Por fortuna, no es muy frecuente que un jugador de fútbol golpee a un árbitro. Sin embargo, es algo que, por desgracia, sucede a veces. Más de las que sería de desear. Pero de lo que seguramente no hay demasiados antecedentes es de que un árbitro le pegue un rodillazo a un futbolista durante un encuentro en la parte de la anatomía donde más duele.
Pues ha ocurrido. Fue en el partido de la Primera División mexicana que enfrentó al América y al León el pasado 2 de abril en el estadio Azteca de la capital federal. Un partido de fuerte rivalidad, pues son dos de los principales equipos del país: suman 20 campeonatos entre ambos y, aunque “queda aún mucha Liga”, están entre los primeros puestos de la tabla; concretamente, son cuarto y tercero, respectivamente.
Como suele ocurrir en los partidos de máxima rivalidad, el partido estuvo plagado de incidentes, goles anulados, jugadas conflictivas y enfrentamientos.
Uno de esos lances bien puede ser calificado como de histórico. Corría el minuto 65, cuando el América logró empatar el gol inicial del León. Inmediatamente, los jugadores de este equipo rodearon al árbitro, Fernando Hernández, reclamando una posible mano previa. En el tumulto, el argentino Lucas Romero, del León, cayó fulminado al suelo. ¿El motivo? Un rodillazo que el colegiado del encuentro le propinó en sus partes nobles y que fue captado con claridad por las cámaras.
Fernando Hernández pidió excusas inmediatamente después del partido. Hasta se subió al autobús del León para hacerlo. Y más adelante las expresó a través de las redes sociales: “A la afición y al público en general, les ofrezco una disculpa, al igual que a Lucas Romero por mi reacción del día de ayer; nunca lo agrediría, así como a ningún otro jugador. Consciente de ello, acataré la resolución que la Comisión Disciplinaria tome en consecuencia”.
Y la resolución no se hizo esperar: 12 partidos de sanción. Al árbitro, no al jugador.
😯 Unas reacciones asombrosas
Un buen número de medios deportivos de habla hispana, entre ellos algunos españoles, han recogido parte de este insólito incidente. Pero pocos lo han hecho con lo que sucedió a continuación, que no es menos insólito, sino más.
Para empezar, porque varios excolegiados internacionales de nacionalidad mexicana han declarado públicamente que el castigo les parece muy “blando”. De hecho, no llega al máximo de 15 encuentros por el que Fernando Hernández podría haber sido suspendido y ni siquiera ha entrado en el asunto la Comisión de Árbitros del país, puesto que no se trata de un “error técnico”.
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Pero, con ser todo lo anterior llamativo, hay algo más que lo hace auténticamente excepcional: la reacción del club León y del propio Lucas Romero.
Cuando podría esperarse algún género de respuesta pública más o menos incendiaria, que en este caso hasta podría pasar por justificable, el León emitió un breve y claro comunicado a través de su cuenta oficial: “Fernando: Jugadores, cuerpo técnico y directiva de Club León, entendemos la situación. Tienes nuestro respaldo y apoyo como profesional del futbol y padre de familia, a la que enviamos un cariñoso abrazo. Sigamos trabajando juntos para mejorar este gran deporte. Ánimo y adelante”.
Y, de remate, Lucas Romero se sumó a este gesto de solidaridad y deportividad con no menos claridad y simpatía: “Fernando, por mi parte, recibe también todo el apoyo. Árbitros y jugadores formamos parte de este juego y debemos trabajar juntos. Un abrazo sincero para ti y tu familia”.
¿Cundirá el ejemplo de unos y otros, o quedará como suceso histórico irrepetible?
Por cierto, los dos entrenadores fueron expulsados en el minuto 73 por llegar a las manos y el partido terminó 2-2 con un gol del León en el período de descuento.
