Era complicado mantener el listón de emoción y fútbol ofensivo que abrió la mañana con un Camerún 3-3 Serbia para el recuerdo, pero surcoreanos y ghaneses regalaron otro partido apoteósico (2-3). Fue más efectiva la selección africana, que se vio 0-2 en un duelo aparentemente controlado desde que se vieron en ventaja, pero Paulo Bento y su gestión de campo en el segundo tiempo pusieron el Grupo H patas arriba. Kang-in Lee tiró la puerta abajo como revulsivo y Gue-sung –principal novedad en el once– hizo soñar a los suyos con el tercer y cuarto gol del partido de cabeza, pero los asiáticos no pudieron arruinar la fiesta de un Mohammed Kudus que completó su doblete cuando más sufría Ghana.
🥊 Mucha pegada en Ghana
En su debut mundialista frente a Portugal, el equipo de Otto Addo fue demasiado conservador, aunque estuvo cerca de dar un disgusto a la selección lusa a base de acierto en el área rival. Lo último hoy tampoco cambió y les bastaron tres disparos entre palos para ganarlo, pero la forma sí fue algo diferente. Empezando por un cambio de 5-3-2 a 4-4-2, sin defender tan atrás de inicio, hasta que Corea del Sur la avasalló. Resistió gracias a un Salisu que se impuso en ambas áreas, especialmente por arriba. Llegó, incluso, a sacar el 3-3 bajo palos en los instantes finales.
🌟 Kudus-dependencia
Lo que permaneció inalterable fue el impacto del polivalente atacante del Ajax. En el resultado, con un doblete; y en el juego, con una amalgama de controles y giros que, si bien fueron menos indispensables y solitarios que ante Portugal, sirvieron para sembrar el caos surcoreano. Interpretación de mucho nivel también a la hora de descongestionar el juego y activar compañeros que, esta vez, le retroalimentaron mejor. Iñaki Williams, en otro partido sacrificado en punta, encontró la forma de asistir a la perla en el 2-3 definitivo. A partir de ahí, sufrió media hora de asedio, defendiendo por acumulación.
✈️ Corea del Sur no dominó las áreas
Los de Paulo Bento, que terminó expulsado por sus protestas al equipo arbitral al final del choque, volvieron a dar la cara de principio a fin. Comenzaron el partido filtrando buenos balones de la mano de Jung Woo-Young y, especialmente, Hwang In-Beom, un día más acertados en labores de distribución desde el doble pivote. Sin embargo, terminaron siendo un equipo más exterior que nunca y centrando 46 veces, con los laterales del teórico 4-2-3-1 muy profundos, abiertos y llegando a cargar área como si fuese un equipo de Gasperini. Así estuvieron a punto de ganarlo, aunque su fortaleza también fue talón de Aquiles. Al defender más atrás que de costumbre en el primer tiempo, se vieron 2-0 por su falta de contundencia en área.
🤌 Kang-in Lee no basta
El jugador del Mallorca, que ya dejó minutos de calidad contra Portugal, recuperó y asistió en su primera intervención a Gue-sung Cho. Entró con la personalidad y el colmillo para mejorar la circulación de los suyos, colgar buenos centros, e, incluso, estuvo cerca de empatar la contienda en un libre directo. Su partido y el de Corea del Sur parece muy complicado que vayan a pasar a la posteridad en términos clasificatorios, obligados ahora a ganar a Portugal y esperar otros resultados. El que sí puede trascender es el de Kudus, que hace que Ghana dependa de sí misma.