Fernando Alonso regresó a la Fórmula 1 en 2021 con un plan para conseguir su tercer Mundial. Lo hizo de la mano de Alpine (antigua Renault), una escudería conocida que le prometió aprovechar el cambio de reglamento para equipararse a las escuderías más fuertes. Sin embargo, y pese al evidente paso adelante, no pudieron alcanzar más que la cuarta plaza en la clasificación de Constructores. Ahora, tras la marcha del español, reconocen que eran conscientes de los riesgos que tomaron.
💥 Alpine sabía de su escasa fiabilidad
El gran problema de Alpine en 2022 ha sido la escasa fiabilidad. Sobre todo, en cuanto a su unidad de potencia. Fernando Alonso acabó desquiciado, no solo por la guerra con Ocon, sino por la cantidad de puntos que ‘tiraron’ por la borda por culpa de abandonos cuando tenían un buen puñado de puntos a su alcance. Con la curiosa casualidad de que el coche afectado casi siempre era el número 14. Este fue otro de los desencadenantes de la marcha del español.
Ahora, en plena preparación de la próxima temporada, Matt Harman ha confesado que eligieron primar el rendimiento por encima de la fiabilidad, a pesar de que en ese plan a largo plazo no iban a contar con Fernando Alonso. “Hemos apretado el rendimiento y tomado un riesgo con la fiabilidad”, ha reconocido el director técnico de Alpine en una entrevista concedida a Racing News 365. “Era realmente importante en la era de homologación tener rendimiento y una unidad de potencia competitiva”, cuenta Harman, que cree que ya están a la altura de Ferrari, Mercedes y Honda.
🏎️ Un futuro prometedor
En Alpine están convencidos de que no van a repetir sus problemas: “Vamos a analizar bien la fiabilidad”. La escudería francesa puede estar más cerca de las tres grandes justo ahora que Fernando Alonso ha puesto rumbo a Aston Martin. Desde luego, un mazazo para el español, que por segunda vez en su trayectoria profesional no pudo batir a su compañero de equipo, precisamente por los citados inconvenientes con el motor.
😃 Alonso, feliz en Aston Martin
El asturiano, de momento, quiere olvidar su etapa en Alpine y centrarse en Aston Martin. No tiene plan, pero si una misión que cumplir. La escudería británica no ha escatimado en inversión, ni para su plantilla de mecánicos e ingenieros, ni para las instalaciones. El piloto asturiano sabe que será complicado, pero que en dos o tres años puede tener la opción de pelear por su tercer Mundial antes de anunciar su retirada del ‘gran circo’.
