, complementada con Carlos Cabezas y Carlos Jiménez, los cajistas rayaron la perfección. Campeones de Copa en 2005, campeones de la ACB en 2006 y terceros en la Euroliga 2007.

Un equipo de ensueño que distaba mucho de la realidad actual de Unicaja 2022/2023, con Fotis Katsikaris en banquillo. El técnico griego fue despedido el 6 de febrero de 2022, tras el naufragio de Basketball Champions League (BCL) y cerca del descenso liguero. El cuadro malagueño entonces vio en Ibon Navarro, libre después de su periplo andorrano, la oportunidad de enderezar el rumbo. El vitoriano se hizo cargo de un conjunto en apuros, posiblemente el reto más importante de su carrera. Ibon y Unicaja unían sus destinos, casi de forma desesperada, para tratar de salir a flote desde las profundidades.

🆕 Nuevo e ilusionante proyecto

Ibon Navarro firmó con los malagueños por temporada y media. Su contrato no estaba garantizado. Es decir, si al término del curso 2022 decidían prescindir de sus servicios, no habría vuelta de hoja. Pese a que los resultados no fueron ni mucho menos espléndidos, la dinámica de trabajo sí supuso una revolución en el devenir de la entidad. El cambio fue drástico, pues tan solo tres jugadores se mantuvieron en plantilla, elegidos para formar la nueva columna vertebral. Tres jugadores españoles, internacionales con la Selección y con un alma guerrera: Alberto Díaz, Darío Brizuela y Jonathan Barreiro. Los dos primeros se coronarían además ese mismo verano campeones de Europa con España.

Para completar la plantilla aterrizaban players de diferentes perfiles, pero todos del gusto de Ibon Navarro. El entrenador vitoriano tuvo plena confianza de la cúpula para montar una plantilla acorde a su pizarra: exteriores capacitados para correr la pista, de estilo rápido y vertiginoso, con posibilidad de amenazar desde fuera y jugar abiertos (Tyler Kalinoski, Kendrick Perry y Tyson Carter); sumado a un fuerte juego interior defensivo (Augusto Lima y Yankuba Sima), pero con calidad (Dylan Osetkowski y David Kravish). Por último, el regreso de Will Thomas apuntalaba un roster de muchos quilates.

🏆 Badalona 2023, un final glorioso

Con el equipo formado e Ibon asentado en el banquillo del Martín Carpena, era la ocasión de demostrar que los cambios podían surtir efecto. Unicaja se clasificó para la Copa del Rey sin apuros, con un récord de 13 victorias y 6 derrotas, y firmó un excelso paso por la BCL. Unicaja estaba de vuelta en el lugar que le corresponde, aunque para ganar tendría que ir un paso más allá. Los cajistas debían lograr lo que no habían podido durante la temporada regular: plantar cara a los equipos punteros del campeonato.

«Nosotros hemos venido a ganar. Este es un torneo ilusionante al que se viene a competir. Creemos en nuestras posibilidades», dijo Ibon Navarro en los instantes previos a medirse con el Barcelona en cuartos de final. Una declaración de intenciones. El gasteiztarra exhibió su pizarra para descolocar a Sarunas Jasikevicius utilizando a Will Thomas como pasador en el poste. Darío Brizuela y Kendrick Perry culminaron desde fuera en un épico encuentro que ganaron, no sin sufrimiento, en la prórroga. Después, Navarro fundió al Real Madrid de Chus Mateo para convertir a Unicaja en el primer capaz de derrotar a Madrid y Barça en una misma edición copera.

Por último, la final. En el partido decisivo, Unicaja luchó ante un superior Lenovo Tenerife. Desactivó a Gio Shermadini y acotó todo lo que pudo los chispazos de Marcelinho Huertas, a la postre MVP del torneo. El Unicaja de Ibon exhibió un sinfín de recursos, con Tyson Carter, desaparecido en los anteriores encuentros, como jugador más importante y máximo ejecutor de la final.

Una odisea que corona al club malagueño con la segunda Copa del Rey de su vitrina. Un año después de que Ibon llegase a Málaga, Badalona fue la última estación, de momento, de la simbiosis perfecta entre Ibon Navarro y Unicaja.

Ir al contenido