Por tercera temporada consecutiva, el Arsenal se postula como candidato a la Premier League. Llevan dos años llevando al extremo al Manchester City, pero sin premio en su reclamo del trono. Sus subcampeonatos no han perdido el prefijo por detalles, aspectos mínimos que distinguen al mejor del resto. Lo bueno es que, tal y como dice el dicho, a la tercera parece que va a ir la vencida. Con la incorporación de Ricciardo Calafiori solventaron uno de sus pocos problemas, y van a poner la guinda al proyecto con otro fichaje. En el norte de Londres, lo que empezó con Mikel (Arteta) culminará con Mikel (Merino).
🤝 Mikel Merino, el pegamento que faltaba
El Arsenal de Arteta es un equipo que, dentro de su idea, ha sabido adaptarse a casi cualquier entorno. Siempre desde el control del esférico, supieron complementar su potencial ofensivo con una de las mejores defensas de Europa. Mucha culpa de lo que sucede en ambas áreas la tienen dos nombres: Declan Rice y Martin Odegaard. Cada uno como un especialista en su parcela, son las dos caras más representativas de lo que es el Arsenal como equipo. Sin embargo, en este centro del campo faltaba un nexo de unión. Hacía falta un puente entre el perfil ofensivo del noruego y el defensivo del inglés. Ahí entra Mikel Merino.
La mentalidad defensiva del Arsenal de Arteta… ¿que puede valer una Premier?
Si se bucea en las estadísticas por 90 minutos del español y se compara con los que serán sus compañeros en el medio gunner, se observa esa capacidad para estar a medio camino entre uno y otro. Es el todocampista que puede equilibrar la balanza. No va a ser tan decisivo como sus compañeros, pero sí va a servir para sumar un plus en sus funciones. Y esto va a ayudar a que el Arsenal transite mejor de un lado a otro. Merino será el pegamento.
Además, su llegada tiene otro matiz desde el plano táctico. Rice es el pivote del equipo, y Odegaard el teórico interior derecho. El noruego tiene preferencia natural con jugar hacia el sector de Bukayo Saka, que es el extremo diestro, lo que vuelca el juego hacia ese lado. Por ello, el Arsenal tenía una carencia de juego por el otro lado. Merino actúa, precisamente, por el sector contrario. Al ser un jugador tan hábil como el balón como apareciendo por sorpresa, puede ayudar a compensar esa carencia de juego. Es lo que le faltaba al Arsenal para alcanzar el siguiente nivel, en el que deben alcanzar el título de la Premier League.
🔜 ¿La continuación del legado del centrocampista español en la Premier?
El fichaje de Merino por los gunners supone el último capítulo de un libro ilustre de centrocampistas españoles en la Premier League. Xabi Alonso, David Silva o el propio Mikel Arteta… La lista podría ser infinita. Sin embargo, no es el tipo de futbolista que podría esperar el aficionado inglés. De todos los nombres que han salido, quizás sea el más diferente. Merino no destaca por la magia en el pase (sin ser malo en la distribución), sino por tener un perfil más asociado al clásico centrocampista inglés. Vamos, que está más cerca de ser Lampard que de ser Mata.
Ciertamente, es algo que no es malo. Más bien es la muestra de como ha evolucionado el centrocampista español. Los Silva y compañía son fruto de la edad dorada de nuestro fútbol, de cuando se premiaba más la creatividad y la técnica. Merino también tiene esas bases, pero con el añadido del físico que tanto se exige en lo que es este en la actualidad. Hasta Rodri Hernández cabe en este nuevo molde, mezclando una mayor capacidad de trabajo sin balón y el virtuosismo de siempre.
Sea como fuere, es la consumación de la buena salud del fútbol español y de su producto. Mikel Merino llega al Arsenal para dar ese último empujón antes de ganar la deseada Premier League. Va a ser el futbolista que cierre un equipo titular de ensueño, capaz de terminar con la dinastía del Manchester City. Es la consumación del enorme crecimiento del club desde el 2020, allá en los primeros meses de Arteta al frente.