A finales de mes, en Bahréin, se celebrarán los test de pretemporada donde los equipos podrán empezar a tantearse. Evidentemente, tendremos teatrillo y será muy difícil, por no decir imposible, sacar conclusiones.
Una cosa sí está clara: será una oportunidad perfecta para que los coches se pongan a punto, probar su fiabilidad y para que los pilotos se hagan a su nuevo coche y puedan dar feedback a sus equipos. En este último punto, clave, es donde pilotos del calibre y experiencia de Fernando Alonso entran en escena. El asturiano tiene una enorme capacidad de adaptación y, sobre todo, de guiar al equipo en el proceso de construir la configuración del monoplaza, lo que generalmente se conoce como setup.
A principios de marzo, del 3 al 5, comenzará el fuego real, cuando todos los equipos se quitarán la careta y no esconderán nada. La pregunta es: ¿en qué lugar podemos esperar que esté el nuevo Aston Martin de Fernando Alonso? La respuesta es sencilla y, aunque certezas no tenemos, podemos especular. Para analizarlo, debemos hacer cierta retrospectiva.
En 2022, Aston Martin fue in crescendo. Arrancaron fatal el año, noveno equipo en muchos circuitos. En España, trajeron un paquete de mejoras gigantesco y lograron mejorar. Empezaron a ver la luz. Sin embargo, fue en la segunda mitad de año —tras el maremoto en Alpine y la confirmación del fichaje de Fernando Alonso por Aston Martin— cuando empezaron a competir en la zona media.
Durante la segunda parte de la temporada, el Aston Martin tuvo un comportamiento similar. Pésimo rendimiento en clasificación, eso sí, con un ritmo de carrera que les permitía acercarse a los puntos y, en más de un Gran Premio, sumar un muy buen puñado de ellos.
Con este contexto, hablemos de 2023. No hay cambio reglamentario, por lo que no se espera ninguna revolución. Es una utopía pensar que el Aston Martin es el mejor coche de la parrilla o que puedan aspirar al campeonato, a victorias o incluso a podios.
El objetivo más realista es pelear por ser el 4º mejor coche. Y no será nada sencillo. La parte media siempre ha sido muy intensa. Los principales rivales son, a priori, Alpine y McLaren. Ambos equipos ya pelearon por el cuarto lugar el año pasado y no debemos descartarlos para este curso. Durante el inicio de temporada es posible que equipos como Haas o Alfa Romeo puedan dar la sorpresa y estar en la pelea por los puntos, aunque, seguramente, con el avance de las carreras se queden atrás. Así, Aston Martin necesitará un coche competitivo para lograr esa cuarta plaza. Y, según desvelan ellos mismos, están poniendo todos sus esfuerzos en ello.
En una entrevista en su página web, el director técnico adjunto de Aston Martin comunicó que, respecto al año pasado, han cambiado más del 90% de las piezas para el coche de este año. También que han encontrado alguna laguna en el reglamento que les permitirá implementar alguna sorpresa respecto a sus rivales.
En conclusión, es imposible asegurar dónde estará Aston Martin en 2023. Hay que ser realistas: la pelea por la victoria y los podios como algo habitual parece un objetivo todavía lejano para Fernando Alonso.