¿Todo está inventado en esta vida? Es una pregunta que frecuentemente se puede hacer una persona que quiere ser original en algún aspecto de su vida. Y aunque se podría caer en el desánimo y pensar que sí, siempre hay gente que nos demuestra lo contrario o que le da un giro de tuerca más a lo que ya existe. Este es el legado que dejó Djalminha, un futbolista brasileño que llevó a una nueva dimensión los trucos inventados con un balón en un terreno de juego. Por contra, también mostró su carácter temperamental e impulsivo que a veces le perjudicó.
Justo cuando las retransmisiones deportivas iban adquiriendo importancia y las televisiones poseían más recursos para registrar los partidos, surgió la figura de este regateador que cautivó a todo el mundo en su etapa en el Deportivo de la Coruña. Los rivales parecían ratas de laboratorio ante las pruebas y aciertos de Djalminha con sus virguerías. No fue el futbolista más determinante de ese ‘SuperDépor’, pero dejó decenas de jugadas y regates que todos los niños querían imitar al día siguiente en el patio del colegio.
🌍 De Brasil a Japón, para acabar en La Coruña
Djalma Feitosa Días, más conocido como Djalminha, nació en São Paulo el 9 de diciembre de 1970. La vida del atacante ha sido tan movida como las caderas de los rivales que dejaba atrás con sus fintas y regates. Empezó a jugar en el Flamengo, donde militó entre 1989 y 1993. Tras un año en el Guarani se marchó a Japón, donde jugó para el Shimizu S-Pulse. Con 23 años. No pasó por Europa como otros compatriotas suyos como Ronaldo, Romário, Mauro Silva o Bebeto hicieron. Él eligió ir a Japón para tres meses, de septiembre a diciembre de 1995. En este erasmus en el país asiático jugó 11 partidos y marcó 4 goles.
Volvió al Guarani, y en 1996 se incorporó al Palmeiras, donde coincidió con Cafú, Rivaldo o Flávio Conceição. De ahí fue llamado por el Deportivo, que pagó por el interior izquierdo de 26 años 1,500 millones de pesetas (unos 6,5 millones de euros). Se convirtió en el fichaje más caro de la entidad en ese momento. El Dépor de Augusto César Lendoiro incorporó de esta forma su séptimo jugador nacido en Brasil. Ya destacaban en el conjunto gallego Mauro Silva, Flávio Conceição o Donato. En ese momento empezó la historia más conocida de Djalminha en el fútbol.
😵💫 Una lambretta, una colleja y un cabezazo
Djalminha dejó un recuerdo imborrable tanto en Riazor como en el fútbol español. Su calidad, fantasía y originalidad salieron a relucir rápidamente. El brasileño empezó a generar regates, jugadas y pases en cada partido que nunca antes se habían visto en la Primera división española. Él solo se encargaba de llenar los highlights de cada temporada. Pero ‘Djalma’ era un tipo listo y se guardaba sus mejores trucos para rivales como Real Madrid, Barcelona o Celta de Vigo. Así nació uno de los regates más espectaculares que se han visto en un campo de fútbol.
Todo se remonta a un partido ante el Madrid en Riazor, en el año 2000. Vestido con los colores blanquiazules, Djalminha sorprendió a todos con un movimiento muy peculiar, elevando el balón por detrás de su espalda en carrera. Esta ocurrencia fue bautizada como lambretta, convirtiéndose en uno de los regates más famosos del fútbol. En realidad, aquella acción terminó en nada, ya que Víctor finalizó mal la jugada, pero su recuerdo es gigante. Seguro que tú también has probado de hacerla alguna vez. Más tarde otros jugadores como Neymar o Vinícius han intentado este truco de nivel experto, aunque sin tanta elegancia.
Con el Deportivo jugó 173 partidos, marcó 49 goles y repartió 13 asistencias. El brasileño fue uno de los referentes de aquel histórico equipo coruñés que conquistó una liga (1999/2000), una Copa del Rey (2001/2002) y dos Supercopas de España (2000 y 2002). Sin embargo, su estancia en Galicia no fue del todo parsimoniosa.
Le molestó no ir convocado con Brasil en el Mundial de 1998 en Francia, mientras que su imagen también se relacionó con la fiesta y las broncas. En la temporada 1999/2000, el Celta y el Dépor se enfrentaron en un derbi que fue aumentando su intensidad y Djalminha le dio una colleja a Mostovói en plena disputa de los dos jugadores. Finalmente, el brasileño fue expulsado en el minuto 87.
Aunque su peor momento fue el cabezazo que le propinó a Javier Irureta en un entrenamiento en 2002. Djalminha se picó porque en un partidillo le pitaron un penalti en contra. Cada vez que el segundo entrenador ponía el balón en los once metros, el brasileño le daba una patada. Irureta intervino para mandarlo a la ducha y fue entonces cuando le lanzó el cabezazo. Un hecho que propició su salida del Deportivo y el fin de esa historia de amor. Incluso el interior llegó a demandar al club por una deuda que tenía con Hacienda y que consideraba que era culpa de la entidad coruñesa.
🤨 Final de carrera en México
Tras los últimos acontecimientos, el Deportivo encontró una salida para Djalminha en forma de cesión al Austria de Viena, donde en 12 partidos dejó 3 goles y 4 asistencias. Tras eso, acabó su carrera en el América de México con 33 años. En su vida, el centrocampista jugó 14 partidos con la selección brasileña y metió 5 goles. Destaca su participación en la Copa América de 1997 ganada por la ‘Canarinha’, en la que Djalminha dejó dos asistencias.
Tres años después de su despedida del fútbol profesional, en 2007, comenzó a participar en partidos de fútbol indoor con la selección de Brasil y el equipo de veteranos del Deportivo. En 2017, en el Mundial de Leyendas, el brasileño volvió a realizar la mítica lambretta, rememorando sus buenos tiempos en Galicia. El fútbol de las calles llevado a los estadios. Con sus 52 años alguna vez se le ha visto jugando a fútbol en las playas de Brasil. Con ese toque distintivo. El que le hizo maravillar a todo el planeta con un balón.