El encanto del que puede ser el pueblo más bonito de España se puede entender desde una perpsectiva arquitectónica, histórica, cultural o, incluso, sentimental. Y en Cataluña podemos dar buena cuenta de ello. Tanto es así que en esta tierra los hay con un gusto especial, y varios de ellos han sido siempre posicionados entre los más bellos de todo el país.
Esto es lo que hemos entendido a través del portal de viajes Busco un chollo, que ha elegido un pueblo situado en Cataluña como el más bonito de todos los que tenemos en España. Costa e interior, buena gastronomía, cultura y naturaleza son los ingredientes mágicos de las aldeas catalanas más bonitas. Aquí se sitúa el municipio de Miravet, en Tarragona.
Miravet, en Cataluña, el pueblo más bonito de España
Hablamos así del que forma parte de los pueblos más encantadores de España, enraizado profundamente en la historia con su impresionante castillo templario, y porque fue uno de los escenarios de la última batalla del Frente Republicano en Cataluña, la más larga y sangrienta de toda la Guerra Civil.
Situado a apenas una hora de la ciudad de Tarragona, este municipio catalán viene acompañado del Río Ebro, y encima está cerquita del mar. Y es que este pueblo color de rosa parece surgir del agua, para crecer después por una pequeña ladera en una colina rocosa. De hecho, para los naturales de este pueblo de Cataluña, el río ha sido desde siempre sinónimo de vida, de riqueza comercial, cultural y natural.
Además, el embarcadero de Miravet es uno de los lugares más bonitos de la zona y nos permite tener una panorámica de la ciudad que parece salida de una postal. Con el paso del tiempo, este asentamiento templario se convirtió en un pintoresco pueblo, que cuenta con casas de piedra y casas calizas de la tonalidad rojiza de la roca de la propia colina
Su castillo medieval, el gran tesoro de Miravet
Desde el embarcadero se obtiene la mejor panorámica de Miravet: en lo más alto se alzan los restos del castillo edificado por los árabes en el siglo VIII. La parte histórica del pueblo se encuentra anclada a la roca, es pequeñita pero sus calles empedradas tienen un especial encanto, podremos visitar la Iglesia Vieja del siglo XVI y contemplar sus bonitas vistas.
Un pueblo de Cataluña que está justo dentro de un emplazamiento estratégico sobre una atalaya. Allí, su castillo medieval destaca como uno de los ejemplares más sobresalientes de la arquitectura de la Orden de los Templarios en Europa.
Siendo un edificio que sirvió tanto para fines religiosos como militares y de origen árabe, este sigue el diseño defensivo característico de los castillos de Tierra Santa, con unas murallas majestuosas que se imponen sobre el paisaje del río Ebro. Miravet, como todos los pueblos del Ebro, han estado siempre a merced de las riadas, donde aún se encuentran las marcas de las riadas catastróficas de 1907 en el palacio y en el portal del Motxo.
Deporte y gastronomía
En cuanto al deporte, y viendo que se trata de un pueblo encauzado por el Ebro, podemos decir que las actividades acuáticas son de lo más interesantes. Es más, las vistas más espectaculares del pueblo y del castillo las encontramos desde el río, y las podemos disfrutar navegando en kayak: un transporte ecológico, divertido y apto para todos los públicos.
En cuanto a la comida, aquí podremos disfrutar completamente de la pura y típica gastronomía de Cataluña. La misma cuenta con un sinfín de productos basados en una dieta mediterránea que combina tanto el mar como la montaña y, además, ofrece una enorme variedad de verduras y frutas.
Y por supuesto, sin duda, la clotxa es el plato más típico de la región catalana. Formada por medio de pan de payés que se rellena con tomate, ajo, cebolla y sardina, todo asado y con aceite abundante. Era la comida habitual de los campesinos cuando iban a trabajar al campo, especialmente en los meses de otoño e invierno.
También hay otros platos que no dejan indiferente a nadie, como la escudella i carn d’olla, que es una sopa tradicional de Cataluña que lleva variedad de carnes, como pollo, cerdo y ternera, junto con verduras y legumbres o el arroz caldoso, un plato de cuchara donde el arroz se cocina en un caldo, a menudo con mariscos o pescado. Otros productos típicos son el aceite y el vino elaborados con los productos de la tierra.
