¿Creéis en el destino? Bueno, habrá escépticos y creyentes en esa fuerza intangible que presumiblemente teje la vida de las personas. Las vidas de la selección y Jenni Hermoso están completamente entrelazadas y, además, con notas de película americana. La delantera madrileña resolvió un partido atascado de España en Italia en el minuto 89, en sus primeros minutos vestida con la camiseta nacional tras el polémico beso que le propinó Luis Rubiales en el Mundial. Tenía que ser ella. Como si estuviese escrito.
El combinado de Montse Tomé se presentó al partido con su dominio habitual, pero se enredó en el entramado defensivo italiano. Tuvo ocasiones para marcar antes, pero el gol le fue esquivo a la selección hasta que Jenni encontró la luz. El conjunto español sumó tres puntos importantes del estadio Arecho para seguir invicto y en cabeza de su grupo de la Nations League. Otro paso para estar en los Juegos Olímpicos de París 2024.
🤩 Jenni Hermoso habló sobre el terreno de juego
Jenni Hermoso empezó el partido desde el banquillo. Montse Tomé apostó por Esther González de delantera y por Alexia Putellas en el centro de campo. No había hueco para la madrileña, que ha acaparado todos los focos desde que su nombre saliese en la lista de las convocadas. Alejada del foco mediático en México, regresaba al centro del huracán. No ha hecho muchas declaraciones, pero sobran las palabras, ya que Jenni habla sobre el terreno de juego. Y lo volvió a hacer en Italia.
Saltó al césped en el minuto 68 con una España atascada ante el muro defensivo italiano. Lo probó en el primer tiempo Aitana con una acción individual, Lucía García no estuvo fina en un remate dentro del área y Salma y Tere Abelleira también tuvieron sus acercamientos sin premio. Sin embargo, como si todo formase parte de un guion de cine, el gol estaba esperando la participación de Jenni Hermoso. Salma cedió desde la izquierda a Alexia, la del Barça remató y obligó a detener con el pie a Laura Giuliani. Entonces, el rechace fue a parar a los pies de Jenni, que embocó a gol prácticamente con la puerta vacía.
Era la recompensa mágica para la delantera española, que no lo ha pasado bien desde el polémico beso de Luis Rubiales en los actos de celebración del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Broche de oro para el regreso de la máxima anotadora de la selección con 52 dianas en 106 partidos. Jenni es sinónimo de eficacia en España.
😨 Temor a la calidad de España
España se presentó en Italia con la escarapela de campeonas el mundo en su vestimenta totalmente roja y con la ilusión de sumar el pleno de triunfos. Conocedores del juego vistoso y ofensivo español, el equipo italiano modificó su sistema para plantar en el terreno de juego un sistema mixto entre el 1-5-4-1 y el 1-5-3-2 en bloque bajo. En los dos encuentros anteriores de la Nations League, el combinado de Andrea Soncin fue más ofensivo. Sin embargo, ante ‘La Roja’, y viendo la que se le venía encima, prefirió recurrir a una táctica conservadora.
Le fue bien al conjunto italiano. Las futbolistas españolas no se encontraron cómodas en ningún momento del duelo. Con la posesión casi total del balón, el equipo nacional embotelló a su rival, que apenas salió en algunas contras rápidas. En cambio, el centro de máquinas español, con Tere Abelleira, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, se atascó ante tanta pierna italiana y ante la presión incipiente cuando alguna de estas futbolistas recibía el balón. La selección no pudo derribar el muro de la Azzurri hasta el minuto 89. Con el tanto de Jenni. Lo que parecía destinado a un empate y a un pinchazo aprovechado por Suecia para recortar distancia en el grupo, se convirtió en un triunfo liberador y que demuestra que España tiene una fuente de recursos que ahora mismo parece inabarcable.
🤗 Cata Coll, clave en los momentos importantes
Al combinado español le faltó precisión en el último pase y recurrió de forma continuada al ataque por bandas. Algo que no surgió demasiado efecto. Tampoco pudo hacer mucho con las jugadas de estrategia ante la ausencia de una especialista en estas acciones como Irene Paredes. Se notó la falta de la central del Barcelona, aunque Laia Codina y Laia Aleixandri cumplieron con creces. Y cuando las centrales españolas no estuvieron tan acertadas, aparecieron las manos salvadoras de Cata Coll.
La guardameta del Barça salvó un remate de Linari en un córner con una gran estirada. Era el aviso de que las cosas podían complicarse si España no estaba fina. La mallorquina, que se turna con Sandra Paños en el club azulgrana, estuvo también segura en el minuto 93 en un error defensivo que quedó en pies de Valentina Giacinti y que podría haber costado el triunfo. España tiene donde elegir entre Misa y Cata Coll, aunque ahora le toca jugar a la segunda.
