Seguramente, la principal innovación que se ha introducido en materia de arbitraje en el Mundial femenino que se celebra en Australia y Nueva Zelanda desde el pasado día 20 es que las árbitras narran en directo, mediante un micrófono cuyo audio se escucha en todo el campo, las decisiones que toman cuando se produce una intervención del VAR.
La iniciativa, semejante a la que se aplica desde hace años en el fútbol americano y, más recientemente, en algunas competiciones de baloncesto, tiene el loable objetivo de hacer más transparentes y comprensibles las decisiones arbitrales cuando estas se refieren a jugadas particularmente conflictivas o muy relevantes para el resultado del encuentro.
Así será el VAR en el Mundial femenino: los árbitros explicarán las decisiones en directo
No hubo que esperar mucho para vivir la primera experiencia. En el minuto 87 del partido inaugural del torneo, que enfrentó a Nueva Zelanda y Noruega, unas manos en el área de una jugadora escandinava fueron sancionadas con penalti por la colegiada, Yoshimi Yamashita, tras consultar al VAR.
Aplicando disciplinadamente el protocolo establecido, la árbitra transmitió firme y claramente a todo el estadio que “tras la revisión realizada, la decisión es penalti”.
Decisión, pero no explicación
Dejando aparte a los aficionados que nada sabían de la nueva medida y que mostraron en las redes sociales su sorpresa, parece claro que la iniciativa cuenta con el aplauso mayoritario de los seguidores de este deporte.
Sin embargo, no han faltado quienes, con toda razón y no sin ironía, han expresado sus críticas acerca de la utilidad real de la nueva iniciativa si se aplica de esta forma. Y todos se han enfocado en el mismo aspecto: “No tiene sentido hacerlo así. Seguimos como hasta ahora. No sabemos por qué se pita el penalti”, apuntan unos. “¿Para qué vale?”, señalan otros. “En realidad, te dan la misma información así, que si señalan simplemente el punto de penalti con la mano, como hacían hasta ahora”.
Nada hay que reprochar a la colegiada japonesa en relación con el caso. Las instrucciones de la FIFA al respecto, como advirtió días antes del inicio del Mundial su responsable de arbitraje, el famoso ex árbitro Pierluigi Collina, eran que cada colegiada obrara como le pareciera más oportuno a la hora de comunicar sus decisiones, así que podían explicarlas o no.
«No queremos presionar a las árbitras”, abundó Collina. “Así que les hemos dicho que sean naturales, que digan lo que les parezca normal y que no se centren demasiado en seguir un guion».
El espíritu de estas instrucciones —o de estas no-instrucciones— puede ser sin duda muy respetable, pero lo cierto es que, si la medida se aplica así, el público se queda como estaba.
Una alternativa tan lógica como incómoda
Por supuesto, hay quienes entienden la presión añadida que puede ejercer sobre las árbitras la obligación de tener que explicar sus decisiones sobre la marcha, de manera tan urgente y repentina; o el problema de que lo deban hacer, en un torneo internacional, colegiadas cuyo idioma nativo no es el inglés.
Sin embargo, señalan que el problema quedaría resuelto si se permitiera que los espectadores escucharan en directo las conversaciones que se producen entre el VAR y la colegiada antes de que esta adopte la decisión final.
Sería realmente una medida muy adecuada a los objetivos pedagógicos y de transparencia que se quieren conseguir. Sin embargo, hay motivos para suponer que no resultará fácil que sea aprobada.