Limpiaba los cristales en el circuito profesional de pádel y, progresivamente, hizo de ello un espectáculo. Así pasó de anónimo a ser conocido por todos los aficionados como José ‘The Best‘. Extrovertido, sociable y cercano, nos cuenta cómo se produjo esta transformación hasta erigirse hoy en un imprescindible en cualquier evento profesional.
José ‘The Best’ atiende en exclusiva a Legal Sport
Pregunta. ¿Limpiabas cristales antes de aparecer en el mundo del pádel y convertirte en José ‘The Best’?
Respuesta. Sí, aunque obviamente sin hacer ningún espectáculo. Trabajaba en una empresa de limpieza y World Pádel Tour la contrató. Allí fui yo, y parece que caí en gracia. Le gustó a la organización el trabajo que hice y nos llamaron para el siguiente torneo. Entonces tampoco se daba una especial atención a este tema, los cristales se limpiaban solo una vez al día. El crecimiento de este deporte y la cantidad de fotógrafos y cámaras obligó de alguna forma a la organización a cuidar con más detalle este aspecto.
P. Ahora se limpian varias veces en cada encuentro.
R. No solo después de cada partido, también entre sets y a demanda del fotógrafo oficial, de la organización o de los jugadores.
P. Al principio simplemente limpiabas los cristales y la cosa evolucionó.
R. Correcto. Se limpiaban a un ritmo normal, sin música ni darle más importancia.
P. ¿Qué pasó, te viniste arriba?
R. Algo así. Un compañero, Gabriel, era el técnico de sonido. Surgió una apuesta, el clásico “no hay huevos”. Le dije que si ponía la música del resto me encargaba yo. Estábamos en Jaén, puso la música, y yo tenía que cumplir mi parte. La gente empezó a aplaudir, hice un pase de torero… y la organización me pidió que lo repitiera para asegurarse de que estaban aplaudiendo al limpiacristales.
P. ¿Cuánto tiempo llevabas en el circuito?
R. Llevaría un par de años más o menos.
P. ¿Fue este día?
R. Fíjate, justo.
P. Ahora pareces 10 años más joven.
R. [Risas]. Es curioso cuando intentas cuidar un poco tu apariencia lo bien que te sienta. Ahí no me había resignado a ser calvo y no me afeitaba la cabeza, ni me había dejado barba. Es cierto que me veo más joven ahora, aunque esté feo que lo diga yo. Me veo mejor.
P. ¿Cuánto tiempo estuviste en World Pádel Tour?
R. Como cinco o seis años.
P. ¿Y cuándo empezaste con el espectáculo?
R. A finales del segundo año. Y se le fue dando bombo, e incluso lo solicitaba la organización. Pero luego los derroteros fueron por otro lado.
P. ¿Empezó a molestar a alguien tu relevancia?
R. Desde la organización se me invitó a no hacer nada que no estuviese controlado por ellos. Textualmente me dijeron que yo no era el animador.
Si hay algo que he tenido claro desde que empecé a pasármelo piruleta haciendo mi trabajo es que no hay nada premeditado. Yo no tengo un guion escrito. Efectivamente no soy un animador, lo que hago es limpiar los cristales y, si me sobra tiempo, se lo dedico al público.
Pero no sé qué va a pasar. Si la gente se ha levantado porque llevan 4 horas sentados y se han ido a por cerveza o al baño y quedan 200 personas que no están por la labor de aplaudir, yo no puedo levantarlos del asiento. Si el público respira energía, ahí estoy yo, pero si está otra cosa, yo limpio los cristales y nada más. No se puede forzar.
P. ¿Qué les pudo molestar de tu espectáculo?
R. No tengo ni idea. Quiero pensar que no fue nada personal, porque quien me conoce sabe que no tengo maldad ninguna. Sería algún tema laboral, digo yo. Lo cierto es que incomodaba y me lo hicieron saber y notar.
P. Ahora José ‘The Best’ es una marca y además un monopolio. No puedo nombrar otro limpiacristales. Cualquier promotor que se precie tiene que valorar contar con tus servicios. Es un movimiento empresarialmente maestro para fidelizar a los promotores. ¿Fue premeditado?
R. Qué va. De hecho yo no me puse ni el nombre. José ‘The Best’ le añade al circuito un plus de entretenimiento y se va convirtiendo en una seña de identidad más. Es una diversión muy concreta en un momento puntual que no tiene nada que ver con el pádel. Vendrán otros detrás, seguro. Contratarme no es tan caro ni exclusivo. Lo que ha cambiado es que me divierto mucho en el trabajo que hago ahora.
P. Enric Bayón, al que conoces bien, te pregunta cómo puedes tener ese giro de muñeca para limpiar y luego no saber coger la pala.
R. Es asombroso pero tiene una explicación muy sencilla. Los bebés aprenden a hablar en el idioma que escuchan de continuo. Yo he conocido el pádel viendo a los profesionales y cuando he cogido una pala he dado por hecho que lo que hacía esta gente lo podía hacer yo también, y eso es lo que me ha llevado a una frustración detrás de otra y a mi desamor con la pala.
