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Lingard, Pogba, Morrison y su extraña deriva lejos de Mánchester

Hace más de una década, la siempre prolífica cantera del Manchester United tenía a 3 joyas por encima del resto. Paul Pogba, Jesse Lingard y Ravel Morrison estaban llamados a ser los líderes del futuro del club. Ellos guiarían a su club tras la salida de Sir Alex Ferguson. El destino había escrito su nombre en los cimientos de Old Trafford, o eso es lo que querían creer todos. Si volvemos a la actualidad, la realidad más cruel ha golpeado a los tres futbolistas. Como si fuese un chiste, uno ha tenido problemas con el dopaje, el otro ha llegado a Corea del Sur y del último no se sabe nada.

🇰🇷​ La llegada de Lingard a Seúl, una decepción más

La última noticia de este trío de futbolistas tiene a Jesse Lingard como protagonista. El mediapunta inglés ha llegado al Seoul FC, un destino tan exótico como creíble tras sus últimos años de carrera. El descenso de su nivel es a lo que le ha llevado. Resurgió brevemente en el West Ham United, apostó por quedarse en Manchester y salió rebotado a un Nottingham Forest que se lo quitó de encima en cuanto pudo. Luego, para poner la guinda al pastel, Al Ettifaq rechazó firmarle. Si se le suman sus altas pretensiones salariales, resulta este extrañísimo movimiento rumbo al lejano oriente.

 

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Pese a ello, Lingard es el que mejor ha cumplido las expectativas. Se esperaba que se asentase en el primer equipo del Manchester United, y fue un jugador decente en la rotación de los red devils por varios años. Además, en el West Ham regaló 6 fugaces meses en los que fue uno de los mejores jugadores de la Premier League. Si bien puede ser que lo haya conseguido porque se le presuponía un techo más bajo que el de Morrison y Pogba, lo cierto es que ha logrado ser un futbolista útil. Es el único que sí ha seguido (con su más y sus menos) esa profecía sobre el futuro del Manchester United. Y, visto lo visto, es más que suficiente.

📉​ Ravel Morrison, el gran estrellado de la cantera del Manchester United

Entre Pogba y Morrison, el bueno era el segundo. Siempre se habló de que era el mejor canterano de toda Inglaterra. Ese talento le puso en boca de todo el mundo. Creó un hype desbocado a su alrededor, lo que hizo que se crease esa especie de profecía con los de su generación. «Era el mejor de su generación por mucho. Tenía todo lo que se necesita para jugar en su posición. Era brillante y tenía confianza. En un entrenamiento le tiró tres caños a Nemanja Vidic en menos de un minuto», llegó a decir Wayne Rooney de él. Sir Alex Ferguson llegó a decir que era mejor que cualquier jugador del United en su etapa como juvenil. Y esto, irremediablemente, hizo más dura su caída.

Manchester United Ravel morrison Ferguson

Morrison, por lo que cuentan sus compañeros, «estaba loco». Su estilo de vida hizo que fuese un problema más grande que su imponente talento. El Manchester United le vendió al West Ham, y así comenzó su carrera como trotamundos. La Lazio, el Atlas o el Östersund fueron algunos de sus destinos. El último equipo que confió en él fue el D.C. United de la MLS, pero se le acabó el contrato el 1 de enero de este 2024. No es para menos, pues le detuvieron por usar la identificación de una persona fallecida. A sus 31 años, debería estar en un grande como el Manchester United, apurando sus últimos años competitivos antes del inevitable bajón físico. Pese a ello, siempre quedará como el futbolista del que se sabe más por lo que pudo ser que por lo que fue. Su fútbol se perdió entre los halagos para no volver jamás.

🥺​ El gran futbolista que fue Pogba, y el grandísimo jugador que no pudo ser

Para acabar este triunvirato derrotado por la losa del destino, solo podía estar él. Paul Pogba es el que mejor carrera ha tenido, y ni aun así se libra de la losa de las expectativas. Es raro decirlo de un futbolista que tuvo grandes temporadas tanto en Turín como en Manchester, así como que fue importante en la victoria de Francia en el Mundial de 2018, pero es algo que está ahí. Los hechos dicen que ha cumplido; las sensaciones apuntan en dirección contraria. Si el fútbol de Lingard no era para tanto y el de Morrison se perdió fuera del campo, el suyo es el que quedó desdibujado por el marketing. Pese a ser el llamado a cambiarlo todo, su talento dejó a deber.

Lo último que se sabe de él es que está inmerso en un problema con el dopaje. No se sabe si volverá a jugar, y tampoco en qué estado lo hará. Parece que ese Pogba brillante, aquel que los anuncios le ponían por las nubes y los aficionados tiraban por tierra, ya es cosa del pasado. Así, como sus compañeros de generación, se ha perdido por factores que eran inimaginables hace una década. Ellos debían reconducir el barco a la deriva del Manchester United, pero no fueron capaces ni de llevar por el camino que debían sus carreras. Pese a tenerlo todo, van a acabar sin nada. Es un aviso a navegantes de cara a todas esas jóvenes estrellas que despuntan pronto: nunca se sabe cuando los halagos y las promesas se transformarán en un peso muerte que hunde carreras.

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