Aubameyang - Malaria - Salud - Fútbol
🚑​ Espacio salud

De Aubameyang a Bissouma: el deporte no escapa de la malaria

En cada Copa Africana de Naciones es frecuente ver como algún futbolista contrae la malaria. En la de 2022, de hecho, uno de los afectados fue Pierre-Emerick Aubameyang, el por entonces delantero del Barça. Una enfermedad que genera bastante desconocimiento desde Europa y que provoca que los aficionados de sus clubes se pregunten qué pasará con ellos. Desde una preocupación por su estado de salud, hasta los plazos de recuperación y el posible riesgo de contagio, además de si la enfermedad derivará en una baja competitiva, así como la duración de la misma. Respondemos a todas esas cuestiones.

🦠 ¿Cómo afecta la malaria a los deportistas?

Se trata de una enfermedad aguda extendida en países subdesarrollados, de ahí que África sea el continente con mayor riesgo de contraer esta infección. En algunas regiones la malaria es responsable de hasta el 40% de las visitas a los centros de salud y en el último año se estima que se contagiaron 247 millones de personas — de las cuales fallecieron 619.000—. No es una enfermedad a la que haya que restar importancia, tal y como ha alertado la organización de Médicos Sin Fronteras en alguna ocasión: “Aunque es una enfermedad prevenible y curable, si una persona infectada con malaria no es inmune y no recibe tratamiento, es probable que muera rápidamente«.

Las lesiones más comunes en el baloncesto y cómo prevenirlas

Sin embargo, si se evitan estos factores y quien la contrae es una persona sana y recibe el tratamiento adecuado, su vida no corre peligro. También es importante un diagnóstico temprano. Los lactantes, los menores de cinco años, las mujeres embarazadas y las personas con VIH o sida son las más vulnerables a sufrir una infección grave a consecuencia de esta enfermedad. Los deportistas de élite son el grupo de menor riesgo por su estado físico, potenciales cuidados y por los controles rutinarios que pasan, con mayor frecuencia que el resto de los ciudadanos. No obstante, algunos requieren tratamiento hospitalario, puntual o ininterrumpido, aunque lo más común es que tomando cloroquina por vía oral, o alternativas como la quinina o la pirimetamina-sulfadiazina, se elimine de la sangre en unas semanas.

🧑‍⚕️ ¿Puede un deportista competir con malaria?

El reglamento no indica lo contrario, por lo que si los síntomas son leves no habrá impedimento. En todo caso, lo lógico es ser cautos y que los profesionales se tomen un tiempo de recuperación. Eso fue lo que sucedió con Hamed Traorè, el centrocampista fichado este mes de enero por el Napoli, después de superar la malaria cuando todavía pertenecía al Bournemouth de Andoni Iraola. El club inglés no trató de acortar los plazos de recuperación estimados, de en torno a tres semanas para los profesionales del deporte, aunque varía en función de cómo afecte a cada persona. Otro ejemplo reciente es el de Yves Bissouma, internacional por Mali, que se infectó al llegar a la concentración y, aun así, disputó algunos minutos en la Copa Africana de Naciones de 2024. A cuenta gotas, pero la malaria no le apartó definitivamente de la CAN.

Yves Bissouma Tottenham Malaria.

Yves Bissouma, centrocampista maliense del Tottenham, es el último jugador mediático contagiado de malaria.

Los síntomas más comunes son fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza y vómitos. Se intuye, por tanto, que salvo en los casos más asintomáticos, el deportista perderá fuerza y resistencia física. Los pacientes más graves sufren un cansancio y fatiga extrema, deterioro del estado de conciencia, convulsiones, dificultad para respirar, orina de un color oscuro o con sangre, hemorragias anormales o coloración amarillenta de los ojos y la piel. Con esta manifestación de la enfermedad, la práctica deportiva sí puede suponer un riesgo.

😷 ¿Debe aislarse el enfermo?

Para acabar, la pregunta más extendida: ¿La malaria es contagiosa? Entre humanos, no directamente. La enfermedad está causada por un parásito que se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado. Sucede durante todo el año y en temporada de lluvias y/o calor crecen los contagios. El pequeño riesgo está en si otro mosquito, libre de malaria en un principio, pica a una persona enferma.

De esa forma el insecto sí se infectaría, y así continuaría el ciclo de transmisión, cuyos síntomas suelen aparecer entre 10 y 15 días después de la picadura. Por tanto, en caso de que haya mosquitos alrededor de una persona con malaria, sí se debe tener en cuenta un potencial riesgo de contagio, ya que más vale prevenir que curar, del mismo modo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacuna contra la misma. Especialmente si se prevé la visita a lugares con mayor riesgo de contagio.

Ir al contenido