Los árbitros tienen que tomar decisiones trascendentales para el devenir del partido en cuestión de segundos. Están en el centro de las miradas, pues son los jueces de situaciones que suceden tremendamente rápido. El problema es que, cuando anuncian su veredicto, la crítica se ceba con ellos. No importa si han acertado o no, sino que la duda sobre sus capacidades y sus intenciones siempre sobrevuela su cabeza. Michael Oliver, árbitro inglés del cuerpo de élite de la UEFA, fue el que sufrió uno de los mayores escarnios que ha podido sufrir un colegiado en el terreno de juego.
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Michael Oliver fue el árbitro encargado de dirigir la vuelta de aquella célebre eliminatoria entre Real Madrid y Juventus de la campaña 2017/2018. A sus 32 años, el joven colegiado inglés era una de las mayores promesas del arbitraje europeo. Ya tenía bastante bagaje en la Premier League, y afrontaba su segunda temporada en la Champions League. Aquel partido en el Santiago Bernabéu era una oportunidad perfecta para él, puesto que era el encuentro de mayor entidad que iba a dirigir en su corta y exitosa carrera. Los españoles llegaban con un 3-0 de la ida (fue el partido de la chilena de Cristiano Ronaldo en Turín), y, pese a que los italianos intentarían conseguir la remontada, se avecinaba una noche tranquila. No sería así.
La Juventus salió con el cuchillo entre los dientes. Mandzukic marcó en el segundo minuto de partido, y cerró la primera mitad con otro tanto. Matuidi, a la hora de juego, igualó la eliminatoria en todo un Santiago Bernabéu. Los nervios empezaron a apoderarse del partido, lo que apunta a unos últimos minutos made in Real Madrid en Europa. Y así fue. Lucas Vázquez recogió un balón en el área, recibió un contacto por detrás de Mehdi Benatia y cayó al suelo. Para Michael Oliver no había duda: era penalti. La fuerza fue excesiva en ese lance, y era imposible que pudiese jugar el balón. En cambio, el mundo del fútbol no lo vio así. Con un Real Madrid que venía de ganar dos Champions seguidas —y para ese año llegó la tercera—, se habló de una mano negra de la UEFA.
Buffon fue el que encabezó las quejas contra Michael Oliver.
👎 De las palabras de Buffon al acoso en redes a Oliver y su familia
El revuelo en redes no se hizo esperar, y en el terreno de juego de tampoco. Gianluigi Buffon estaba tremendamente irritado. «Vai a cagare«, le dijo. Michael Oliver no necesitó traductor para entenderlo y sacar a pasear la tarjeta roja. Tras varios minutos de polémica sobre el verde, Cristiano Ronaldo marcó el penalti para darle el pase a semifinales a los suyos. A la salida, el legendario portero italiano insistió en que el lance era «un décimo de penalti». «No puede tener un corazón en tu pecho, sino un cubo de basura. Encima de eso, si no tienes el carácter de caminar en un campo como este, puedes sentarte en la gradería con tu esposa, tus hijos, y tomarte una Sprite y comer palomitas”, señaló Buffon en referencia a Oliver.
Le tachó de blando, de que le había podido la presión ambiental. Las redes, que ya estaban calientes, enfurecieron más. Se filtró el teléfono de la esposa de Michael Oliver y el escarnio ya no era solo hacia él, sino hacia su familia. El joven y prometedor colegiado inglés, arropado por la FA, pasó los peores días de su carrera. «Fueron unos días raros. Pero fue agradable ver que tanta gente, tanto dentro como fuera del terreno de juego, estuviera dispuesta a ofrecerme su apoyo. Me sentí bastante humillado, y ese apoyo significó mucho para mí. Es bueno saber que tengo ese respaldo», recordó el inglés semanas después del partido. En aquella Champions League no volvió a arbitrar, y no pisó otros cuartos de final hasta el Benfica-Inter de la pasada edición.
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🌟 El futuro sigue siendo brillante
Por suerte para Michael Oliver, supo quedarse con lo bueno de aquella noche en el Santiago Bernabéu. Sacó fuerzas para volver, y se quedó como uno de los colegiados mejor valorados de Inglaterra. A sus 38 años y con más de 350 partidos de Premier League arbitrados, está llamado a ser el próximo gran trencilla inglés. Si es que no lo es ya, claro está. El mayor hito de su carrera fue también con los merengues, pues fue el encargado de dirigir el Real Madrid 2-0 Eintracht de Supercopa de Europa. El tiempo ha acabado espantando todos los fantasmas y le ha dado valor a su trabajo.
Respecto a sus labores como árbitro con la FIFA, Michael Oliver tuvo tres partidos en Qatar 2022. Dos de ellos fueron de mucha tensión, como aquel Arabia Saudí-México de la última jornada de fase de grupos y el icónico Brasil-Croacia de cuartos de final. Luego, en la Eurocopa de 2020, fue el árbitro principal en otros tres. El que más destaca es uno de buen recuerdo para la Selección, pues se encargó de que se aplicase correctamente el reglamento en el España-Suiza que nos dio el pase a semifinales.
