Si una imagen vale más que mil palabras, la de Pedri en el césped de San Mamés excede el límite de lamentos. El centrocampista canario, lastrado por tercera temporada consecutiva por las lesiones en el muslo, rompió a llorar cuando salió sustituido del partido ante el Athletic. Él sabía lo que le pasaba antes de abandonar el rectángulo de juego y, si bien no es una lesión grave, sí se trata de una demasiado reincidente como para permitirle recuperar la continuidad y el tono físico necesario para desplegar su mejor fútbol. El de la 2020/2021, con el colofón de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de ese mismo verano. Tal vez, demasiada carga de minutos al poco tiempo de cumplir su mayoría de edad. ¿Cuántas lesiones van ya? ¿A qué se deben? ¿Tiene solución?
💔 Pedri rompe a llorar en el banquillo tras volverse a lesionar
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— Bar TV (@bar_tv) March 3, 2024
🤕 El calvario de Pedri
«Es difícil parar y empezar de nuevo después de todo el esfuerzo y el trabajo que hay detrás. Aun así, no dudéis que las lágrimas de impotencia de ayer se convertirán muy pronto en lágrimas de felicidad. Es increíble todo el cariño que me han hecho llegar en las últimas horas», declaraba el todavía prometedor centrocampista español, de 21 años, después de sufrir su último contratiempo muscular.
De la noche a la mañana nos topamos con que un jugador de primer nivel, que parecía resistir la carga exacerbada del calendario como nadie, se resiente constantemente de sus lesiones musculares. Estas «tienen memoria» y conviene tratarlas con especial cautela en los futbolistas y atletas, para que el daño no aparezca periódicamente, de forma crónica. El caso de Pedri González es especialmente llamativo: solo se perdió dos de sus primeros 54 partidos en la 2020/2021, su primera temporada en la élite, y, desde la primera lesión ha arrastrado un sinfín de problemas musculares más.
En total, el canterano de Las Palmas se ha perdido 71 partidos, sin contar los hipotéticos compromisos a los que habría asistido en condiciones normales con la Selección Española.
Desde entonces, Pedri apenas ha disputado 80 partidos oficiales de 145 posibles con el Barcelona, sumando los dos últimos cursos y medio. Un alarmante 55,17% de los encuentros. Esta temporada está por encima de ese baremo (68,18%), aunque la última lesión, que le tendrá en torno a otro mes de baja, equiparará bastante el porcentaje. Por ahora son 22 encuentros jugados y 15 ausencias por problemas físicos.
Lejos queda su versión omnipresente, la que le hizo convertirse en indiscutible para Ronald Koeman nada más debutar en la élite y la que le abrió las puertas de la Selección de par en par, hasta hacerse con un hueco en el once titular de Luis Enrique, quien le bautizó como piedra angular del equipo. Llama la atención que este haya sido su último seleccionador, dado que con Luis De La Fuente solo ha estado disponible para una convocatoria, en la que el nuevo entrenador decidió prescindir de él para no sobrecargarle aún más de minutos ante el calendario tan exigente al que están sometidos los protagonistas.
🧐 ¿A qué se deben las incesantes lesiones de Pedri?
En relación con este asunto, Lluís Til, doctor y exjefe de los servicios médicos del primer equipo del Barcelona, apunta que “el tratamiento de las lesiones musculares incluye un tiempo de reposo, que en el caso de no gestionarse bien, producirá un deterioro funcional de los tejidos y que puede ser la causa de futuras lesiones». Algo paradigmático en el caso del canario, que pasó de disputar prácticamente todos los partidos posibles en su primera temporada como profesional en Las Palmas y en la primera en el Barcelona, a sufrir hasta ocho lesiones musculares en los últimos dos años. Seis de ellas, en el muslo. Demasiada casualidad.
Lluís Til añade que, durante este primer período de reposo «es necesario planificar cuidadosamente la reintroducción progresiva del ejercicio para no causar atrofia muscular y recuperar la fuerza, coordinación y el equilibrio necesario para afrontar la actividad de nuevo en las mejores condiciones. Sin embargo, entre un 8 y un 20 % de las lesiones musculares sufrirán una recaída«.
🤔 ¿Cómo se puede prevenir?
Para disminuir el riesgo de recaída, el Dr. Jordi Marcos, de iMove Mi Tres Torres, indica que es fundamental que los deportistas sean monitorizados de forma inmediata: «Lo ideal es establecer un correcto plan de acción, basado en diagnosticar correctamente la lesión para poder anticiparse a las posibles complicaciones, diseñar un plan de tratamiento que incluya terapias regenerativas, identificar los factores de riesgo del deportista para corregirlos y establecer medidas compensatorias, aplicar una nutrición adecuada y unos buenos hábitos de sueño, así como arroparse de un entorno de confianza y obtener la ayuda psicológica pertinente».
Esto último, con especial énfasis en aquellos casos que hayan provocado recaídas, como podría ser el de su compañero Ansu Fati, que en este caso es de mayor gravedad y ajeno a un tema muscular. «Los sentimientos negativos y de soledad pueden perjudicar el estado de ánimo con que se afronta la lesión» concluye el doctor.
