El austriaco Stefan Zweig escribió en 1911 una obra llamada «Una historia crepuscular». En ella se relatan los encuentros de amor entre un joven quinceañero y una misteriosa chica en la penumbra de la noche. El chico no puede identificar a la otra persona, con lo que idealiza su amor por esa misteriosa mujer basándose en sus esporádicas interacciones cuando cae el sol. No avanzo más para no hacer un spoiler, pero todo ocurría después del crepúsculo. Ese momento del ocaso en el que los rayos del sol pintan el horizonte de un color anaranjado difícil de igual. El amor fugaz y el crepúsculo. Algo precioso pero efímero. Hace 11 años todos tuvimos ese tiempo de ensimismamiento con el ‘Euro Málaga’. Un equipo que, en tan solo dos temporadas, fue capaz de ganar miles de adeptos y de caer con honores en los cuartos de final de la Champions League. Cazorla, Van Nistelrooy, Caballero, Javier Saviola, Toulalan, Monreal, Isco, Joaquín, Baptista o Demichelis fueron algunos de sus protagonistas de esta historia que nos traslada a una de las etapas más brillantes en la Costa del Sol.
👋 La llegada de Al-Thani y el inicio del proyecto
El Málaga ha jugado 17 temporadas en primera división. Sin embargo, el objetivo siempre ha sido la permanencia en la máxima categoría. Pese a esto, hubo un suceso que cambió la historia del conjunto malagueño: la llegada del jeque Abdullah Al-Thani. Para lo bueno y para lo malo. En junio de 2010, el catarí entró a formar parte del club andaluz como máximo accionista.
Tras nueve partidos, el mandatario destituyó a Jesualdo Ferreira y contrató a Manuel Pellegrini para el banquillo. Además, se invirtió casi 25 millones en mejorar al equipo con las incorporaciones de Demichelis, Sergio Asenjo, Júlio Baptista, Eliseu, Ignacio Camacho, Maresca, Juanmi y Willy Caballero. En la jornada 24 de la campaña 2010/2011, el equipo era último con 20 puntos e hizo un final de temporada increíble, sumando 26 de los últimos 42 puntos en juego para acabar en la mitad de la tabla con tres puntos de margen sobre el descenso. Eso fue clave para lo que vino después…
👷 Isco y Ruud van Nistelrooy apuntalaron a un Málaga de Champions
En la siguiente temporada, la 2011/2012, la inversión en fichajes fue de 60 millones de euros. Desembarcaron en La Rosaleda Santi Cazorla, Carlos Kameni, Jérémy Toulalan, Nacho Monreal, Isco, Buonanotte, Joaquín y Ruud Van Nistelrooy. Fichajes de talla mundial y que, de la mano de Pellegrini, formaron un grupo temible.
Esa campaña tiene su miga. El Madrid de Mourinho alcanzó los 100 puntos, el Villarreal de Champions descendió y el Atlético de Madrid contrató a Diego Pablo Simeone. Entre todos estos hitos, el Málaga quedó cuarto. Ese equipo fue capaz de empatar en el Santiago Bernabéu y de ganar ante el Valencia y el Sevilla. Pese a esto, se lo jugó todo a una moneda en el último partido de la liga. Los costasoleños recibieron al Sporting de Gijón y el Atlético viajó a Villarreal.
Los de Pellegrini estaban obligados a ganar y Salomón Rondón marcó el gol del triunfo en el minuto 49 del encuentro disputado en La Rosaleda. Fue un tanto a la salida de un córner lanzado por Cazorla. El Málaga estaba en la Champions League.
🫂 Todos fuimos del ‘Euro Málaga’
Llegó el momento; el inicio del ‘Euro Málaga’. La temporada 2012/2013 comenzó con las bajas de Cazorla, Monreal, Buonanotte, Van Nistelrooy y Rondón. Sin embargo, llegaron Javier Saviola, Antunes, Roque Santa Cruz e Iturra. Había que pasar un último examen: la ronda previa. El Panathinaikos fue el rival con un triunfo que se fraguó en La Rosaleda con los goles de Demichelis y Eliseu. La vuelta en el infierno de Atenas quedó sin tantos. El Málaga era oficialmente equipo de la Champions League.
Quedó emparejado en el grupo junto a Zenit, Anderlecht y Milan. Los de Pellegrini hicieron una fase impecable con tres victorias en los primeros tres partidos y tres empates después. El equipo obtuvo el primer puesto del grupo con 12 puntos, cuatro más que el Milan. En los octavos, el rival fue el Porto.
Un gol de Moutinho en Do Dragão dio ventaja a los portugueses, pero los goles de Isco y Roque Santa Cruz en la vuelta en Málaga consiguieron la machada. En los cuartos esperaba el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp, Marco Reus, İlkay Gündoğan, Mario Götze y Robert Lewandowski.
El 3 de abril de 2013, el Málaga recibió a los alemanes en La Rosaleda en un duelo en el que no hubo goles. Todo quedó para la vuelta. A los alemanes solo les valía la victoria o un empate sin goles para forzar la prórroga; los malagueños con un empate con goles pasaban a semifinales.
😯 Un partido para la historia
El choque se jugó el 9 de abril de 2013 en un Signal Iduna Park hasta la bandera. Pellegrini, que acababa de enterrar a su padre fallecido pocas horas antes, se mantuvo en el banquillo. Joaquín adelantó al Málaga en el minuto 25, pero el Dortmund puso las tablas mediante una gran triangulación entre Götze, Reus y Lewandowski.
En el minuto 82, Isco encontró a Baptista y el tiro del brasileño se convirtió en un pase a Eliseu para poner el 1-2. En ese instante, solo un milagro en forma de dos goles podía salvar al Dortmund. Los minutos finales se convirtieron en un bombardeo constante de balones al corazón del área malaguista. En una de esas, Reus empató cazando un rebote.
Poco después se consumó la catástrofe. Otra vez con rechaces de por medio. Reus disparó, paró Willy y el balón quedó en pies de Felipe Santana para enviarlo al fondo de la red en una posición de fuera de juego. Al no haber VAR, el tanto subió al marcador. En ese instante se terminó una historia que convirtió las sonrisas malaguistas en lágrimas. Un llanto con el que medio planeta fútbol se sintió identificado. No se dio la épica. El grande ganó al pequeño.
A partir de ese momento, el proyecto del Málaga de Al-Thani se desmoronó. Los jugadores empezaron a salir por las deudas del club, que descendió a Segunda la temporada 2017/2018. Ahora, el Málaga se encuentra en Primera RFEF, la tercera categoría del fútbol español. Quiere volver a recuperar una división acorde a la importancia de la ciudad. Al-Thani salió en 2020 de la entidad andaluza, pero lo dejó todo en ruinas. Las consecuencias de un enloquecimiento repentino. Aunque nadie nos quitará la historia brillante del ‘Euro Málaga’.