Hay cierto consenso en torno a la figura de Antoine Griezmann. El francés es, ahora mismo, el mejor jugador de la liga española. Vinícius puede ofrecer debate y Jude Bellingham ha entrado con muchísima fuerza en la competición, pero la realidad social es la que es. Pese a ello, el foco no debería estar en quién es el mejor, porque en el fondo todos lo son. Las miradas deberían estar puestas sobre si este Griezmann tan completo es mejor que aquel Antoine que rozó el Balón de Oro en 2018. ¿Cuál de las dos versiones del francés es el superior?
🌍 El mejor Griezmann sale de un año de Mundial
Para comparar, no sería justo mezclar las estadísticas de aquel Griezmann de la temporada 2017/2018 con el de la campaña actual. Al final, el de hace cinco años es el reflejo de un curso futbolero al completo, no de un tercio de la temporada. Se podría extrapolar, pero no sería justo. Por ello, la comparación adecuada se daría entre el Griezmann que casi gana el Balón de Oro por su excelso 2018 y el que mostró su faceta más polivalente tanto en su club como en la selección entre 2022 y 2023. Y es que, a fin de cuentas, el jugador que lidera hoy al Atlético de Madrid es una continuación directa del que se vio el año pasado.
La primera comparación es la más evidente: su aportación goleadora. Griezmann en la temporada previa al Mundial de 2018 marcó 29 goles y repartió 14 asistencias con el Atlético; mientras que el de la campaña pasada anotó 16 tantos y 18 asistencias. La suma, por tanto, da la ventaja al que disputó el Mundial de Rusia: participó en 43 goles por los 34 en los que estuvo presente durante la campaña 2022/2023. Respecto a las contribuciones goleadoras por 90 minutos (mucho más fiable para medir el impacto), la victoria también se la lleva el Griezmann de 2018, con una contribución goleadora por 90 minutos en contraposición de los 0,81 por partido de 2022. Sobra decir que estas dos versiones son las mejores de su carrera en este parámetro.
⚖️ El de 2018 era delantero, el de 2022 es mucho más
Está claro que el Griezmann previo al Mundial de 2018 era una auténtica máquina a la hora de generar números. Pese a ello, se veía que era un delantero que tenía una sensibilidad superior, pues ofrecía muchos intangibles a su equipo. Resulta que la versión actual se destapa en esas estadísticas ocultas. Refleja perfectamente esa dualidad entre el jugador que fue y el que es ahora: uno mucho más completo. Menos en los parámetros meramente dedicados a la finalización, el Griezmann actual bate al anterior.
El de hace un lustro solo mejora al actual en los parámetros relacionados con el gol, y esto habla muy bien del dominio que tiene Griezmann de su fútbol. Con un número de expected goals y disparos similar, su tasa de conversión se dispara muy por encima. Lejos de ahí, el dominio está claro. Durante la campaña 2022/2023, Griezmann dio 400 pases más, generó 30 ocasiones más de peligro para sus compañeros y, por supuesto, firmó casi el doble de acciones defensivas exitosas. Se le puede perdonar esa bajada en su puntería de cara a portería.
🏆 Los títulos, un factor importante
Otro factor importantísimo a la hora de dirimir cuál es mejor son los títulos colectivos. Ambos participaron en el Mundial en su país, pero corrieron distinta suerte. El de 2018, como bien sabemos, lo ganó; y en 2022 cayó en la final ante la Argentina de Leo Messi. Luego, en lo que ganaron con sus clubes, el de 2018 tocó metal al llevarse la Europa League, y el de la campaña pasada no logró ningún título. La balanza aquí se decanta claramente hacia el Griezmann de hace cinco años, pues su palmarés es superior.
Griezmann tocó el cielo en 2018.
Pese a ello, hay que tener un factor en cuenta para poner en valor al Antoine que se vio en la temporada pasada. Tanto en 2018 como a lo largo de 2022, jugó un papel similar en su país y en la selección de Francia. Lo único que los diferencia es esa suerte perversa de los títulos; la que cambia discursos ante situaciones similares. Es evidente que aquel Griezmann que casi gana el Balón de Oro en 2018 forma parte de la memoria colectiva por aparecer en varias fotos históricas, y esa es su principal diferencia con el actual. Este factor que juegan los títulos en nuestra psicología nos conduce irremediablemente a una pregunta: ¿cómo se valoraría al Griezmann actual si hubiese ganado un título con el Atlético de Madrid en 2023 o si se hubiese llevado la tanda de penaltis ante Argentina?
💭 Entonces, ¿cuál es mejor?
Griezmann, ya sea en 2018 o en 2022, es un jugador tremendo. No solo por lo evidente, sino por demostrar dos caras tan distintas en un periodo de tiempo tan corto. Supo ser el delantero que su equipo necesitaba, así como que tuvo cintura para reformularse como un mariscal de campo que no duda en bajar al barro. Si es por contribuir en lo más importante del fútbol, el Griezmann que gana el Mundial en Rusia es el más decisivo; pero, si es por juego, el Antoine de la pasada campaña es el mejor. Mucho más completo y con un enfoque más dedicado al juego colectivo (porque de eso va al fútbol). Las estadísticas no engañan. Y todo esto, sabiendo lo que ha pasado entre una versión y otra, tiene muchísimo valor. Aunque la nostalgia juegue un papel crucial, el mejor Griezmann de siempre es el actual.