P. Otra de Enric. ¿Serías capaz de comprometerte a no beber cerveza durante un año?
R. Imposible. Soy muy cervecero y no, no estaría dispuesto.
P. ¿Cuál es tu cerveza favorita?
R. La que me tomo con la gente con la que me apetece estar. Me da igual la marca o el tipo, lo que me importa es el entorno.
P. ¿En qué piensas cuándo estás dándole a toda pastilla a los cristales? Te lo pregunta Javi Corrales, de Radio Marca.
R. El siguiente paso va a ser pedir a la organización que me pongan un micrófono cuando estoy en la pista. Yo antes de salir caliento los tobillos porque no deja de ser un movimiento explosivo en el que paso de estar viendo pádel sentado en una silla a pegarme una carrera casi al esprint para poder limpiar entre 12 y 14 cristales.
En mi casa da pena ver los cristales»
Lo que pienso es que no se me doble la goma que va secando, que no se me caigan los utensilios al chocar entre sí, que tengo que quitar una mancha, que no se me tuerza un tobillo en un giro… pienso tantas cosas que a veces ni siquiera escucho la música ni al público.
P. ¿Eres un maniático de que los cristales de todas partes estén limpios?
R. No soy especialmente maniático, pero la gente de mi entorno cree que sí. Cuando voy a casa de alguien se toman demasiadas molestias para que cuando yo llegue estén los cristales limpios, y es al contrario, yo no me fijo nada. Es más en casa del herrero… en mi casa los cristales están que da pena verlos.
P. ¿Esta temporada estarás en Premier Pádel?
R. Sí, aunque es complicado porque tiene promotores locales y son ellos los que tienen que contar conmigo. Pero sí continúo. Sin exclusividad. Estaré en cualquier proyecto que me parezca divertido y me valore. Y no hablo de dinero, ya te he dicho que no soy caro.
P. Pregunta Ignacio, de Pádel Break: ¿Qué marca de detergente recomiendas para limpiar los cristales de casa?
R. El que utilizo para limpiar los cristales de las pistas no porque es demasiado potente. Fíjate que se usa una sola vez, las demás es solo agua. En casa, agua con un chorro de Fairy y un poquito de amoniaco es más que suficiente.
P. ¿Qué opinas de la gente que se seca el sudor en los cristales de las pistas?
R. Que es una guarrería, porque detrás de tu sudor viene el de otro, el de otro más y el de la moto.
P. Además no sé cada cuánto limpian los cristales de los clubs de pádel, si es que los limpian.
R. Hay clubs que llevan sin limpiarlos desde que los inauguraron. Ahí debe de haber una microfauna con especies protegidas [risas].
P. A ver si recuerdas quién dijo esto sobre ti: “De verdad te respetaría mucho como compañero de trabajo, simplemente porque cada vez que te veo trabajar me da la sensación de que lo haces con el corazón y haciendo tu máximo esfuerzo».
R. Fue ‘Bela’ (Fernando Belasteguín). Quien ha tenido la oportunidad de hablar 10 minutos con él sabe que es un tío que se mueve desde el corazón. Le he visto en situaciones en las que en las que piensas que realmente su grandeza no son sus años de número uno, es que va por la vida con el corazón por delante. Yo hice un chiste diciendo que él iba a ser mi nueva pareja como limpiacristales y él contestó eso. Es un tío muy grande.
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P. Se suele decir que el circuito es una gran familia, una expresión muy manida y no siempre real, pero lo cierto es que tú eres parte de esa familia ahora mismo.
R. Me gusta considerarme parte de la familia. Hay torneos en los que me voy con la sensación de que tendría que durar 7 u 8 días más porque estoy tan a gusto, y me hacen sentir tan bien, que estoy como en casa.
Son muchos torneos y eventos al año. Al final charlamos, desayunamos juntos y tengo la suerte de poder tratar con todos estos cracks y comprobar que son personas que en el tú a tú son todavía mejores que viéndolas desde la grada.
P. ¿Ves pádel cuando no estás trabajando?
R. ¡Qué va! Es como si un albañil después del trabajo se pusiera a ver documentales sobre la construcción. Cuando llego a casa desconecto del todo. Hasta me olvido de dónde he dejado las herramientas cuando llega el siguiente torneo.
Cuando estoy es muy intenso, son jornadas de 15 o 17 horas al día, así que cuando estoy fuera intento desconectar. Aunque mi entorno cada vez está más metido en el pádel y siempre acabas en un club, en una barbacoa en la que todos hablan de pádel.
P. ¿Sabes cuáles son las nuevas parejas esta temporada?
R. No me pongas a prueba, sé lo justo. A veces me dicen que tendría que estar más al día. Pero a mi trabajo no le afecta nada el pádel, es completamente paralelo y da igual si ganan unos u otros.
P. ¿Qué vida tienes fuera del pádel?
R. Soy responsable de personal en una empresa de limpieza. Ojalá en un futuro pueda vivir solo del pádel, querrá decir que está mucho más consolidada la limpieza de cristales. Aunque también te digo que es difícil seguir el ritmo con tantos torneos. Es una pasada el tiempo que están fuera los jugadores viajando de un lado a otro sin pasar por casa.
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