La Comisión Disciplinaria de la FIFA ha emitido un castigo en relación con la actuación de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación española de Fútbol (RFEF), durante los actos de celebración del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda. El máximo organismo mundial del fútbol ha inhabilitado a Rubiales durante tres años sin poder ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol, tanto en el ámbito nacional como internacional. La FIFA considera que el exmandatario infringió el artículo 13 de su Código Disciplinario al propinarle un beso en la boca a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas de la final de la Copa del Mundo, así como por los gestos obscenos en el palco de autoridades.
🧑⚖️ Todo queda en manos de los juzgados
La FIFA ya había sancionado de forma provisional a Rubiales poco después de los hechos acontecidos el 20 de agosto de 2023 en Sídney. La suspensión fue de tres meses. Ahora, en cambio, una vez estudiado a fondo el caso, el castigo es de tres años. El artículo 13 de Código Disciplinario de la FIFA hace referencia a las conductas ofensivas dentro del fútbol. Entre los puntos que cita el pliegue que recoge las normas está el de «violar las normas de conducta cívica» y el de «adoptar una conducta que desprestigie al fútbol y a la FIFA». Rubiales podrá presentar un recurso ante el Comité de Apelación de la FIFA en un plazo de diez días.
Apenas tres horas después de hacerse pública la sanción, Rubiales ha cargado con dureza a través de las redes sociales contra la máxima organización del fútbol internacional y ha confesado que la forma de los tiempos de comunicación del castigo no han sido correctos: «no me ha dado tiempo a enterarme por mi propio email, sino por los medios de comunicación». El exdirectivo se siente perseguido y linchado mediáticamente y asegura que llegará hasta la última instancia «para que se haga justicia y resplandezca la verdad», remarca.
El Juez imputa a Vilda y Luque por coacciones a Hermoso tras el beso de Rubiales
Por otro lado, Rubiales también está imputado por la Audiencia Nacional por agresión sexual y por las presiones a Jenni Hermoso y a su entorno. Por este mismo delito también están imputados el director deportivo de la federación, Albert Luque, y el de marketing, Rubén Rivera. En todas sus defensas, el expresidente de la RFEF ha negado las coacciones y ha insistido en que el beso a la futbolista fue consentido. Rubiales tiene impuesta una orden por la que no puede comunicarse con Jenni, ni acercarse a menos de 500 metros.
