José Mourinho ha renunciado a su cargo en el comité de la UEFA tras considerar injusta la sanción de cuatro partidos que le impuso este organismo por su comportamiento en la final de la Europa League. En un comunicado, el técnico portugués ha señalado lo siguiente:
«Lamento informar de que, con efecto inmediato, renuncio a mi participación en este grupo. Los principios en los que creía plenamente cuando me uní al grupo ya no existen y me siento obligado a tomar esta decisión».
Mourinho, por tanto, abandona el citado grupo, creado el pasado mes de abril con la idea de congregar a entrenadores y exjugadores para debatir ideas y mejorar la competición. En este comité están también otras figuras como Rafa Benítez, Ronald Koeman, el seleccionador de Portugal, Roberto Martínez, leyendas como Patrick Vieira y los madridistas Luís Figo y Zinedine Zidane.
La sanción de la UEFA a Mourinho
La Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA impuso hace solo unos días una sanción de cuatro partidos a José Mourinho, actual entrenador de la Roma, por su comportamiento durante la final de la Liga Europa que su equipo jugó (y perdió) contra el Sevilla en Budapest el pasado 31 de mayo.
El expediente disciplinario fue abierto por la UEFA el pasado 2 de junio y concluyó con la sanción al portugués por el “lenguaje abusivo” que empleó contra el árbitro.
En efecto, el técnico de la Roma se mostró muy crítico con el arbitraje del inglés Anthony Taylor en la rueda de prensa posterior al encuentro. En ella, aseguró que su equipo ya estaba «acostumbrado a la influencia de los árbitros» en sus partidos.
Sin embargo, «en una final europea no me lo esperaba”, añadió. “Basta con ver la boca de Ibáñez y se entiende todo; con ver a Lamela, que ha tirado un penalti y que tenía que haber sido expulsado; basta con ver que el equipo que jugó mejor en el primer tiempo es el que ha terminado con tres amarillas. Pellegrini se cae y es amarilla; Ocampos simula y no hay amarilla».
No acabó ahí la cosa. Tras la rueda de prensa, esperó al colegiado en el aparcamiento del estadio y le gritó: “¡¡¡Es una p*** vergüenza y eres una j***desgracia!!!”.
Más sanciones a la Roma
Además, el Órgano de Control, Ética y Disciplina de la UEFA ha multado a la Roma con 50.000 euros y la prohibición de vender entradas a sus seguidores para el próximo partido que dispute como visitante en una competición europea. ¿Los Motivos? Que sus tiffosi encendieron fuegos artificiales, lanzaron objetos, realizaron actos dañinos y generaron disturbios en la grada.
Asimismo, la UEFA ha instado a la Roma para que se ponga en contacto con la Federación Húngara de Fútbol en un plazo máximo de 30 días para acordar la reparación de los daños causados por sus seguidores, puesto que estos rompieron papeleras, asientos, cristales, contenedores y enchufes del estadio.
La comisión disciplinaria de la UEFA ha ido aún más lejos. Ha impuesto otras tres multas a la Roma por incidentes ocurridos en el partido de ida de las semifinales celebrado en su estadio frente al Bayern Leverkusen: 30.000 euros por lanzamiento de objetos por parte de sus seguidores, 32.500 por uso de bengalas y 18.000 por bloqueo de accesos públicos.
Por añadidura, tendrá que cerrar parcialmente su estadio en el próximo partido de una competición europea, con 6.000 asientos bloqueados que deberán ser repartidos entre las tribuna norte y oeste del campo.
Por el contrario, el Sevilla, que también fue objeto inicial del expediente por invasión del terreno de juego, lanzamiento de objetos, uso bengalas y conducta impropia del equipo, no ha recibido sanción de ningún tipo.
