Lejos de continuar como decepción, la selección nacional de Austria ha confirmado su presencia en la próxima Eurocopa y luchará por la primera plaza con Bélgica. Es el séptimo combinado que lo consigue. Solo se han dejado cinco de 21 puntos por el camino y le han sobrado dos jornadas, pese a coincidir con rivales más exigentes de lo que pueda parecer. Sobre el papel, Suecia era, incluso, favorita a acompañar a los belgas. Se puede decir ya que Ralf Rangnick, tras hacer que despegase la carrera de varios futbolistas austriacos, ahora le ha cambiado la cara a los centroeuropeos como conjunto, que diputarán su cuarta fase final de una ‘Euro’.
🚀 De cero a cien
Para ver la última participación de Austria en una fase final de un gran torneo hay que retroceder hasta la Eurocopa 2020. Cayeron en octavos en aquella ocasión, en la prórroga, frente a una Italia que fue a la postre campeona continental en Wembley. Pusieron en serios aprietos a los de Mancini. Había motivos para pensar en que llegarían bien al Mundial que se iba a disputar año y medio después, pero, sorprendentemente, no alcanzaron ni siquiera la fase de grupos. Fue cuarta de grupo en el clasificatorio y, aunque tuvo una segunda oportunidad en la repesca, por sus méritos en la Nations League, Gales acabó con el sueño de los austriacos de disputar su primer Mundial en el S. XXI. Gran contraste con lo sucedido ahora.
🤓 La mano de Ralf Rangnick en Austria
La selección austriaca y el seleccionador alemán se necesitaban mutuamente y su matrimonio ha resultado un pleno acierto. Porque, por mucho que Ralf viniera de una etapa gris como entrenador del Manchester United, después de que el Milan desechase su preacuerdo para apostar finalmente por Stefano Pioli, había pocos candidatos mejores para suceder a Franco Foda al frente del combinado nacional de Austria. Y, seguramente, no hubiese ninguno disponible que conociera tan bien a la nueva hornada de futbolistas que Rangnick.
Sobre todo, por su gestión, entre 2012 y 2020, como director deportivo de la entidad Red Bull. Los primeros tres años llegó a compaginar los proyectos de Salzburgo y Leipzig, por lo que gran parte del mérito relacionado con la captación y gestión del talento que hoy conforma la selección austriaca, hay que atribuírselo a Ralf Rangnick. Konrad Laimer, Xaver Schlager, Marcel Sabitzer, Stefan Lainer o Alexander Schlager, pesos pesados de la absoluta, son algunos de los internacionales que han crecido bajo el regazo del contrastado gestor teutón. El mismo que, en 16 meses, le ha dado un lavado de cara importante a Austria. En cuanto a estadísticas, claro está, pero que también ha optimizado el estilo de juego.
🧑🤝🧑 Jugadores que hablan el mismo lenguaje futbolístico
A los nombres mencionados hay que sumar la presencia de David Alaba, Florian Grillitsch, Patrick Wimmer, Marko Arnautović, Michael Gregoritsch, Kevin Danso o los recientemente aterrizados en el conglomerado Christoph Baumgartner y Nicolas Seiwald, que no llegaron a coincidir con Ralf, pero que seguramente ya estuvieran en su radar. Rara vez se le escapaba algún talento precoz a Rangnick, como Erling Haaland, sin ir más lejos.
Ralf Rangnick ha dotado de galones a David Alaba, capitán y hombre fundamental en las acciones a balón parado ofensivas de la selección de Austria. Es más que un central, muy protagonista en la construcción de los ataques desde sus primeros pases.
Todos ellos, excepto el noruego, por motivos obvios, conforman ahora la columna vertebral de Austria. Muchos se han criado juntos, futbolísticamente hablando, y han evolucionado a la par que lo hacían los hegemónicos proyectos de Salzburgo y Leipzig. El resultado, un estilo definido y común entre jugadores, cuyo libro de estilo cambia poco entre sus clubes y la selección nacional. Fútbol muy físico, vertical, de asociación a pocos toques, desmarques permanentes y con la presión alta más que interiorizada como parte de los intangibles que maneja esta corriente futbolística. Rangnick, principalmente, les ordena desde un 1-4-2-3-1, aunque es flexible y puede mutar a 1-4-4-2, 1-4-3-1-2 o al rombo tan característico de Red Bull.
🇩🇪 La influencia del fútbol alemán
Tan cierto es que muchos pilares de la selección han despuntado en el Salzburgo, como que, la gran mayoría, han explotado del todo en la Bundesliga alemana. 17 de los 25 convocados en la ventana en la que Austria selló su billete a la ‘Euro’ de Alemania 2024 juegan fuera de la Tipico Bundesliga, nombre con el que se conoce a la primera división austriaca. El 68%.
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Y, de esos 17 que viven su día a día de clubes en territorio extranjero, 13 lo hacen en equipos alemanes. Más del 50%, sin contar los que pasaron por Alemania y ahora han emigrado en busca de nuevos retos, caso de Saša Kalajdžić en el Wolverhampton. Como no podía ser de otra forma, con el Leipzig (3) a la cabeza, pese a las recientes ventas de Sabitzer o Laimer, dos de sus primogénitos.
Paradójicamente, la llegada de Ralf Rangnick ha contribuido a que la influencia teutona disminuya respecto a lo que construyó Franco Foda. Es notoria, en cualquier caso, por mucho que apueste por algún que otro futbolista semidesconocido de la liga austriaca. Sin ir más lejos, Austria se presentó a la ‘Euro’ de 2020 con 23 de sus 26 convocados pertenecientes a la Bundesliga alemana. O, dicho de otra forma, había más alemanes en Austria que en Alemania. Una plantilla, joven, de 25 años de media de edad actualmente, que ya compite mejor de lo que cabría esperar hace un año y que promete guerra en la Eurocopa del próximo verano.
