Fue una noche de porteros en Riad. Thibaut Courtois le dio en los penaltis la clasificación al Madrid para la final de la Supercopa de España contra un Valencia con Mamardashvili de figura. Los dos arqueros estuvieron brillantes. El georgiano durante casi todo el partido. El belga, en el momento decisivo. Como siempre. En la prórroga tuvo una parada tremenda sobre Fran Pérez y detuvo el último penalti de la tanda a Gayà. Muy mal lanzado, por cierto.
Sin embargo, el Madrid sigue dejando dudas. Sin mordiente en la presión, con dificultad de circular rápido el balón y con algunos apagones defensivos. Solo mejoró cuando los minutos hicieron mella en las piernas. Además de Courtois, lo único rescatable del Madrid es que Benzema, sigue a su nivel. Gol de penalti antes del descanso. No sirvió de mucho, ya que Lino, magnífico en toda la semifinal, igualó a los 21 segundos de la segunda mitad. Empanada de las buenas.
El Valencia mostró desparpajo. Mereció más la valentía de Gattuso. Mañana se sabrá si hay clásico en la final del domingo. El Barça jugará contra el Betis la segunda semifinal (20:00 horas).
🪢 Un Madrid que deambula por la cuerda floja
Tras el parón, el Madrid no es el mismo. Ya antes del Mundial dio algún síntoma de flaqueza. Ahora se está confirmando. Está lejos de la imagen del equipo que consiguió el doblete la temporada pasada. Los blancos caminan por la cuerda floja. Se agarraron a Courtois para ganar en Valladolid, una genialidad de Rodrygo resolvió el partido de Copa del Rey contra el Cacereño y el Villarreal les dio un baño de realidad en La Cerámica.
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En Riad, el Valencia le pudo mojar la oreja. Salvo Courtois, Benzema, Militão y Kroos, el resto está lejos de su nivel. Además, fue un partido accidentado. A las bajas de David Alaba y Tchouaméni, contra el Valencia, Ancelotti tuvo que cambiar a Lucas Vázquez, Militão y Camavinga por problemas físicos. Le crecen los enanos al Madrid. Ya veremos cómo llegan al domingo.
🥺 El atrevimiento de Gattuso no encontró premio
El Valencia varió su sistema. Pasó de su típico 1-4-3-3 a un 1-4-4-2 cerrado arriba por Toni Lato y Justin Kluivert en los extremos y por Samuel Lino y Cavani de delanteros. En el medio, sostuvieron Almeida y Yunus Musah. Presionaron alto mientras les alcanzó el físico y buscaron siempre la portería contraría. Destacable partido de Mamardashvili, Almeida y Lino. El portero se hizo enorme ante las acometidas blancas, el portugués lideró el centro del campo y controló los movimientos de Camavinga, Kroos y Valverde y Lino estuvo sensacional en toda la creación de ataque.
El único debe del equipo de Gattuso es la falta de experiencia. El técnico italiano tiene a una de las plantillas más jóvenes del fútbol europeo y eso, a veces, juega en contra. Contra el Madrid, Cömert regaló el penalti a Benzema. Se precipitó. Además, falló su lanzamiento en la tanda. Errores de bulto del turco. Aun así, el Valencia sale reforzado de esta derrota.
🪄 Karim Benzema recupera su capa de mago
El francés vuelve por sus fueros. Ante el Valencia demostró todo el flow que atesora en sus botas. Solo con tocar unos pocos balones ya se atisbó que el gato estaba despierto. Dejó su huella en una internada en la aérea en la que tuvo velocidad, coordinación y las agallas de marcarse una bicicleta y un caño. Cada toque estuvo muy por encima del Real Madrid como colectivo, tal y como ocurrió ante Valladolid y Villarreal. Benzema volvió a fluir, pero no tuvo compañía ni en Rodrygo ni en Vinícius.
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Antes de acabar el primer tiempo, recibió un pase en largo de Militão y miró quién tenía al lado. Era Cömert. Puso el cuerpo y el turco cayó en la trampa. Contacto y penalti. Él mismo lo transformó con suavidad y clase a la vez a la izquierda de Mamardashvili. Noveno gol de la temporada para Benzema. Hasta el final del encuentro fue el que más lo intentó, siempre buscando a sus compañeros, aunque a veces piense más rápido que ellos. También marcó su penalti en la tanda. Karim is back.
💎 Samuel Lino, la joya atlética está en Valencia
Jugó en una posición poco habitual para él. Acostumbrado a caer por la banda izquierda, Gattuso le puso flotando al lado de Cavani y con libertad para bajar a la mediapunta. Se movió por todo el ataque, siempre con una velocidad más que el rival. De sus botas salieron las acciones más peligrosas de los ‘che’ y el gol del empate tras recibir un gran centro de Toni Lato… a los 21 segundos del segundo tiempo. Segundo gol más rápido de la historia de la Supercopa. El remate fue poco ortodoxo, entre la espinilla y la pantorrilla, pero sirvió para poner el 1-1.
Lino, de 23 años, pertenece al Atlético de Madrid, que pagó algo más de seis millones de euros al Gil Vicente portugués. Acierto de Andrea Berta. Antes del cierre del mercado, los colchoneros lo decidieron ceder al Valencia, donde está brillando con luz propia. Es el jugador que más tiros realiza de los valencianos, el que más pases clave da para generar ocasiones, el que más regates exitosos tiene y el que más toques da tanto en el último tercio de campo, como dentro del área rival. Con la marcha de João Félix cedido al Chelsea, bien le iría al cuadro colchonero la energía de Lino.
😖 Vinícius y Rodrygo se perdieron por Riad
Son el futuro del Madrid. El desembolso entre los dos fue de unos 90 millones de euros. Pero la realidad es que contra el Valencia estuvieron mal. Poco participativos. Es cierto que los blancos estuvieron espesos. Les costó circular el balón con fluidez y, en consecuencia, no encontraron a los dos extremos. Vinícius dejó alguna arrancada de las suyas y pudo acabar con el partido en el tiempo reglamentario en un cara a cara ante Mamardashvili que ganó el portero georgiano. Intentó nueve regates y solo completó satisfactoriamente uno. Además, perdió 29 balones.
Por su parte, Rodrygo, que fue ‘O Rei’ en Cáceres en el partido de Copa del Rey, estuvo gris. Seguramente el peor partido de este curso del de Osasco. No encontró la forma de entrar, ni que los compañeros le encontrasen. No generó ninguna jugada de peligro y solo remató una vez. En el mismo saco también podrían caer Valverde, Modrić, que entró frío al partido, o Camavinga, que no acelera de titular. Irreconocibles.
