España ha dado un paso al frente a nivel gastronómico en los últimos años, por la influencia de chefs como Martín Berasategui o Dabiz Muñoz. Entre los platos más típicos se encuentran la tortilla de patatas o las croquetas, aunque uno de los productos más consumidos es el pollo, por su aporte de proteínas y por ser una de las carnes con menos contenido calórico. Una opción ideal para cualquiera, pero sobre todo para los deportistas. En esta ocasión vamos a descubrir cómo hacerlo al ajillo en solo 15 minutos.
Ingredientes
- 1 pollo de corral troceado
- 5 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 300 ml. de vino de Jerez o de un vino blanco
- 100 ml. de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta
- Para decorar le irá bien un poco de perejil o cilantro fresco picado
Lo mejor de esta receta es que vamos a necesitar pocos ingredientes. Además, todos son de uso habitual, por lo que probablemente los tengas a mano en tu cocina. De no ser así los puedes encontrar en cualquier supermercado. Otra de las ventajas es el tiempo, apenas 15 minutos, y que se trata de un plato saludable que puedes consumir de vez en cuando sin miedo a engordar.
Cómo hacer el pollo al ajillo
Lo primero de todo será pelar los ajos y laminarlos para posteriormente agregarlos a una sartén con un chorro de aceite. No pongas el fuego demasiado alto. Cuando empiecen a dorarse, agrega las piezas de pollo bien salpimentadas y cocínalas bien, con el fuego más fuerte, hasta que esté marcado.
En ese punto, habrá que agregar un chorro de vino blanco (y un poco de agua, opcional, si queremos que quede más caldo). Acto seguido, añade una hoja de laurel y perejil si quieres darle más sabor al guiso. Como el pollo ya estaba frito, será cuestión de dejar que cueza todo diez minutos aproximadamente, para que el producto se empape de todos los sabores. Después solo quedará emplatar y disfrutar de esta exquisitez.
La mejor guarnición para el pollo al ajillo
Como casi siempre las patatas es una opción que nunca falla. Como el tiempo de cocinado es breve, no podrás cocerlas con el pollo. No obstante, si quieres optar porque sean saludables, puedes cocer las patatas con anterioridad, trocearlas y agregarlas al pollo después del vino blanco para que absorban toda la esencia. Otra opción es prepararlas al horno o fritas, aunque esta última vía aportará una mayor cantidad de grasa al plato.
