ATLETICO MADRID OSASUNA
⚽ Atlético de Madrid

Osasuna le amarga la fiesta al Atlético en el Metropolitano

Lo tenían todo para cerrar con una nota positiva un año complicado, pero Osasuna decidió que no iba a ser así. Mediante un sorpresivo 1-4, los rojillos ganan a domicilio a un Atlético de Madrid que ya es de Champions, pero que también es consciente de todo lo que debe cambiar en verano.

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El ambiente en el Metropolitano, así como hace una semana, era festivo entre la parroquia rojiblanca. Mientras se repartía la última remesa de ‘Witselsaurios’ en las afueras del estadio, el Atlético de Madrid no tenía ningún agobio que le impidiese disfrutar. Su único incentivo dependía más del Girona que de ellos, y la clasificación a la Champions ya estaba cerrada. Tras tanto altibajo en la temporada, no sonaba mal esto de la intrascendencia. Además, jugaban ante su gente por última vez en la campaña. Su rival era Osasuna, que no se jugaba nada. Todo pintaba bien… O eso creían los locales.

La sonrisa de los colchoneros no tardó en borrarse. Sus rivales no había ido a Madrid de paseo, sino a competir. Siempre fue así con Jagoba Arrasate, y no iba a ser diferente en su penúltimo partido en el banquillo rojillo. A la media hora de juego, el dominio de Osasuna se tradujo en un jarro de agua fría para el Atlético de Madrid. Tras un barullo en el que los del Metropolitano no estuvieron contundentes, Raúl García marcó el 0-1. Se había acabado la fiesta, pues a los de Simeone les tocaba trabajar. No por nada dicen que son sufridores por naturaleza, vaya.

OSASUNA ATLÉTICO MADRID

Osasuna fue mejor que el Atlético de Madrid de principio a fin del partido.

Entre los últimos minutos de la primera mitad y la vuelta de vestuarios, el Atlético de Madrid apretó. Sabían de su superioridad, de su capacidad de darle la vuelta a un resultado adverso en su casa. Así consiguieron sus mejores números como locales, y así querían seguir. Pese a ello, Osasuna siguió sin arrugarse. Aunque no se jugasen nada, no iban a dejarse llevar: Aimar Oroz, rojillo de cuna, lo demostró con la autoría del 0-2. Al menos, en clave colchonera, el shock no duró demasiado: Morata recortó distancias tres minutos después. Todo apuntaba a que, ahora sí, había empezado la remontada.

A Osasuna le dieron igual los tambores de guerra del Atlético de Madrid. Durmieron el partido con maestría, y, cuando menos se lo esperaban en el Metropolitano, sentenciaron. Raúl García selló su doblete, y Lucas Torró marcó el definitivo 1-4. Al final, los que festejaron con ganas fueron aquellos que estaban destinados a ser los figurantes en la fiesta de otros. Simeone acabó desgañitado, con más ganas que nunca de que la temporada termine. Los jugadores se acercaron a la afición para pedir perdón, o para borrar el recuerdo de lo que estaba presupuestado en este encuentro. Quién sabe si, con suerte, consiguen olvidar el resto de la campaña. Ese sí que sería el primer paso para el Atlético que viene.

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