Zvonimir Boban, Jefe de Fútbol de la UEFA y ex jugador del Milan, y Roberto Rosetti, Jefe de Árbitros de la misma organización y ex colegiado internacional, han criticado vehementemente el empeño de la FIFA por compensar las pérdidas de tiempo que se producen durante los partidos mediante descuentos de extraordinaria duración que llevan a que los encuentros sobrepasen muy frecuentemente los 100 minutos de juego teórico.
Este criterio, cuya aplicación fue “inaugurada” por la FIFA con ocasión del Mundial de Catar y que se ha convertido ya en una norma que está siendo crecientemente seguida por las principales Ligas nacionales, ha sido calificado como “absolutamente absurdo” por el famoso ex jugador croata.
Un problema de salud
Boban no centra sus argumentos, como han hecho otros expertos, en las negativas consecuencias que esos inciertos e interminables “alargues” pueden tener sobre el espectáculo, sino en su impacto sobre la condición física de los jugadores.
“Añadir tantos minutos extra de manera sistemática es perjudicial para la salud de los futbolistas”, ha asegurado. «Sumar 12, 13 o 14 minutos a todos los encuentros de la temporada podría suponer 500 minutos totales más, es decir, el equivalente a unos cinco partidos extra completos”.
Y esto, en un momento en el que la obsesión de FIFA y UEFA por incrementar el número de partidos de las competiciones que organizan —por claras motivaciones económicas y “políticas”— está conduciendo a un mayor número de lesiones, lo que ya ha sido denunciado por un bastantes entrenadores y jugadores de primer nivel. Entre los últimos en levantar la voz, se encuentran Kevin De Bruyne, del Manchester City, y Raphäel Varanne, ex del Real Madrid y actualmente jugador del Manchester United.
Alarma en la UEFA: faltan árbitros para las competiciones europeas
Cabe recordar al respecto que la UEFA está a punto de ampliar la Liga de Campeones con dos partidos más para todos los equipos a partir de la próxima temporada, por lo que el número total de encuentros pasará de 125 a 225.
«Cuántas veces hemos hablado críticamente del calendario y de que hay demasiados partidos”, ha subrayado al respecto Boban. “No escuchamos a los jugadores ni a los entrenadores… Es una locura. Es demasiado, así que no lo haremos. Nuestras directrices son diferentes«.
El ex jugador croata ha tirado asimismo con ironía de su experiencia para reforzar sus opiniones. «Si juegas 60 o 65 minutos, cuando te cansas de verdad es en los últimos 30 minutos del partido… ¡Y entonces, viene uno y te añade otros 15 minutos más!”.
La FIFA, a la defensiva
La FIFA, con su Presidente al frente, está preocupada porque, en los últimos tiempos, el balón está realmente en juego realmente unos 50 o 55 minutos por encuentro como consecuencia de celebraciones de goles, sustituciones, lesiones y pérdidas deliberadas de tiempo. Gianni Infantino arguye que todo ello perjudica la relación calidad-precio que reciben los espectadores por ver un partido.
A su vez, Pierluigi Collina, el Jefe de Arbitraje de la FIFA, ha salido también al ruedo para defender “los largos alargues” que promueve su organización. Pero su vía de argumentación ha resultado, como poco, “burocrática”, porque se ha centrado en que la “recomendación” fue acordada tras consultar a todas las Confederaciones de fútbol, incluida la UEFA (como si el hecho de que se haga una consulta global garantizara “per se” que una decisión es incuestionablemente correcta o los consultados no pudieran cambiar de opinión).
Tampoco ha estado muy brillante al asegurar que «no se trata de añadir minutos al partido, sino de compensar el tiempo cuando los jugadores no juegan, y sólo en circunstancias específicas. Los saques de meta, los saques de esquina y los saques de banda forman parte del partido y no hay que compensar el tiempo empleado en ellos. Por lo tanto, la recomendación no afecta al bienestar de los jugadores, sino que simplemente compensa el tiempo que se ha perdido”. En efecto, el argumento no es precisamente brillante porque oscila entre ser más bien contradictorio y resultar poco menos que incompresible.
Arbitrar de otra manera
Claro, que también se ha lucido Howard Webb, Jefe de Arbitraje de la Premier League, al asegurar que «las cosas se calmarán» una vez que los jugadores se adapten. Es decir, hay que suponer que lo harán cuando se dejen de fatigar o de lesionar por haber jugado 10 minutos más por partido…
Mucho más claro ha sido Roberto Rosetti. El ex colegiado italiano ha recordado que la UEFA lleva ya cinco años trabajando para reducir las pérdidas de tiempo en los partidos de sus competiciones y, como consecuencia de ello, los encuentros de la Liga de Campeones, por ejemplo, registran un tiempo de juego real superior a los 60 minutos, frente a los menos de 55 minutos de la Premier League.
La “recomendación” de la UEFA es muy sencilla: «les decimos a nuestros árbitros que aceleren la reanudación del juego, reduciendo las interrupciones y pérdidas de tiempo, en lugar de centrarse en el tiempo añadido«.
O sea, en lugar de arbitrar igual y añadir más tiempo, arbitrar mejor para no tener que añadir más tiempo.