Como agua de mayo. Así le ha sentado a los hispalenses el desembarco de Mendilibar en un banquillo que pedía a gritos un cambio estilístico, más acorde con las fortalezas de esta plantilla. Desde que llegó el técnico vasco, el balance es de ocho victorias, cinco empates y una sola derrota. Su mejor momento en la temporada. Anterior, pero también importante para aumentar la competitividad de la Roma en Europa, fue el aterrizaje de José Mourinho. Por mucho que lleguen con un solo triunfo ante el Bayer Leverkusen de Xavi Alonso en los nueve partidos más recientes, no ha perdido una eliminatoria continental desde 2021. Así se pueden herir Roma y Sevilla en esta final de Europa League.
😞 Una final sin estrellas argentinas
Entre las principales ausencias del partido, se encuentran dos futbolistas argentinos que ganaron el Mundial hace cinco meses. Por un lado, Marcos Acuña, sancionado por la cartulina roja que vio en el choque de vuelta de semifinales contra la Juventus. Una verdadera lástima ya que fue expulsado por perder tiempo y por tratarse de uno de los jugadores más en forma del Sevilla, si no el que más. Sin él, se jugarán el puesto Alex Telles como baza más ofensiva, o Karim Rekik y Gonzalo Montiel (este último a pierna cambiada), como opciones más conservadoras.
Paulo Dybala, la mirada de quien quiere presidir el Coliseo romano
Por otro lado, Mourinho ha dejado caer que Paulo Dybala no está bien para la final de la Europa League, pero sí «para ayudar». Con lo que hay en juego, es probable que decida forzar, como en los cuartos de final ante el Feyenoord. Aquel día fue decisivo para avanzar a las semifinales en la prórroga. Su creatividad, técnica y visión de juego ofensiva está muy por encima de sus posibles sustitutos. En caso de no partir de inicio, cosa más que probable, hay dos opciones: abandonar la doble mediapunta del 1-3-4-2-1 y fortalecer la medular con un trivote Cristante, Matić y Edoardo Bove; o situar a Pellegrini en la mediapunta, por detrás de dos nueves como Belotti y Tammy Abraham.
🧑🏫 Las oleadas hispalenses contra el muro de la Roma
En el plano táctico, se espera un encuentro en el que el Sevilla asuma una mayor cuota de posesión mientras se mantengan las tablas, pese a que este no sea uno de los intangibles de Mendilibar. El vasco es partidario de las propuestas verticales, un técnico al que le agrada bastante el juego directo. Similar a Mourinho en esa faceta, porque, aunque la Roma sea capaz de triangular y progresar a través del tercer hombre con más mecanización de lo que se dice, lo habitual en este tipo de partidos cerrados es ver un plan más precavido, que evite excesivos riesgos asociativos.
Otra cosa que comparten es la fortaleza en situaciones de centro lateral. Ahí, la Roma es especialista a más no poder en el balón parado ofensivo, su mayor amenaza gracias a la diestra de Pellegrini, la zurda de Dybala y la contundencia de Abraham o sus centrales en el juego aéreo. El Sevilla de Mendilibar también saca rédito a estas acciones. Marca menos goles, pero cuenta con una circulación de lado a lado superior para encontrar a los centradores en ventaja, con tiempo y espacio para buscar a En-Nesyri cuando este entre al área. La jugada que mejor define al renacido punta marroquí.
La única vez que se han enfrentado en partido oficial fue en la Europa League de la pandemia, con victoria en octavos para el Sevilla, a la postre campeón.
En lo que más difieren es en su comportamiento defensivo. No solo porque el Sevilla ataca en tromba, con ritmo alto y muchos jugadores llegando al área rival, cosa que pone en riesgo su transición defensiva. La Roma es bastante más cautelosa en este sentido. Sino, sobre todo, porque Mendilibar también opta por ahogar a los adversarios con una presión enérgica en campo contrario, mientras que Mourinho antepone la solidez en bloques medios-bajos que se compacten por el carril central y dejen jugar muy poco. Por estilo, cuando está en balón en juego, y por saber hacer que haya muchos parones que corten el ritmo cuando les interese.
Si hay un equipo preparado, por fútbol y mentalidad, para hacer frente a la Roma más correosa que conocemos, en Europa League ninguno como el Sevilla. Y viceversa. Si hay otro plantel capaz de empequeñecer oponentes y hacer que pierdan, incluso, su identidad, esa es la Roma de ‘Mou’. Que le pregunten a la Real Sociedad, que lo sufrió en los octavos de final de la presente edición.
🎟️ El 3 en 1 de esta cita
Sevilla y Roma se juegan mucho más que un nuevo título europeo que, en el caso de los italianos, sería el segundo consecutivo en un margen de solo 12 meses, aunque apenas el tercero en su palmarés continental. Para comprobar el primero debemos retroceder hasta la ya extinta Copa de Ferias de 1961.
José Mourinho ha ganado la Champions con el Porto (2004) y con el Inter (2010), la Europa League con el Manchester United en 2017 y la primera edición de la Conference con la Roma.
Además de la Europa League de la presente edición, lo que está en el aire es su presencia en la Supercopa de Europa, que jugarán frente al Inter o Manchester City, y un billete para la Champions del próximo curso. Por la vía ordinaria, de Serie A y la liga española, ambos se han quedado ya sin posibilidades matemáticas de regresar a la máxima competición continental. El ganador, además, lo hará en el primer bombo, evitando así a los campeones de las principales ligas europeas.
🏆 Mourinho contra el Sevilla Europa League
No menos importante será manejar la ansiedad y estar a la altura de una cita como esta, en la que se juegan tanto. El técnico portugués es uno de los mayores expertos en la historia, hasta el punto de que sus equipos, llegasen o no con el cartel de favoritos, jamás han perdido una última instancia europea con ‘Mou’ en el banquillo, sin contar la Supercopa. El único que ha levantado Conference, Europa League y Champions. Las lleva tatuadas, de hecho. ‘The Especial One’. Para Mendilibar, sin embargo, será la primera de su carrera.
Gran contraste, aunque el Sevilla está lejos de ser un plantel sin experiencia continental. De hecho, el que más veces ha ganado esta competición: en cuatro ocasiones la Europa League y dos Copas de la UEFA. Lo más llamativo de todo es que apenas hayan necesitado seis finales para conseguirlo. O, lo que es lo mismo, nunca han perdido una última instancia. Por tanto, el cuarto aliciente será ver la primera derrota de Mourinho en una final europea o del Sevilla en el partido decisivo de su competición fetiche. Por si no bastase ya con el tres en uno que hay en juego.
