Si en el otoño de 2018 le hubiesen hecho a Heung-min Son, Hee-chan Hwang o Ui-jo Hwang la típica pregunta de «dónde te ves en cuatro años», probablemente no habrían contestado que en un Mundial. Con el conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur aún activo, aunque sin escenas de guerra actualmente, los tres se vieron en la tesitura de dejar el fútbol profesional durante 21 meses para prestar servicio militar con el segundo de los países mencionados. Una ley que no exime a los futbolistas, salvo aquellos considerados «deportistas de élite». Pero los jugadores no estaban dispuestos a dejar sus respectivas carreras y consiguieron esquivar la mili surcoreana con la victoria en los Juegos Asiáticos de 2018.
Un final feliz
Esta intrascendente competición a ojos del mundo, sub 23, pero con la posibilidad de inscribir también a tres veteranos como sucede en los Juegos Olímpicos, se puede decir que les cambió la carrera. Y, tal vez, incluso, la vida. Porque al ganarla, con el delantero del Tottenham como capitán y Ui-jo Hwang como máximo goleador (9) del torneo, sí fueron considerados deportistas de élite. La diferencia en el país entre serlo o no, depende, exclusivamente, de si has ampliado el palmarés con la elástica de tu patria. Llamativo, cuanto menos. Resultadista, en realidad. Hubo final feliz para ellos, aunque las imágenes de la celebración fueron bastante tristes, de desahogo, como no podía ser de otra forma.
El Gimcheon Sangmu, aliado del fútbol surcoreano en medio del ejército
Inmersos ahora en la disputa mundialista, hay un nuevo acontecimiento que muestra la otra cara de la moneda, la de quien no pudo evitar prestar servicio militar a costa de tener que apartar el fútbol de su vida. Aunque, eso sí, la mayoría lo apartó a medias. Uno de ellos es Cho Gue-Sung, autor de un doblete en el último partido de Corea del Sur frente a Ghana.
Cho Gue-Sung sí tuvo que dejar recientemente el Jeonbuk FC, campeón de la Champions Asiática, para unirse al Gimcheon Sangmu de la segunda categoría del país. Algo que solo se puede explicar, contextualizando que dicho club está controlado por las Fuerzas Armadas de la República de Corea, con el objetivo de que los futbolistas puedan compaginar su profesión con la mencionada obligación militar. El delantero centro de la selección ya se encuentra de vuelta a su club, el mismo previo a sus dos temporadas como jugador-soldado.
Kwon Chang-Hoon, del ejército al Mundial, en menos de un día
Incluso, hay un caso aún más sorprendente, el de Kwon Chang-Hoon. El ex del Dijon francés o Freiburg alemán, pertenece ahora a dicha entidad mientras presta servicio militar, por lo que es probable que venga de unos meses muy frustrado por perderse una cita única en la vida. Solo que el destino, o más bien su seleccionador, Paulo Bento, quisieron premiar su valía. Su caso es el más extraño de todos, el de un militar que consiguió el permiso para ausentarse de la disputa de la K2-League surcoreana y representar a su país en la Copa del Mundo. Historias curiosas para el aficionado al fútbol que, para ellos, son una enorme traba a la hora de desarrollar su profesión, su vocación.
