Karim Benzema, Toni Kroos y Luka Modric son algunos de los muchos nombres que han marcado una década en el Real Madrid. Unos ya estaban desde que empezó el ciclo glorioso en aquella Champions de 2014 en Lisboa, y no todos se han dejado ver en lo que parece el final en Mánchester nueve años después. La dolorosa ante el City de Guardiola, por sensaciones, es la muestra de que el tiempo no pasa en balde. Toda una generación de futbolistas, la que ha llevado más títulos a las vitrinas de una institución transatlántica como el Real Madrid, murió en el campo y con las botas puestas. Lo lógico sería aceptar el cambio y buscar un nuevo proyecto, pero este grupo de leyendas ha demostrado una y otra vez que no se acaba nada hasta que ellos digan. ¿Se ha acabado realmente esta etapa en el Santiago Bernabéu?
🔜 Un futuro que lleva mucho tiempo planificado
No se puede decir que en el Real Madrid no tuviesen en cuenta la edad de sus futbolistas más importantes. Sabiendo que económicamente no pueden superar a equipos como Manchester City y Paris Saint Germain, centraron el tiro en fichar antes a los jóvenes talentos. Siempre siguiendo una hoja de ruta muy marcada en la que se valora tanto lo futbolístico como lo mental y personal, la apuesta comenzó con la salida de Cristiano Ronaldo en 2018. Venían de ganar tres Champions seguidas, algo inédito desde que la Copa de Europa se llama así, y vieron que era el momento de apostar por sangre nueva. Llegó Vinícius Júnior y un año después lo hizo Rodrygo. Solo el verano de 2019 se salió de esa línea, apostando por un Eden Hazard que ya estaba más que consolidado en la élite. Por paradojas de la vida, no funcionó el veterano y sí lo hicieron los noveles. Estaba claro por dónde había que seguir.
Solo se ha salido de la línea con oportunidades de mercado como David Alaba o Antonio Rüdiger, así como la única locura que intentó el Real Madrid en materia de fichajes fue la fallida contratación de Kylian Mbappé. Eso sí, este verano todo apunta a que Bellingham vestirá de blanco. No será barato, pero ya se ha demostrado que no les importa pagar por juventud. El caso de Endrick, fichado por la friolera de 60 millones de euros cuando tenía 16 años, es un claro ejemplo de ello. Y es que, siendo realistas, pocas locuras deberían cometer en el Santiago Bernabéu en materia de fichajes. Entre 2018, cuando se fue Ronaldo, y la actualidad, los fichajes han ayudado a que no aumente en demasía la media de edad de la plantilla. Pese a que han pasado cinco años, la edad no ha aumentado tanto como debería (de 24,72 a 27,4). Ya tienen el talento joven necesario para mirar hacia delante.
❌ Fruto de una mala planificación
De esas pocas locuras que debe cometer el Real Madrid en el mercado es una que lleva tiempo siendo una asignatura pendiente. El relevo de Benzema es un tema incómodo, pues Luka Jovic no funcionó y no acaba de existir ese jugador que pueda dar un rendimiento inmediato. Como el gol es lo que más cuesta en el fútbol, cualquier opción fiable se va mucho de precio. O, como con Gabriel Jesus, no se pudo dar por un tema burocrático. Y es que, realmente, al Real Madrid no le interesa taparle el hueco a Endrick en el futuro (siempre y cuando, claro, cumpla las expectativas). Además de que, para cualquiera que llegase, no sería plato de buen gusto ser el suplente claro de Benzema.
Benzema estuvo desaparecido durante el Manchester City 4-0 Real Madrid
Al ver que era complicadísimo encontrar un jugador que cumpliese las características tan peculiares que demandaban, el Real Madrid apostó por no fichar a nadie y confiar en que el Balón de Oro francés no se lesionase. Tras la negativa de Mbappé, consideraron que la plantilla campeona de Europa no tenía fisuras, que era perfecta tal y como estaba. Mal negocio teniendo en cuenta la edad de alguna de sus piezas clave y que había un Mundial entre medias. Volviendo a Benzema, encontramos el mayor ejemplo de este error en la planificación. No ha sido capaz de dar el rendimiento de la pasada campaña, culminando en una de sus peores actuaciones con la camiseta blanca en la eliminación de Champions ante el City. Ancelotti le debería haber cambiado, pero tampoco había nadie para darle relevo. Solamente Álvaro Rodríguez, delantero del Castilla, ha demostrado poder ser un suplente fiable. Y, claro, echar a los leones al joven atacante hubiese sido demasiado cruel.
🌟 ¿Es momento para dar el paso al nuevo Real Madrid?
Como todas las grandes generaciones, su reinado acabó con una derrota dolorosa en la que un nuevo equipo muestra superioridad ante lo ya establecido. La vida es así (y el fútbol, también). Pese a ello, los jugadores que han marcado una década en el Real Madrid se han ganado el derecho a decidir cuando ha terminado todo. Ya demostraron el año pasado que aún pueden ser competitivos en Europa, regalándole al club una Champions cargada de misticismo y épica. Hay quién dice que se la robaron al destino, pues el año pasado era de transición dentro de la hoja de ruta (si es que eso existe en el Santiago Bernabéu), pero poco importa eso cuando hay metal en las vitrinas. Modric, Kroos y Benzema son los últimos resquicios de un equipo legendario, el que más y mejor dominio ha tenido del fútbol europeo. Esa condición les hace, de cara a lo que se viene, los mejores maestros posibles de los futbolistas que tiene el Real Madrid.
Como Rocky Balboa en la saga de Creed, el tiempo no pasa en balde: de leyenda del boxeo a secundario de lujo cuando otro sube al ring. Ahora les toca aceptar ese nuevo rol para poder seguir ganando. Se ha filtrado que una de las razones por las que supuestamente Bellingham quiere ir al Real Madrid es por aprender de Kroos y Modric, así como cualquier joven delantero querrá hacer lo propio con Benzema. Su conocimiento es lo que le dio dominio a los blancos, y en como se transmita está la llave de una nueva época gloriosa. Con el ya mencionado centrocampista inglés, un nueve alternativo (ya sea Álvaro Rodríguez u otro) y el talento que ya tiene el club entre sus filas para seguir evolucionando, no debería costar dominar de nuevo. Una puerta se está cerrando para que otra se abra de un portazo. Fue Luis Aragonés aquello de "ganar, ganar y volver a ganar", pero no hay frase que defina mejor la ambición del Real Madrid.
