Después de varias generaciones que se quedaron a medio camino, en el Real Madrid están de enhorabuena. Su cantera, esa que nutre más al fútbol profesional español que al propio club, por fin parece que tiene una generación con jugadores útiles para el primer equipo. Nacidos a principios del siglo XXI los más mayores y siendo del 2005 los más jóvenes, la camada que dirige el legendario Raúl González en el Castilla está siendo uno de los mejores del competitivo Grupo I de 1ª RFEF, y eso que se han caído en las últimas jornadas. Además, no parece haber un final a la vista, pues desde el juvenil de Arbeloa también vienen pisando fuerte. Y, sabiendo el cambio de política de fichajes (de superestrellas consagradas a jóvenes para hacer el relevo generacional), el club sabe que su futuro se está fraguando en Valdebebas.
💫 Sergio Arribas, el nombre de una generación
De todos los nombres que hay en el Real Madrid Castilla, Sergio Arribas es el que más destaca pese a no ser el que más potencial aparenta. El menudo atacante (o centrocampista, pues su versatilidad hace injusto encasillarle en una demarcación) es el mejor jugador actualmente, el más hecho de los pupilos de Raúl. Y, en medio de un relevo generacional en el primer equipo, él está marcado en rojo. Lo malo es que, salvo una desgracia, no va a tener los minutos con las mayores que su talento merece. Por otra parte, sus números no engañan sobre su nivel, con 18 goles y 7 asistencias (es el máximo goleador de 1ª RFEF) con tan solo 21 años y sin ser un delantero al uso
Ya ha debutado con el primer equipo, así como que lleva tiempo siendo uno de los fijos en las giras de pretemporada. Eso sí, no se libra de la encrucijada que tiene todo talento que sale de ‘La Fábrica’: salir un año para asegurarse minutos o quedarse en el primer equipo. Porque hay pocas seguras en esta vida, pero una de ellas es que el año que viene, si no sale, tendrá ficha para jugar en el Santiago Bernabéu. La cosa es que, aunque pueda dar vértigo salir, hay varios ejemplos de éxito con ese sistema de cesiones previo a ingresar en el Real Madrid. Dani Carvajal, uno de los héroes del ascenso del Castilla a Segunda de hace una década, se fogueó en el Bayer Leverkusen antes de volver y asentarse; y Lucas Vázquez hizo lo propio en el Espanyol para acabar siendo una pieza de rol interesantísima en un equipo que levantaba Champions como pasatiempo.
⚽ Álvaro Rodríguez e Iker Bravo, presente y futuro
El peso del gol está en buenas manos de cara a los años venideros en el Santiago Bernabéu. Ancelotti ya confirmó que Álvaro Rodríguez, tras su brillante irrupción a mediados de temporada, sería jugador del primer equipo del Real Madrid para el año que viene. El hispano-uruguayo es un delantero con un físico increíble, ganándose el cariñoso apodo de ‘Haaland Charrúa’ entre los aficionados en Valdebebas. Aun así, poco se parece al cyborg noruego que causa terror en los campos ingleses. Pese a su estatura y potencia el espacio (de ahí el mote), ha demostrado ser un delantero muy versátil con una decente lectura del juego de ataque. Y, claro, por encima de todo está su capacidad de remate. Es de esos delanteros que combina pasado y presente, siendo tan viable que finalice un melón al área como que haga un desmarque de ruptura para darle aire a su equipo. Sus cifras, mezclando participaciones en el primer y segundo equipo, son muy respetables (7 goles y 2 asistencias en 23 partidos con el filial).
Destaca, por encima de todo, ese gol que metió ante el Atlético de Madrid en el derbi de liga. Ese tanto, si bien no se parece en nada, sí recuerda al madridismo a los comienzos de otro ilustre. Raúl González, su entrenador, marcó su primer gol ante el mismo rival. Y, como no podía ser de otra manera, es su principal valedor. Tanto es así que cuenta con él mucho más que con Iker Bravo, el llamado a ser el gran delantero español de la próxima década. Está cedido por el Leverkusen, y pese a sus pocos minutos se prevé que el Real Madrid pagará su cláusula. Llegó como apuesta de futuro (tiene 18 años), por lo que el club tendrá paciencia con él. Ha dejado alguna que otra jugada que muestra su gran talento, y, viendo que Álvaro dejará un hueco en el Castilla, el relevo está asegurado en la delantera.
