Dani Carvajal se ha convertido en una pieza indispensable para el Real Madrid, considerado como uno de los mejores laterales derechos. También, para muchos, es uno de los ídolos de la afición, ya que es canterano y siempre ha defendido el escudo con lealtad y profesionalidad, representando los valores del club blanco.
Desde siempre estuvo muy involucrado en el fútbol. Sus amigos contaban que no había estado para nada interesado en relaciones, ya que sus padres le decían que «estudiaba o que no habría fútbol». Y conociendo la competitividad de Dani Carvajal, optó por sumergirse completamente en su deporte.
Claro que no todo ha sido competitividad y trabajo. De hecho, desde su lado personal, el pasado año el futbolista se casó. Le dio el ‘sí quiero’ a Daphne Cañizares, modelo, influencer, y madre del pequeño Martín en Ayllón, un pequeño pueblo a una hora y cuarto de la ciudad de Madrid, uno de los lugares favoritos del defensor.
Ayllón, el idílico pueblo a una hora de Madrid
Entonces, en julio de 2022, Ayllón se convirtió en una extensión del Bernabéu. Y es que por la histórica y medieval villa se vio a jugadores como a Marco Asensio y Fede Valverde o Pablo Sarabia, así como directivos del club como Emilio Butragueño.
Hablamos de Ayllón como un pueblo de carácter medieval, en el que sus pintorescos rincones y su rica gastronomía son motivos más que suficientes para acercarse hasta este bonito lugar castellano. Un sitio en el que prevalece el paisaje en un entorno natural de gran riqueza cultural.
Declarado como Conjunto Histórico-Artístico de carácter nacional, este rincón de la localidad de Segovia ha obtenido varios premios. Entre ellos, en 1973, el primer premio del Concurso de Embellecimiento de Pueblos y el accésit del Primer Premio Nacional en 1974. No nos extraña, entonces, que el lateral del Real Madrid lo haya elegido para celebrar su boda.
Una villa con verdadero sabor medieval
De ostentosa historia y lugar de paso de importantes personajes ilustres, Ayllón es un municipio cercano a Madrid que cuenta con una colección de monumentos civiles y religiosos que plasman en sus estilos las diferentes épocas de vida del pueblo.
Algunos ahora son solo ruinas o fachadas, propio del trascurrir de los siglos, pero que no dejan de sorprender y deleitar al turista por su perfecta armonía con construcciones más modernas. Y está a solo una hora de Madrid.
De la ocupación árabe han quedado como muestra los lienzos de la muralla de tapial denominados como «Los Paredones» y la propia torre de dicha muralla. A esta se la conoce como «La Martina», convertida hoy en la imagen emblemática del pueblo.
¿Y cuándo podríamos acudir o cuándo sería recomendable visitarla? En realidad, cualquier momento es bueno, pero si hay una fecha que queramos buscar es la del último fin de semana de julio, cuando se celebra el conocido como Ayllón Medieval, en el que todo el pueblo se viste de gala para recordar su pasado.