Había cierto runrún al respecto, pero siempre quedaba la esperanza de que lo obvio no fuese cierto. Mediante una carta abierta al madridismo en sus redes sociales, Toni Kroos ha confirmado los peores presagios para el Real Madrid (en particular) y para el fútbol (en general): se retira a final de temporada. El jugador de las botas blancas, el jerarca que crea una estructura silenciosa con su mera presencia, pondrá punto y final a su carrera tras la Eurocopa en Alemania. Y, como no podía ser de otra manera, lo hará con la firme intención de marcharse ganando con su club y su selección.
♾️ Kroos y su fútbol infinito
El fútbol de Toni Kroos es (y, dentro de un par de meses, fue) tan inmenso que sería injusto valorarlo solo por sus títulos. Si tenemos en cuenta que ganó 32 trofeos y un Mundial, puede ser suficiente para explicar su enorme magnitud. El alemán colgará las botas como uno de los grandes centrocampistas de la historia, de aquellos que difuminaba la línea entre el brillo de su fútbol con el de su equipo. Mediante el pase, Kroos se dedicó a ordenar el juego de gigantes como el Bayern de Múnich o el Real Madrid. Su clarividencia fue clave en todas y cada una de las cinco Champions League que tiene en su palmarés.
No obstante, el talento de Kroos no parecía estar hecho para el dominio de los tiempos del centro del campo. Comenzó siendo un mediapunta más relacionado con el gol, pero acabó entendiendo todo el mundo que hay lejos de la portería. Cambió el ‘10‘ por el ‘8‘ para gobernar el mundo como pocos lo habían logrado antes. Pese a ello, su pasado se ha dejado ver en alguna ocasión. Ya fuese para triturar a Brasil con su doblete en aquel 7-1 o para presionar a la Juventus en la final de la Champions de 2017, el Kroos atacante supo llevarse los focos que no siempre tuvo como director de orquesta.
Toni Kroos, el estratega que desafía la «eneryía» del fútbol moderno
Su categoría alcanzó niveles imposibles con Luka Modrić a su altura, y con Carlos Henrique Casemiro como su guardaespaldas. Zinedine Zidane entendió mejor que nadie la simple complejidad de su juego, y le rodeó de los mejores para crear una de las mayores dinastías que ha visto el fútbol. No por nada Guardiola dio todo para mantenerlo en Múnich: él, antes que nadie, sabía lo que estaba por venir en el Santiago Bernabéu. A falta del que será su último partido de blanco impoluto, Toni Kroos suma 463 envites a lo largo de una década en la sala de máquinas merengue.
Actualmente, estaba viviendo una segunda juventud bajo el mando de Carlo Ancelotti. Pese a ello, el alemán siempre fue de cara: quería retirarse en la cúspide, y así ha acabado siendo. Con la excusa de la Eurocopa en Alemania, se le abrió de despedirse ante su gente. Y, a sabiendas de lo que ha sido su carrera, todo apunta a que lo hará tocando metal. Siempre fue así, y así debería terminar el fútbol infinito de Toni Kroos. En el Bernabéu, pase lo que pase en Wembley, ya está a la altura de los más grandes de siempre. Así como con Di Stéfano o Gento en la década de los 50, él siempre será uno de los culpables del mejor Real Madrid de siempre.