💪 Un grupo de mucho nivel
Es bien sabido lo difícil que es subsistir en 1ª RFEF para los filiales. Alejados del glamour de Primera, hay mucho obrero del fútbol luchando por tener una oportunidad de oro en el profesionalismo. Para los canteranos, no es nada fácil aflorar en estos entornos. Sus rivales están mucho más preparados y tienen más experiencia, complicando que se puedan imponer por puro talento. Ahí es dónde reside el mérito de este Real Madrid Castilla de Raúl. Con una edad media insultantemente baja (19,4 años), lejos de los 25.1 años de un grupo que destaca por la cantidad de filiales, el grupo ha demostrado una madurez y una competitividad impropia para su juventud. Ya podía subir un jugador del juvenil de Arbeloa o apostar por el titular, que el rendimiento era similar. Los Peter Federico, Marvel y compañía han demostrado ser jugadores que tienen madera de primer equipo. O, al menos, seguir la estela de otros canteranos para triunfar en el fútbol profesional.
Ese camino ya lo siguieron Miguel Gutiérrez y Marvin Park (dos de los mejores jugadores del Real Madrid juvenil de Raúl que ganó la Youth League con Raúl en 2020) hace relativamente poco, con sus más y sus menos. Eso sí, hay varios jugadores que gustan mucho para dar el relevo a los canteranos que ya van acercándose al final de su carrera, como puede ser Nacho o Lucas Vázquez. Mario Martín impresionó enormemente a Ancelotti y fue una inclusión del Real Madrid en la lista de Champions League, y hay otros nombres agendados como Carlos Dotor, capitán del Castilla. Ambos son centrocampistas, posición complicada para tener minutos en el Bernabéu. Más difícil será con la posible llegada de Bellingham, pero parece que tendrán su oportunidad para ser jugadores de rotación.
⚖️ Raúl divide, pero cumple en el Real Madrid
El Real Madrid no pilla a nadie por sorpresa. Lo primero es ganar, y luego ya veremos lo demás. Raúl González fue el referente de una generación a la que ahora entrena, pero cuando dejó de contar se le dijo adiós. El romanticismo nunca fue vestido de blanco en la Castellana. Tras su exitoso paso por Alemania y posterior retirada, el que fuera delantero eligió trabajar en los banquillos. Su regreso al club de su vida estaba cantado, y poco a poco fue ascendiendo posiciones hasta llegar al Real Madrid Castilla. Desde ahí, mucho se ha escrito sobre su labor de formador, adecuando los comportamientos de sus jugadores a lo que es correcto para alguien que forma parte del club. Aun así, en la materia táctica, no acaba de convencer. Y no solo eso, pues, por mucho que encadenase rachas eternas de victorias durante la temporada, su equipo siempre se ha caído en los momentos importantes. Sabiendo como funcionan en la cúpula del club blanco, es un problema.
Ya han salido las primeras noticias que hablan de un relevo en el banquillo de Valdebebas, y Álvaro Arbeloa es el nombre que sale desde el club blanco cuando se habla del relevo en el banquillo. El ex lateral genera menos debate que Raúl por su éxito con el juvenil, teniendo potencial de entrenar al Real Madrid en el futuro. Lo mismo pasaba con el que parece que será su antecesor, teniendo ahora que mirar hacia fuera para poder regresar algún día. No solo iban a tener problemas con el salto los futbolistas de ‘La Fábrica’, vaya. Por nombre, esa aura que solo tienen los jugadores legendarios y su trabajo como formador en el Castilla, trabajo no le va a faltar. Solo le quedará, después de haber ganado todo con el Real Madrid, conseguir el ansiado ascenso a Segunda División.
A nivel club, subir (están en puestos de playoffs, y no dependen de sí mismos para conseguir la promoción directa) sería importantísimo para su estrategia con la cantera. En Segunda División, la experiencia de 1ª RFEF se ve magnificada, algo vital para seguir formando el talento que tienen. Y es que, por primera vez desde que consiguieron el último ascenso, el Real Madrid tiene en el horno a una generación de canteranos que no tiene que envidiar a ninguna otra cantera europea. No es algo que ha empezado con el trabajo de Raúl, aunque ni mucho menos acaba con él. Solo es el comienzo. Quizás no tengan la clarividencia de La Masía, el potencial de todos los filiales del Benfica o el nombre de las inferiores del Ajax, pero sí están formando una hornada de campeones. Y eso, en clave madridista, vale más que cualquier otra cosa.